En el 2000 Cracovia, junto con otras ocho ciudades europeas -Aviñón,
Bergen, Bolonia, Bruselas, Helsinki, Praga, Reykiavik y Santiago de
Compostela-, ostenta el honorífico título de la Ciudad Europea de la
Cultura.
El epígrafe del programa del Festival Kraków 2000, que
se inauguró en el año 1996, es La Espiritualidad, un valor especialmente
importante en Cracovia, ciudad de las ciencias y las artes.
El
Codex Calixtinus ocupa un lugar especial entre los eventos musicales.
Nos hace recordar el papel destacado de la ciudad relacionada con el
culto de Santiago, tan importante para el desarrollo de la
espiritualidad europea. El Papa Juan Pablo II subrayó este hecho en el
tan llamado Acta Europeísta. En 1985, la UNESCO confirió a Santiago de
Compostela el título de Ciudad de Patrimonio Mundial, mientras que el
Camino de Santiago fue proclamado por el Consejo de Europa el Primer
Itinerario Cultural Europeo.
No es cuestión de pura casualidad
que el Codex Calixtinus se estrenara con ocasión de la apertura del
Festival Kraków 2000. De esa forma, pusimos énfasis en elemento
espiritual más importante de la cultura europea del segundo milenio -el
cristianismo-, que trae consigo no sólo valores religiosos, sino también
culturales.
La ejecución de la liturgia del Codex Calixtinus en
seis Ciudades Europeas de la Cultura evoca, al mismo tiempo, la
tradición europea de la migración -también en el sentido espiritual-, la
migración gracias a la cual la Europa medieval, que se servía de un
único idioma -el latín- pudo alimentarse de los mismos valores
intelectuales y artísticos.
La grabación que les ofrecemos se
realizó en marzo de 2000 en Cracovia, en la iglesia de Santa Catalina.
El disco registra este evento excepcional, permite percibir de la mejor
manera la belleza de la música y vivir más a fondo los valores
espirituales que trae consigo.
Bogusław Sonik
Director del Festival Kraków 2000
Los
trabajos para la reconstrucción de la Misa y la búsqueda del camino
para ejecutarla han durado casi dos años. La tradición del canto
religioso de la Europa católica resultó ser demasiado frágil, demasiado
sensible a tantas crisis, reformas e influencias que fueron destruyendo
su conexión con las raíces más arcaicas, como para conservar el
inestimable depósito que data de los primeros siglos del cristianismo.
La música, que al principio se transmitía por vía oral y después empezó a
copiarse, nos ha llegado a través de los siglos en forma gráfica, que
contiene sólo una pequeña parte de la información imprescindible para su
ejecución. Los demás elementos (el ritmo, los ornamentos, las escalas y
el carácter del timbre de la voz) necesitaban ser reconstruidos, para
poder dar a la totalidad una forma homogénea, sometida al espíritu de la
liturgia.
En Santiago de Compostela, gracias a la amabilidad del
Archivero de la Catedral, José María Díaz Fernández, hemos podido
estudiar el original del manuscrito. En el monasterio copto de
Al-Sourian hemos ido conociendo la estructura dramática del ciclo
litúrgico, perdida en el Occidente: la de un solo ritmo, un pulso que
une los gestos, las voces, los pasos y las reverencias. Entre los
cantantes de Córcega hemos rastreado la ornamentación de la música, y en
Grecia, la modalidad de las escalas antiguas y la riqueza del timbre de
las voces.
El disco que tienen en sus manos presenta el fruto de nuestro trabajo.
