Laúd andalusí  /  Omar Metioui








A CD to purchase without any hesitation; Omar Metioui plays marvelously.
— medieval.org
Sony "Hispánica" SK 60 077

1997


[67:11]






Tab‘ s-Síka
1. Taqsím [7:03]

Tab‘ al-Hiyáa al-kabír
2. Bugya [2:21]
3. Twíshya de la Núba [2:11]
4. Taqsím [4:41]
5. Twíshya de la San‘a [1:59]

Tab‘ al-Istihlál
6. Taqsím [12:27]
7. San‘ as Dary [4:17]

Tab‘ ‘Iráq al-‘Ayam
8. Kursí Basít [2:25]
9. Taqsím [11:35]
10. Twíshya de la Núba [2:05]

Tab‘ s-Sáhlí
11. Taqsím [8:24]
12. Muwwál ‘Muéstrales altivo y coqueto’ (Ibn al-Fárid ) [7:43]





Omar Metioui, ‘úd - laúd

Saad Temsamani, canto
Ahmed al-Gazi, darbuka
Abdeslam Sefiani, tar




Sonido: TYREL. Luis Carlos Esteban y Javier Coble
Grabado del 16 al 18 de Junio de 1997
en el Refectorio de Hermanos Conversos del Monasterio Cisterciense de Santa María de Huerta, siglo XII, Soria-España

Producción: Eduardo Paniagua
Maquetación gráfica: Luis Vincent
Foto de portada: Miniatura de Libro de Juegos de Alfonso X el Sabio

© & ℗ 1997 Sony Music Entertainment (Spain), S. A.










El laúd andalusí de Omar Metioui


Omar Metioui, con su introspección en el estilo de los antiguos maestros de principios de este siglo, herederos de la tradición andalusí y accesibles mediante antiguas grabaciones de radio, y con su virtuosismo, esta devolviendo al laúd la importancia que tuvo históricamente este instrumento en la música hispano-árabe. Los instrumentos de cuerda frotada, y especialmente el violin, han tomado recientemente el protagonismo en la orquesta árabe.

El laúd es citado en infinidad de poesías de los "diwanes" de los poetas y músicos medievales. Enardece a los oyentes con su llena soledad acompañando a la voz humana. El sonido del laúd es la música imaginaria de placenteras reuniones en jardines, plazas y palacios, fondo iconográfico de la literatura, las ciencias y la vida árabe.

Omar Metioui en ocasiones mima el laúd como un niño en sus brazos, y en otras hiere con su plectro las cuerdas haciéndonos recordar el poema de Al-Mutamid, emir de Sevilla 1023.

"Tañía las cuerdas de su laúd y era como si oyese
los tendones de los cuellos al ser cortados"

Trad. M J. Rubiera Mata

Eduardo Paniagua







‘Úd - Laúd

El úd es el símbolo de la música árabe sabia antigua y moderna


Concordancia entre las cuerdas del úd con los elementos cósmicos
y las diferentes manifestaciones psico-fisiológicas del hombre:
(Mahmoud Guettat)


NOMBRE de la CUERDA
COLOR
ELEMENTO CÓSMICO
TEMPERAMENTO HUMANO

zir
amarillo
fuego
bilis
mathná
rojo
aire
sangre
cuerda de Ziryáb
rojo oscuro
(vida)
(alma)
mathlath
blanco
agua
flema
kamm
negro
tierra
atrabilis






Breve historia del ‘úd

Sá'ib Khathir (m. 683, época Omeya) sería el primer músico de Medina que acompañó su canto con este instrumento. Zalzal (m. 791) introdujo innovaciones en su factura y lo designó con el nombre de 'úd al-sabbút, que sustituyó al antiguo 'úd arabe Mizhar (tapa armónica de piel) y al 'úd iraquí introducido por al-Nadr. Este instrumento vivió una revolución en su forma, en su ejecución y en su repertorio gracias a Ziryáb, que tuvo que abandonar Bagdad para instalarse en Cairuán (822) y más tarde en Córdoba, capital de Al-Andalus durante el periodo de los Omeyas españoles.

Entre los inventos de este genio fundador de la escuela andaluza de música podemos contar:
- Añadido de una quinta cuerda "roja como la sangre" entre la segunda y la tercera cuerda del 'úd, que reforzó los cuatro humores, representó al alma y simbolizó la vida.
- Reducción de un tercio del peso del 'úd gracias a una adecuada selección de materiales.
- Preparación especial de las cuerdas: las dos primeras cuerdas (zír, mathná) estaban hechas de seda hilada en agua fría, muy tensadas, flexibles sin estar blandas. La tercera y la cuarta cuerda (mathlath, bamm) estaban hechas con intestinos de cachorro de león, lo que las hacía más melodiosas con una sonoridad clara y densa, un uso duradero y mayor resistencia a los cambios de temperatura.
- Sustitución del plectro (mizrah, çd'e) de madera por plectro tallado en una pluma de águila para que fuera mas fácil de tocar y para enriquecer la intensidad de los sonidos, rozando con suavidad y agilidad la superficie de las cuerdas.

