Troubadours, vol. 3 / Clemencic Consort
Marcabrun · anonyme · Raimon de Miraval · Jaufre Rudel



IMAGEN

medieval.org
Harmonia Mundi HM 398 (LP)
1978






A

MARCABRUN (vers 1150)
1. Vida  [1:10]
récitant, luth
2. L'autrier jost' una sebissa  [4:55]
ténor, sifflet, luth, tambour, tambour à grelots, crotales

ANONYME (vers 1200)
3. Novel amor  [12:10]
luth, flûte à bec, viéle, cornet à bouquin, tympanon, tambour-calice


B

RAIMON DE MIRAVAL (env. 1135—env. 1216)
1. Selh que non vol  [3:12]
vielle à roue

JAUFRE RUDEL (vers 1150)
2. Vida  [2:11]
récitant, flûte à bec
3. Lanquan li jorn  [18:21]
chant et vielle à roue


Sources: Biblioteque Nationale, Paris: Fonds frs. 844, 846, 12615, 20050, 22543



Les interprètes:
CLEMENCIC CONSORT
René CLEMENCIC

René ZOSSO, chant et vielle à roue
Frederick URREY, ténor
René CLEMENCIC, sifflet, flûtes à bec
Michael DITTRICH, vièles
Andras KECSKES, luth
Frantisek POK, cornet à bouquin, crotales
Esmail VASSEGHI, tympanon, tambour-calice, tambour, tambour à grelots
Yves ROUQUETTE, récitant




Enregistrement Harmonia Mundi, Ⓟ 1978
réalisé en l'Eglise de Palaja, juin 1977
Prise de son et montage: Alberto Paulin
Traduction française des Chansons des Troubadours et
transcription des Vidas en occitan moderne: Yves Rouquette © Harmonia Mundi
Illustration. Jongleur. Bibliothèque Nationale, Paris. Ms latin 1118, f. 111
Maquette: Relations
Distribuït per EDIGSA, Barcelona/1980






Durante la segunda mitad del siglo XI a lo más tardar, el mediodía francés se convirtió en la sede de un arte de canto profano importante, elaborado en la lengua del país. Esta lengua, llamada lengua de oc u occitano —a partir de su partícula afirmativa «oc»—, fue una de las raras lenguas vernáculas que llegaron a la categoría de literarias, gracias a los trovadores. Aún se habla hoy, ligeramente modificada, en el Languedoc, la Provence, el Limousin y la Auvergne.

Los poetas de esta escuela, que fueron también a menudo los inventores de las melodías de sus poesías, son llamados trovadores, troveros, inventores de poesías y de melodías. Este arte llega a su punto culminante a mitad(es) del siglo XIII; los acontecimientos políticos contribuyeron a ello en buena parte.

Las cruzadas, la cruzada Albigense y la anexión del país por parte de los franceses aniquilaron esta cultura autóctona.
Pero el arte de los trovadores influenció mucho otras culturas europeas, como la de España o la de Italia. Los «trouvères» franceses y los «Minnesanger» alemanes se inspiraron directamente de los trovadores. Dante fue un gran admirador de los trovadores. Encontramos en sus Canzone algunos versos en occitano.

El tema central de la poesía trovadoresca es el amor. Aún hoy es difícil de definir la concepción de amor cortés —donde intervienen los caracteres mágicos, arcaicos, místicos...— porque concuerda raramente con la noción más tardía del amor romántico. Pero nuestro vocabulario contemporáneo conserva aún las nociones de «cortés», «adoración», «adorador»....

La canción de amor de los trovadores es llamada cansó. Es un poema de muchas estrofas de costrucción rítmica similar. Al lado de la cansó, el sirventés, canción política y moral, toma a menudo melodías de aquella. Cercano al sirventés está el enueg (de enojo), una canción bastante tosca. La tensó es una disputa dialogada. El alba tiene como tema la separación de los amantes en el alba; la palabra alba termina cada estrofa. La balada y la dansa son canciones para bailar, con refrán. En el género de la poesía narrativa la pastorela ocupa un lugar aparte. En ella encontramos siempre el mismo esquema de acción: un caballero prueba en vano de seducir a una pastora o a una joven campesina a menudo muy espabilada.

Los Trovadores provenían de las divesas clases de la población. Entre ellos encontramos reyes, nobles, burgueses, vasallos, juglares, monies u obispos.

A diferencia de los trovadores, inventores de canciones, los juglares eran intérpretes profesionales. A veces los trovadores eran también los intérpretes de sus canciones, como también sucedió que los juglares aprendieron a trovar. Entre los trovadores y los juglares también había mujeres. La más célebre «trobairitz» es la condesa de Die.

Las vidas y razós (razones) que nos han llegado del siglo XIII y del inicio del XIV, eran recitados por los juglares como introducción de sus canciones. En ellos la fidelidad histórica está mezclada con la leyenda.

Las canciones eran a menudo interpretadas en el curso de alegres fiestas. En la narración en verso «Flamenca» de la primera mitad del siglo XIII, los juglares llegan después de la fiesta: «A continuación se levantaron los juglares, queriendo todos hacerse oír... Aquel que sabía un nuevo aire de viola, una canción, un lay, hacía lo que podía para pasar delante... Uno interpretaba el arpa, el otro la viola, uno la flauta, el otro el pífano... Uno recita unas palabras, el otro lo acompaña, uno toca la mandolina, el otro la cornamusa... Uno hace bailar las marionetas, el otro ha hecho juegos malabares con los cuchillos... Uno recita versos de Marcabrú y el otro los cuenta de Decale».

Es sobre todo la influencia morisca llegada de España la que ha modelado más o menos la técnica de ejecución de las canciones monódicas de los trovadores. En ocasión de la boda de los príncipes de España, los juglares eran tanto árabes como judíos o cristianos. La abadía de San Marital de Limoges, que tuvo un papel determinante en la cultura musical, usaba esclavos musulmanes. Por otro lado, debido a las Cruzadas, los trovadores y juglares fueron influenciados también por la música y los instrumentos árabes.

DR. RENÉ CLEMENCIC