Maciej Kaziński
Autor del proyecto Codex Calixtinus
Repertorio musical del Codex Calixtinus
El Código Calixtino
tiene una enorme importancia histórica y musical, puesto que constituye
el testimonio del profundo culto rendido a Santiago en Compostela,
revelando, al mismo tiempo, el alto nivel artístico de la música
cultivada en uno de los más importantes templos de peregrinación de la
Europa medieval. Las hojas del manuscrito nos enseñan un repertorio
musical rico y diverso, que testifica el desarrollo exuberante de la
música religiosa europea en el siglo XII. Este repertorio incluye no
sólo obras litúrgicas monódicas en honor de Santiago (cantos ordinarium y proprium missae, cantos de officium),
sino que refleja, además, el proceso -tan característico de la creación
artística y musical de aquel entonces- de enriquecimiento y
ornamentación particular de la monodia coral y la aspiración de
desarrollar el marco musical de las celebraciones religiosas con el fin
de dar un esplendor especial al servicio litúrgico. Este proceso se
realiza mediante el procedimiento de añadir tropos a los cantos
litúrgicos (es decir, de entrelazar en ellos nuevos textos y/o melodías
suplementarias), así como por medio de la introducción de composiciones
monódicas, paralitúrgicas, religiosas (conducti, secuencias) y polifónicas (organum)
en los oficios. Desde el punto de vista del desarrollo posterior de la
música artística, estas últimas composiciones se consideran las más
importantes.
El repertorio polifónico del Codex Calixtinus, muy variado por lo que se refiere a los géneros, contiene 21 organa
para dos voces, que pertenecen fundamentalmente a dos categorías
principales. Se trata de composiciones religiosas y paralitúrgicas: conducti o versus
(o sea, composiciones con textos religiosos estróficos que no tenían
una función litúrgica rigurosamente determinada), tropos para Benedicamus Domino, Benedicamus Domino sin tropos, Kyrie y prosa para el responsorium con tropos, así como elaboraciones polifónicas de fragmentos selectos de los cantos responsoriales: el graduale y el alleluia de la misa para la fiesta de Santiago y los responsoria de otro tipo de oficios (por ejemplo de los maitines).
Es
necesario destacar que la polifonía en los cantos responsoriales está
interpolada en un conjunto litúrgico musical más extenso, siendo un modo
de enriquecer únicamente esos fragmentos corales que eran destinados
para cantar en solitario. Así pues, en los cantos responsoriales aparece
una alternancia entre las partes polifónicas realizadas en solitario
con las partes para una voz realizadas a coro.
A la variedad genérica de la música polifónica del Codex Calixtinus le corresponde la diversidad estilística del organum. Hablando en términos generales, podemos señalar que en las elaboraciones de los textos poéticos de los conducti, en el Benedicamus Domino
con tropos y en otras composiciones con tropos se observa la tendencia
hacia un estilo contrapuntístico simple, mientras que en las
elaboraciones del Benedicamus Domino sin tropos y en las
elaboraciones de los cantos responsoriales se tiende a un estilo
melismático florido. El que las tendencias de este tipo puedan
observarse no debería hacemos olvidar, sin embargo, una característica
peculiar de muchas de las composiciones polifónicas: gradación sutil
entre los estilos simple y florido o la unificación de estos dos estilos
en el marco de una sola composición. Esto sucede precisamente en el
famoso Congaudeant catholici -un tropo del Benedicamus Domino-, de forma estrófica con estribillo, que hasta hace poco se consideraba el ejemplo más antiguo del organum
para tres voces en la historia de la música occidental. A la diversidad
del estilo contrapuntístico de la polifonía se añade la enorme cohesión
melódica de las composiciones, penetradas por unos motivos comunes que
ornamentan el consonántico esqueleto armónico. Es un rasgo singular que
decide de la especifidad local del repertorio, y que al mismo tiempo
revela seguramente las características particulares de la práctica de
improvisación en la ejecución de la obra. Aunque la relación temática
entre el repertorio musical del Codex Calixtinus y las ceremonias
celebradas en Santiago de Compostela parece indudable, resulta bastante
complicado comprobar de forma precisa cuáles eran sus fuentes de
procedencia. Esto se refiere en particular a las composiciones
polifónicas, que al mostrar relación con la música litúrgica monódica
del código, muestran también una clara coincidencia con el círculo de
influencia de la creación artística francesa. Por un lado, todos los
cantos responsoriales elaborados como organum aparecen también en
forma monódica en el marco de la liturgia en honor a Santiago, con lo
cual no cabe duda de que se escribieron expresamente para dar esplendor a
los oficios al patrono de Compostela. Pero, por otro lado, el código
demuestra concordancias con las fuentes de polifonía de St. Martial en
Limoges (centro-sur de Francia), contiene composiciones paralelas desde
el punto de vista genérico (conducti que equivalen a los versus)
y estilístico (contigüidad del estilo contrapuntístico simple y
florido) y revela rasgos paleográficos análogos (neumas de tipo
aquitánico). Estas circunstancias -junto con la información insertada en
la hoja que precede al grupo de las composiciones polifónicas, y según
la cual el manuscrito se elaboró, entre otros lugares, en la abadía
benedictina de Cluny- sugieren que el Liber sancti Jacobi se
redactó probablemente en la Francia central, en el círculo de influencia
de la famosa escuela St. Martial. Al mismo tiempo, el repertorio
polifónico del Codex Calixtinus muestra filiaciones estilísticas con la
creación del norte de Francia. Un rasgo análogo de los repertorios de
Santiago de Compostela y los franceses (Chartres, París) son también las
elaboraciones de los cantos responsoriales, limitadas a las partes
corales en solitario. Hay quienes suponen que Congaudeant catholici
fue escrito por el Maestro Albertus Stamopensis, Precentor Parisensis.