Bautizado como el rey de los instrumentos, el 'úd fue el modelo para el estudio de la teoría musical árabe (al-Kindi. s. IX), y el instrumento básico para la composición y el canto.


Expansión del ‘úd en Europa

El laúd es uno de los regalos que ha hecho la civilización islámica a la civilización cristiana

EI 'úd se propagó en el continente europeo durante la conquista de Andalucía y Sicilia y mediante las Cruzadas. El laúd europeo viene directamente del úd árabe, lo que explica el reflejo de este nombre en la denominación de este instrumento en todas la lenguas europeas: Francia (Luth), Alemania (Laute), Inglaterra (Lute), Italia (Laiuto, Liuto, Leutó), Espana (Laúd), etc. El siglo XVI se considera el Siglo de Oro del laúd europeo. Hasta el siglo XVIII el laúd era un instrumento básico en Europa y fue muy apreciado en todas las cortes. Mas tarde perdió importancia en favor del piano, que respondía mejor a las nuevas exigencias de la música polifónica, al desarrollo de la armonía y que tenía un registro que cubría la extension de todas las voces. El laúd es el instrumento históricamente mas documentado y, desde la epoca medieval, su representación iconografica en Europa es muy abundante (Arqueta de Leire de Faray, hijo de Almanzor 1004, las Cantigas de Santa Maria y Libro del Ajedrez de Alfonso X, siglo XIII, etc.).


Organología del úd

La forma estándar del laúd es piriforme abombada. La caja de resonancia (qaç'a, recipiente) es de una longitud aproximada de 60 cm. hecha de aros (dulú´) de madera de nogal, de arce o de palisandro de la India, cuyo número varía entre 17 y 23. La caja esta recubierta de una tapa de madera blanca (wajh, rostro) que lleva de uno a tres rosetones calados. Entre los rosetones y el cordal hay una placa pegada a la tapa que sirve para proteger a esta de un posible choque del plectro. Las cuerdas están fijadas al tensor (mehl, peine) que está pegado a la tapa armónica a 10 cm. del borde. El mástil ('unq) plano, que tiene alrededor de 20 cm. sin trastes, lleva la cejilla ('anf, nariz) por encima de la que pasan de 8 a 12 cuerdas emparejadas (antes de tripa y de seda, actualmente de nylon e hiladas en seda de nylon), el plectro esta hecho de cuerno de algún animal o de material plástico.


Afinación del ‘úd

La afinación del 'úd se hace por intervalos de cuartas para las cuatro primeras cuerdas y existen variaciones para la quinta y, eventualmente, la sexta cuerda según los modos y según las regiones:

'Úd 1 de esta grabación (afinado medio tono más bajo):




‘Úd 2 de esta grabación (afinado un tono más alto):




En el Magreb se conservan por lo menos tres tipos de laúdes: el 'úd sharqí (Magreb, Oriente, Turquía), el 'úd árbí (Túnez) y la kwítra (Argelia). Tifáshí (s. XIII) atribuye a Ibn Báya — Avempace, (Zaragoza 1070, Fez, 1138) — la afinación específica por quintas abrazadas, del úd andaluz-magrebí que actualmente tienen el 'úd árbí y la kwítra.

Esta lámina extraída de una obra de Bou'çámi (Marruecos, s. XVII) que indica la notación musical fundamental del 'úd, nos proporciona información sobre este tipo de afinación por quintas abrazadas:






Papel de la improvisación en la música árabe-musulmana

La formación que recibe el músico en la zona geográfica que comprende la civilización islámica es muy diferente del concepto occidental de la enseñanza musical. En efecto, según las técnicas desarrolladas por el eminente Ziryáb, desde nuestra iniciación en este arte combinamos el aprendizaje de los modos (tab‘, aqám), de los ritmos (íqá‘, mizán), de la improvisación, del canto, etc... Así se lleva a cabo el desarrollo de una memoria multidireccional, contrariamente al aprendizaje occidental que lleva o cabo una parcelación de la materia musical.

El gran tañedor de laúd iraquí Munir Bachir describe así el espíritu de la improvisación (taqsím):
"En el momento en el que cojo mi ‘úd todavía no sé lo que voy a tocar. El plectro roza las cuerdas con suavidad y serenidad. Tocando nunca se repite la melodía que acabade crearse, ahí es donde empieza el viaje musical. Entro en lo más profundo de mí y exploro el pasado lejano de la historia de mi patrimonio personal. La improvisación y mis creaciones musicales espontáneas surgen en una profusión de formas de color con propósitos rítmicos libres, lejos de las obligaciones del gusto y de las estructuras estáticas establecidas... "

Elección de las obras

Esta seleccion empieza por un taqsím Síka (1). Este tab‘ (modo) de MI es muy apreciado en España porque se encuentra también en el flamenco (soleá) y en otros generos tradicionales. Este modo transmite sentimiento de nostalgia y nos recuerda que el ser amado está lejos.

