El Grial  /  Capella de Ministrers


Música y literatura medieval en torno al Santo Grial







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Licanus "Capella de Ministrers" CDM 1845

2018
[63:45]











El cuento del Grial
Chrétien de Troyes (c.1150-c.1183)
Persevaus   1. Atressi con Persavaus   [2:34]   Rigaud de Berbezilh
Blancaflor   2. Danse & estampie   [2:26]   Manuscrit du Roi
Tristán   3. Ahi!, Amours   [3:28]   Conon de Béthune
La guerra   4. Lamento di Tristano   [4:57]   London Ms.


El Rey Arturo y la gran historia del Grial
Robert de Boron (c.1190-1210)
Perceval   5. D'amors  |  Lamento de Perceval   [2:47]   Chrétien de Troyes
Merlín   6. Ductia   [2:43]   Harley Ms., London
La Cuarta cruzada   7. Seigneurs, sachiez qui or ne s'en ira   [3:47]   Thibault de Champagne
Palestina   8. Palästinalied   [5:07]   Walther von der Vogelweide


De Perceval a Parzival
Wolfram von Eschenbach (1170-1220)
San Miguel el Alto   9. Cantiga de Toledo. CSM 212/12   [2:04]   CSM 212  /  CSM 12  —  ( + CSM 106 )
Tristán e Isolda   10. Ich lobe ein wip   [3:23]   Der Tanhuser
Lapis exilis   11. Meie, din liechter schin   [5:46]   Neidhart von Reuental


El significado del Grial
Hélinand de Froidmont (c.1160-1230)
Lanzarote y Ginebra   12. Estampie Royal   [3:40]   Manuscrit du Roi
La búsqueda del Santo Grial   13. Diu maget trurec;   [3:17]   Wolfram von Eschenbach
La muerte de Arturo   14. Chanterai por mon coraige   [4:48]   Guiot de Dijon
Pantocrátor   15. Dregz de natura   [2:55]   Matfré Ermengau
Chronicon   16. Karitas habundat   [2:54]   Hildegard von Bingen


Virtut apurar no’m fretura sola
La Corona de Aragón (c.1123-1458)
Lilzáhira   17. Los set gotxs recomptarem   [5:21]   Llibre Vermell   LV  5
Tirant lo Blanch   18. Ung lanceman a tout   [5:35]   Montecassino
El Siti Perillós   19. Sola vos (Contrafacta)   [3:02]   Cancionero de Estúñiga












La propuesta musical que presenta Capella de Ministrers escapa de la leyenda y la literatura medieval para conectar directamente al público con el verdadero sentido del Grial. Un recorrido por las músicas que conforman el camino que recorrió a través de los siglosdesde las canciones de cruzadas, los cantos de centros de peregrinación o el reflejo de la literatura medieval en la música, hasta el simbolismo emblemático que adquirió con Alfonso el Magnánimo.

Capella de Ministrers recopila música y poesía de la Edad Media en torno a Chrétien de Troyes, Robert de Boron, Wolfram von Eschenbach y Hélinand de Froidmont. Se trata de una música y una poesía de una temática vinculada al Grial que nos invita a encontrar su significado como búsqueda personal desde el conocimiento de nuestro pasado mediante la recreación musical.

Con obras de Rigaut de Barbezilh, Conon de Béthune, Walter von der Vogelveide, Tanhuser, Neidhart von Reuental, Guiot de Dijon, Hildegard von Bingen y del Manuscrit du Roi, Montecassino, Llibre Vermell o el Cancionero de Estúñiga.




CAPELLA DE MINISTRERS
Carles Magraner

Maria Jonas — trobairitz, canto & symphonya
Carles Magraner — viella, viola & rabel
Robert Cases — laúd, arpa, cítola & vihuela de péñola
Eduard Navarro — oud, cornamusa, duduk & paku
David Antich — flautas & aulos
Pau Ballester — percusión





Textos: Amadeo Serra y Carles Magraner

Disco grabado por "dbc studios" el 17, 18 y 19 de septiembre de 2017
en la iglesia de Santa María de Requena (Valencia)
Ingeniero de sonido, mezclas y edición: Jorge García Bastidas (dbc estudios)

Diseño y maquetación: Annabel Calatayud
Portada: Chalice of Saint John the Evangelist, Hans Memling © National Gallery of Art