El marco musical de esta pieza refleja rasgos de la polifonía parisiense
de la mitad del siglo XII, época inmediatamente anterior a la actividad
del Maestro Leonin (alrededor de 1160— 1180), el primero de los autores
de nombre conocido que actuaban en la catedral de Notre Dame de París,
que a su vez fue un importante punto de partida de las peregrinaciones a
Santiago de Compostela (la puerta occidental del templo lleva incluso
el nombre de porte St. Jacques).
Zofia Dobrzańska
Universidad Jaguellona
Codex Calixtinus
Director artístico: Damien Poisblaud
Ejecución:
Damien Poisblaud
Christian Barrier
Marcin Bornus-Szczyciński
Robert Pożarski
Frédéric Richard
Frédéric Tavernier
El Coro de la Filarmónica de Cracovia, dirigido por Jacek Mentel
La grabación contiene el sonido de las campanas de la iglesia Skałka de Cracovia.
La grabación fue realizada por Dux en la iglesia de Santa Catalina de Cracovia, en marzo de 2000.
Producción : Oficina Kraków 2000
Elaboración de los textos latinos — Michał Koss
Traducción al español — Ewa Palka
Proyecto de la cubierta — Władysław Pluta
Concepto gráfico — Ewa Tarnawska
Redacción — Dorota Strojnowska
Grabación — Dux Recording
Ingenieros de sonido — Małgorzata Polańska, Lech Tołwiński
Montaje digital — Marcin Domżał
Editor — Biuro Krakow 2000
Damien Poisblaud
Nació
en el año 1961, es maestro de coro y cantante especializado en el
repertorio litúrgico cristiano. También, efectúa estudios sobre
manuscritos y ejecuta el coral gregoriano. En 1989 graba un disco
compacto en la abadía Thoronet, en Francia, y en 1990 funda el Choeur Gregorien de Mediterranee que, en 1996, recibe el prestigioso premio Diapason d'Or. Asimismo, es miembro del Ensemble Organum y Les Paraphonistes,
dedicado a la ejecución del repertorio litúrgico decimonónico.
Últimamente, ha grabado un disco compacto que contiene coral gregoriano y
faux-bourdones. Es director artístico del proyecto Codex Calixtinus.
Christian Barrier
Su carrera empezó en los años ochenta, se
incorporó en el movimiento de renovación de la
música barroca en Francia. Con el Choeur Gregorien de París amplió su repertorio y con el Organum llevó a cabo una representación escénica de un drama medieval: el Jeu des Pèlerines d'Emaüs.
Ha participado en numerosos conciertos y en el registro de varios
programas que eran fruto de la investigación musicológica. También ha
realizado grabaciones de la música religiosa gregoriana y cisterciense,
de la temprana polifonía y el coral barroco. Aparte del repertorio
clásico y contemporáneo, Barrier canta la música antigua y barroca,
colaborando con distintos grupos. Con el grupo vocal Kedroff ejecuta el
repertorio litúrgico ortodoxo ruso.