La segunda parte se basa en tab‘ al-Hiyáz al-Kabír que contiene un intervalo aumentado que resulta familiar a la música española: MI bemol-FA sostenido, sin embargo como las escalas andaluzas no están temperadas, el bemol esta aumentado en algunas comas y el fa sostenido es un poco más bajo. La bugya (2) nos introduce en el ambiente del tab‘ trazando un esquema de este modo. Con un ritmo binario vivo y alegre la twíshya (3) sirve de preludio para el extenso ciclo de san‘a (canciones) de una núba. El taqsím (improvisación) (4) en este modo de RE es una invitación a la alegría y a la búsqueda de la compañía amorosa. La segunda twíshya (5) de este bloque evoca un tema de danza.

El taqsím siguiente (6) se toca en el tab‘ al-Istihlál, que tiene cierto parecido con el modo occidental de DO Mayor. Este tab‘ nos introduce en el mundo de las intrigas y las complicidades nocturnas. Las san‘as (7) instrumentales pertenecen al cuarto movimiento de la núba al-Istihlál, dary con un compás de 4/4.

El kursí instrumental (8) pertenece a una san‘a del primer movimiento de la núba ‘Iraq al-‘Ajam. Con un compás de 6/4, nos recuerda extrañamente a una marcha fúnebre. Para interpretar el taqsím perdido de este modo (9) nos hemos inspirado en la bugya de la núba ‘Iraq al-‘Ajam, en el tema musical de la msháya l-kbíra, del inshád del tab‘, etc. Es un trabajo de investigación, que debe ser aplicado a otros tubú‘ que han perdido su taqsím y su muwwál (improvisación vocal). La twíshya (10) de la núba se interpreta, en principio, después de la bugya. Este tab‘ eleva el alma humana y la prepara para hacer el bien y amar al prójimo.

El taqsím (10) en el tab‘ s-Sáhlí sirve de preludio para la entrada de la voz. Desde hace miles de años, el ‘úd ha sido el compañero fiel de la voz árabe. Con el fin de poner en evidencia este hecho; hemos querido cerrar este CD con la aparición de un elemento nuevo y querido por todos los pueblos del mundo, la voz humana. El tab‘ s-Sáhlí está emparentado con el maqám Nahawand Oriental (Nihavent en Turquía) y con la escala de Do menor occidental. Produce un fuerte impacto en el alma humana. Este modo expresa una profunda tristeza y provoca en nosotros una melancolía que nos lleva a una profunda meditación sobre la vida y la muerte.

Sin embargo, llamó nuestra atención la similitud entre este tab‘ y la canción popular "La hija de Juan Simón" majestuosamente interpretada por el famoso cantante español de flamenco Juanito Valderrama, así como la famosa canción "Campanilleros" de la Niña de la Puebla, que también se aproxima a este modo.

Omar Metioui









Decía Ivan Moody en el muerto e insepulto Goldberg, parafraseando un poco los textos del libreto:

No tengo más que elogios para Sony por su inclusión de música andalusí en su colección Hispánica, complementando grabaciones de canto medieval, polifonía y la serie de Cantigas, que aún continúa. El disco de Omar Metioui de música para 'ud (laúd) es una destacada contribución. Podemos encontrar a este intérprete en otros dos volúmenes: Música Andalusí (SK 62262) y Obras Maestras del Canto Andalusí (SK 60076). Eduardo Paniagua, en sus notas introductorias a este disco, escribe: "Omar Metioui, con su introspección en el estilo de los antiguos maestros de principios de este siglo [...] está devolviendo al laúd la importancia que tuvo históricamente este instrumento en la música hispano-árabe." Y al escuchar una interpretación de este calibre nos preguntamos cómo es posible que este instrumento haya perdido terreno por completo.
La primera pista, un taqsim Sika (Metioui explica que está en el mismo modo que la soleá del flamenco) es un ejemplo de asombrosa riqueza sonora y de impresionante virtuosismo. Virtuosismo que destaca aún más en la siguiente pieza, un bugya de rápidos pasajes. Pero este disco no es una exhibición de mero virtuosismo. Hay alegres danzas (twisya) y nostálgicas piezas meditativas de gran complejidad que llegan al alma, como el taqsim de la pista 4 (al-Hiyáz al-Kabír) o el de la pista 6 (al-Istihlal). La pieza nº 7 (San' as Dary) nos hace pensar en música medieval: una cantiga o una danza instrumental italiana.