Depòsit legal: V-2285-2018
www.capelladeministrers.es










En busca del Grial
© Amadeo Serra Desflis


Mucho antes de que se convirtiera en un motivo esotérico o un artificio propio de las novelas y películas de éxito masivo, desde el Código da Vinci a Indiana Jones, el Grial era un tema legendario del que se contaron historias en los siglos centrales de la Edad Media. Las gentes oyeron hablar de él y tuvieron que figurarse su forma hasta que Chrétien de Troyes lo convirtió, a finales del siglo XII, en el centro de una historia pensada para ser escuchada, pero también para ser leída y protagonizada por un caballero inconsciente: Perceval o el Cuento del Grial. Descrito como un objeto tan precioso como misterioso, en torno a él pronto giraron otras historias y leyendas. Perceval no supo reconocerlo y, lo que es peor, no se atrevió a preguntar qué era aquel plato ancho y poco profundo, de rica apariencia, lo que lamentaría y le conduciría por un camino difícil de preparación y búsqueda. En aquel primer grial de la literatura medieval se unían seguramente tradiciones célticas de una fuente de abundancia en forma de plato y simbolismo cristiano, como la lanza sangrante, que recuerda la clavada en el costado de Jesús, pero el segundo aspecto acabará imponiéndose.

Al calor del espíritu de las Cruzadas, que pretendían recobrar el dominio cristiano de Palestina, la Tierra Santa, la búsqueda del Grial se identicó con la recuperación del cáliz de la Cena de Cristo, confiado a José de Arimatea y llegado a la lejana Bretaña en tiempos remotos. Como tal, contenía el misterio de la redención y la vida eterna, era no menos un objeto místico que un vestigio sagrado. El Grial no era una reliquia más, como aquellas que se veneraban en los tesoros de iglesias y monasterios, porque exigía de quien lo hallase una perfección sin tacha que implicaba apartarse de amores y aventuras caballerescas. Tales renuncias provocaban lamentos de caballeros y damas, víctimas del ideal del amor cortés, pero eran necesarias para lograr la promesa de salvación que encerraba el Grial. Así parece exhibirlo la Virgen María en el ábside de san Clemente de Taüll a los pies de la imagen imponente de Cristo en majestad.

El rey Arturo y sus nobles caballeros no podían, pues, tener más alta misión que hallar el Grial y ya en el siglo XIII la búsqueda se convierte en la gran empresa de los mejores. Los amores de Lancelot y la reina Ginebra impiden que el primer caballero del rey sea digno de alcanzar la meta. Boores, Perceval y Galaad se aproximarán al castillo del Grial, pero sólo el tercero de ellos, el hijo de Lancelot, lo logrará y será digno de ocupar el sitio reservado para el caballero simpar: el siti perillós o asiento ardiente en la Tabla Redonda. Para entonces el camino importa tanto como el objeto perseguido, pues el Grial se convierte en imán que atrae al caballero por la senda de la superación de las pruebas, el sacrificio del amor y de cualquier aventura que no sea la propia búsqueda.

Así el Grial se desdibuja en su forma de copa, cáliz o escudilla y se convierte en meta del perfeccionamiento caballeresco, en objeto de búsqueda permanente, casi inalcanzable. Es el motor de una conversión interior del caballero, como ya sucede en el Parsifal de Wolfram von Eschenbach, que le lleva a plantearse las grandes preguntas y le mueve a reunir con el valor y el esfuerzo el ansia de redención.

Hacia el final de la Edad Media, cuando los turcos amenazan Constantinopla parece que el ideal de las cruzadas se desvanece como un sueño y del Grial quede una memoria vaga, pero el motivo retorna con fuerza. Tirant lo Blanch encarna el ideal de la cruzada para salvar Constantinopla y de caballería intachable mientras Alfonso el Magnánimo exhibe con orgullo el siti perillós como divisa caballeresca que enaltece sus hazañas: Virtut apurar no'm fretura sola. La imaginación y la fantasía se entremezclan con la realidad histórica: la reliquia del Santo Cáliz se deposita en la catedral de Valencia y al poco tiempo la vieja capital imperial cae en manos turcas; las hazañas de los caballeros se contarán en novelas y el Grial se convertirá en mito de la búsqueda inacabable, del misterio que nunca se descifra del todo. Buscando en su interior, cada persona persigue su propio Grial de conocimiento y superación, al que no es preciso dar forma ni identificar con un objeto misterioso, porque el camino se hace al andar en pos del propio destino.