Marcin Bornus-Szczyciński
Discípulo
de Karolina Zachwatowicz, William Christie y René Jacobs. Durante más
de veinte años actuó como contratenor, ejecutando el repertorio del
renacimiento y el barroco. Dirige el grupo Bornus Cornet,
especializado en la polifonía polaca de los siglos XVI y XVII.
Actualmente, su esfera de interés se ha orientado a las formas musicales
más antiguas, y en especial, a la monodia litúrgica. El objetivo
principal de Marcin Bornus-Szczyciński es descubrir, animar y difundir
las diversas tradiciones musicales locales. Es profesor de coral
gregoriano en el Colegio Teológico de los Dominicos de Cracovia. También
trabaja en la reconstrucción del coral dominico medieval.
Robert Pożarski
Nació
en 1965, en una familia de músicos. En 1993, obtiene el diploma de
cantante. Luego perfecciona sus habilidades en el campo de la música
antigua y de la dirección de grupos vocales, estudiando, por ejemplo,
bajo la dirección de Marcel Pérès. Es uno de los fundadores de la
Lectoral Schola Cantorum, formada en 1988 en el Seminario
Metropolitano de Varsovia, con la que ha llevado a cabo el registro de
dos oficios monásticos medievales. Desde 1996, es miembro del Bornus Consort,
al mismo tiempo es cantor y consultante vocal de la Escolanía del
Teatro Campesino de Węgajty, que trabaja en la reconstrucción de los
dramas litúrgicos medievales. Robert Pożarski trabaja también el
repertorio barroco y contemporáneo.
Frédéric Richard
Después
de terminar los estudios en el conservatorio de Reims, Frédérick
Richard se dedicó a la música antigua. Aprende a tocar instrumentos
antiguos de forma magistral; actúa en numerosos conciertos con el Ensamble Guillaume de Machaut.
Ha llevado a cabo actividades pedagógicas, siendo profesor de flauta y
director de la escuela de música de Reims, y, después, de un
conservatorio de música, danza y arte dramático en la región de París.
Da numerosos conciertos como flautista o vocalista con el grupo Les Paraphonistes o con el Ensamble Organum. En colaboración con el grupo Il Seminario Musicale,
dirigido por Gérard Lesne, realiza transcripciones de manuscritos no
publicados de los siglos XVII y XVIII. Compositor de una fantasía
lírica.
Frédéric Tavernier
Doctor
en Filosofía. Estudió la liturgia bizantina bajo la dirección de
Lycourgos Angelopoulos y obtuvo el diploma nacional en este campo en la
Facultad de Arte Vocal del Conservatorio F. Nakas, de Atenas. De niño,
cantó en el coro infantil Ste Marie d'Antony; también estudió oboe.
Después, bajo la dirección de Philippe Pélissier, realiza trabajos de
investigación sobre la música gregoriana y luego pasa a dedicarse a la
música bizantina. Durante este período, cantó con un grupo especializado
en la música de los gitanos húngaros. También, fue profesor de canto y
dicción. Junto con el grupo Ensamble Organum ha participado en los siguientes programas: Jerusalén desde la perspectiva de la liturgia, Los Templarios, Canciones Mozárabes y Roma antigua.
El Coro de la Filarmónica de Cracovia
Se
fundó en 1945. Ha tomado parte en 1700 conciertos (300 se dieron en el
extranjero). Tiene en su repertorio piezas desde la música antigua hasta
los estrenos de obras de compositores polacos contemporáneos (Henryk
Mikołaj Górecki, Krzysztof Penderecki, Roman Palester). Ha acompañado a
varias orquestas, entre otras, al Wiener Symfoniker y al Beethovenhalle
Orchester. Ha participado en unos 40 festivales en toda Europa. Ha dado
esplendor a actos internacionales tales como la Unificación de Alemania
(1990) y la celebración del 50 aniversario
de la liberación del campo
de concentración de Auschwitz (1995). El Coro se especializa en la
ejecución de oratorios monumentales; tiene, asimismo, en su repertorio
óperas y música vanguardista.
Jacek Mentel
Nació
en 1962 en Zabrze. Tras concluir las Escuelas de Música de I y II grado
en Gliwice en la modalidad de piano, estudió dirección en la Academia
de Música de Cracovia, con el prof. Jerzy Katlewicz. Siendo todavía
estudiante, comienza a colaborar con la Filarmónica de Cracovia, en la
que, actualmente, trabaja como director y responsable del Coro Mixto.
Junto con el Coro ha participado en varios festivales en Polonia y en el
extranjero, colaborando con reconocidos directores polacos y
extranjeros. Al mismo tiempo, se dedica a la docencia, ejerciendo el
cargo de profesor adjunto en la Facultad de Composición, Dirección y
Teoría de la Música de la Academia de Música de Cracovia. También es
director de la Orquesta Sinfónica de Estudiantes.
REYKIAVIK
Reykiavik es una ciudad donde la naturaleza y la cultura conviven en una armonía casi ideal, por esto Naturaleza y Cultura
constituyen el epígrafe de las celebraciones del año 2000. El programa
consta de unos 200 acontecimientos, algunos de ellos dirigidos a gran
número de espectadores, otros de carácter casi experimental. Muchos de
los proyectos aprovechan fenómenos de la naturaleza. Las nuevas
tecnologías y un alto nivel de la conciencia ecológica han ayudado a
dominar los cuatro elementos, gracias a lo cual la naturaleza y la
cultura islandesas coexisten hoy día en el respeto mutuo y de manera
armoniosa.
La escena cultural de Reykiavik se distingue por un alto
nivel de compromiso de la sociedad a la hora de emprender proyectos
artísticos y actividades culturales.
Las celebraciones de la Ciudad
Europea de la Cultura han empezado en enero de 2000. Entre los
acontecimientos más interesantes destacan: el Festival del Fuego, Cultura y Música, A la Mode Eskimo (presentación multimedia de la moda en la piscina Laugardalur) y el Festival de las Arpas de Viento. También merecerán atención el Festival de la Música Islandesa Decimonónica, Contemporánea y Futura, y los conciertos de Bjórk que concluirán Las Voces de Europa, un proyecto común de las Ciudades Europeas de la Cultura del año 2000.
Entre otros proyectos comunes destacan: Baldur
-un ballet basado en la mitología nórdica, que se representará en
Reykiavik, Bergen y Helsinki-, la presentación internacional de la moda Futurice y la exposición La Fuerza de la Luz,
dedicada a diversas técnicas de iluminación que incluirá una
presentación de láseres. Junto con Bergen y Santiago de Compostela,
Reykiavik ha elaborado, también, el proyecto llamado La Vida en el Atlántico Norte que tiene por tema la fuerza del mar y la gente que vive a sus orillas.
SANTIAGO DE COMPOSTELA
Santiago
de Compostela, declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la
UNESCO, es un enclave cultural de primer orden, lugar donde se dan cita
artistas y creadores de todo el mundo. Según una frase de Goethe, "la
idea de Europa nació peregrinando a Compostela". Sea o no cierta esta
aseveración, el caso es que Santiago de Compostela es una ciudad fruto
del eclectismo y del mestizaje de casi todas las formas de entender la
cultura que han hecho historia en el viejo continente. Sus antiguas
calles de trazado medieval que conviven con las modernas, sus
espléndidos monumentos de todos los estilos, sus formas de vida, su
historia y sus leyendas, confirman la gran capacidad de integración que
distingue esta ciudad. Pasear por Santiago de Compostela es seguir pasos
culturales de la humanidad desde el siglo IX hasta nuestros días.
El
casco histórico de Compostela es uno de los mejor conservados del
mundo, pero la ciudad ha sabido conjugar tradición y modernidad de un
modo ejemplar.
El programa que Santiago de Compostela aporta al conjunto de las
Ciudades de la Cultura se ha planteado bajo el epígrafe de Europa Mundi y contiene, entre otros, un ciclo de discusión Reflexión y debate, Música abierta -gran festival dedicado a la música universal, o Fiesta de Europa, Fiesta del Mundo - espectáculo festivo de música popular y actividades callejeras.
Entre los proyectos preparados en colaboración con otras Ciudades Europeas de la Cultura destacan las exposiciones Los rostros de la Tierra y Los rostros de los Dioses.
La primera de ellas es una presentación cartográfica, mientras que la
otra estudia los aspectos iconográficos utilizados por el hombre para
representar a sus divinidades. Un carácter distinto tendrá el ARCEUNet:
un intento de construir un Museo Virtual mediante el cual los ciudadanos
puedan acceder a las obras de arte y de la cultura.
CRACOVIA
Cracovia
tiene todos los motivos por ostentar el título de la Ciudad Europea de
la Cultura. La fuerza de la ciudad está en su capacidad excepcional para
unir elementos distintos que al quedar juntos contribuyen al desarrollo
continuo, sobre todo el espiritual. Esta ciudad de un millón de
habitantes, ubicada en el corazón de Europa, siempre muy polaca, ha
sabido dar acogida a representantes de otras culturas. Fundamentalmente
cristiana, tiene, asimismo, sinagogas, una iglesia ortodoxa, templos
protestantes. La antigua capital de Polonia, sede de los reyes, sigue
acordándose de su glorioso pasado.
En Cracovia residen muchos
artistas que son coautores de la intensa vida teatral y musical, así
como dos laureados del premio Nobel y un ganador del Oscar, el director
Andrzej Wajda. Cracovia es el centro de investigación más antiguo en
Polonia, muy activo hoy día; famoso por la Universidad Jaguellona, que
en su época había educado a Nicolás Copernico.
El Festival Kraków 2000,
que se puso en marcha ya en el año 1996, intenta presentar lo mejor de
lo que ofrece la ciudad. A la memoria de dos grandes artistas se dedican
los festivales de Tadeusz Kantor y Stanisław Wyspiański. La exposición Wawel 1000-2000
recoge distintos objetos artísticos procedentes del castillo real de
Wawel que actualmente se encuentran en diversas colecciones fuera del
país, la de Los tesoros de San Francisco permitirá contemplar las obras de arte que se guardan en el convento de los franciscanos, y la de La fuerza de la costumbre
enseñará el arte y la tradición de los judíos. Cracovia tiene muchos
vínculos que la unen con la tradición europea. De ahí la idea de
ejecutar el Codex Calixtinus -la liturgia en honor del Apóstol
Santiago reconstruida por un musicólogo polaco-, de ahí otros eventos,
como el Festival de Pacua dedicado a Ludwig van Beethoven o el Ciclo de
Grandes Ejecuciones que comprende una serie de conciertos en los que los
músicos más célebres ofrecen grandes piezas de la música europea.
PRAGA
¿Cómo
debemos presentar la Praga del año 2000? ¿Y a quién? El título de la
Capital Europea de la Cultura puede significar cosas muy distintas. Tal
vez la mejor manera de presentar la ciudad fuera la de organizar un gran
festival de arte, sin embargo la idea de subrayar los cambios más
importantes en el tejido sociocultural de Praga nos ha parecido igual de
interesante. Podríamos proponernos un aumento del número de turistas en
un 50%, pero igual podríamos proponernos el aumento del número de
teatros vanguardistas, operetas y monumentos, o zonas de tráfico
limitado.
Los teatros callejeros, los puestos de comercio, mercados,
zonas de urbanización, conferencias, monumentos, conciertos y pubs: todo
esto toma su parte en la cultura de la ciudad.
El grupo que se ha
encargado de dar contenido al título "La Ciudad Europea de la Cultura
del año 2000" tuvo que solucionar esta cuestión teniendo siempre en
cuenta que se trataba de una ciudad de mil años de tradición y un
potencial cultural enorme y, por otro lado, de una ciudad que está casi
ahogada por la avalancha de turistas que cada día vienen a verla. No ha
sido nada fácil elaborar en estas circunstancias un programa que nos
distinguiera.
A pesar de todo, hemos intentado encontrar un
equilibrio entre lo que el espíritu de Praga convirtió en elementos
constantes y fácilmente reconocibles de la vida cultural, lo que está
convirtiéndose en unas tendencias firmes para el futuro y que, según
creemos, debe resaltarse, y también lo que le pueda dar a la atmósfera
de Praga un brillo singular y excepcional en esta única ocasión del año
2000, que significa el cambio de milenio.
HELSINKI
Georg
Dolivo, director de la Fundación Ciudad de la Cultura, decidió que
Helsinki, siendo la Ciudad Europea de la Cultura, tiene dos objetivos
por realizar: mejorar la calidad de la vida de sus habitantes y
promocionar la cultura finesa en la conciencia internacional. Entre las
ideas principales de las celebraciones varias veces vuelven el mar y la
naturaleza. Los puntos culminantes de todo el programa son La Iglesia de Nieve, Find: Diseño Finés 2000, Art-Genda,
Peces y Barcos -inauguración de la temporada náutica-,
eventos dedicados a la memoria de J. J. Sibelius y, por supuesto, KIDE
—bien conocido a los habitantes de las nueve Ciudades Europeas de la
Cultura. Los autores del programa no se han olvidado del gran invento de
los fineses que ha sido la sauna. Aprovechando la libertad de
expresión propia de Escandinavia, Helsinki propone, asimismo, un enfoque
totalmente distinto del arte tradicional: las imágenes del ciclo Ecce Homo recuerdan los cuadros de los Maestros Antiguos, pero representan a Cristo con el maquillaje del hombre contemporáneo.
En julio de 2000, en la Plaza del Senado, se celebrará el Festival FeStadi,
lleno de tangos, jazz, rock y música para el Día del Niño, que
culminará en una fiesta de baile y música. Asimismo, podrá verse la
exposición fotográfica Spiritus Europaeus. Los Rostros del Viejo Continente,
que presenta la diversidad de las caras de Europa. Muchos
acontecimientos se han organizado en cooperación con otras Ciudades
Europeas de la Cultura.
Uno de ellos es ArtGenda, que une a
los jóvenes artistas y científicos de 17 ciudades bálticas que enseñarán
sus proyectos cuyo tema común es la Ciudad, su identidad, la realidad
de los espacios urbanos y al artista, percibido como su médium. Gracias a
otra iniciativa común, los habitantes de Helsinki tendrán oportunidad
de admirar una exposición de Belenes Cracovianos.
BOLONIA
Siglos
del arte, un tejido de torres, portadas y plazas donde late la vida —
en Bolonia se cruzan el pasado, el presente y el futuro. Es una de las
ciudades más bonitas de Italia, sin duda merecedora del título de la
Ciudad Europea de la Cultura del año 2000 que le fue concedido. El
programa de las celebraciones consta de 300 conciertos, 230
exposiciones, 300 presentaciones, 175 conferencias, 125 talleres y más
de 2000 horas de diversión. Para rendir homenaje a la vocación histórica
de Bolonia -un cruce de las rutas de comunicación europeas- los eventos
del año 2000 tendrán por el lema principal la comunicación. El proyecto
ha sido elaborado por un comité científico, dirigido por Umberto Eco.
La iniciativa más ambiciosa comprende la reedificación de la antigua Lonja que va a convertirse en la biblioteca (mediateca)
más grande en Italia, el Portal de Multimedia que hará de
puerta de entrada a todas las fuentes de información.
Entre los acontecimientos más importantes del programa Bolonia 2000 destaca la exposición Los príncipes etruscos entre el Mediterráneo y Europa,
dedicada a varias cuestiones claves para la historia de la cultura
occidental. La exposición presenta las estructuras económicas y sociales
de la aristocracia etrusca e itálica en los siglos VIII—VI a. C.
Un carácter distinto tendrá la Danzeduemila
-festival internacional de la danza contemporánea- que permitirá
contemplar a Pina Bausch, Trisha Brown, Wim Vandekeybus, Alain Platel y
el grupo Aterbailetto. El Jazz Crossing ofrecerá, a su vez, una
ocasión para escuchar conciertos de jazz y participar en talleres o
seminarios dirigidos por célebres músicos de jazz boloñeses. En el
proyecto titulado La cultura de la comida cabe una presentación de los vinos y platos típicos de la región y una conferencia internacional La cocina como un instrumento de identidad y de cambios. La exposición El país de motores
presenta la tradición de la motorización, tan fuerte en esta parte de
Italia donde se producen los famosos Ferrari y Lamborghini.