Al Ála Al-Andalusiyya
/ Omar Metioui
Núba al-Hiyáz al-Mashriqí · Núba ’Iráq
al-’Ayam
medieval.org |
spotify.com
Pneuma PN-150
1998
[61:34]
Núba al-Hiyáz
al-Mashriqí
1. Bugya [2:45]
2. Twíshya 1 [7:01]
3. Inshád 1, Tawíl. Alá yá
Nadíman [1:55]
4. Twíshya 2 [2:09]
5. Twíshya 3 [1:45]
6. Twíshya 4 [1:00]
7. Inshád 2, Inqiláb ar-Ramal. Yá
gazálan bi-l-Himá [1:58]
8. Twíshya 5 [0:36]
9. Twíshya 6 [2:40]
10. Inshád 3, Tawil. Alá yá munshida
Hamdán [2:03]
11. Twíshya 7 [3:21]
Núba ºIráq
al-ºAyam
12. Bugya · Twíshya [3:06]
13. Inshád 4, Mutaqárib. Ra'aytu
l-hilála [1:49]
Mizán Btáyhi
14. San'a Futintu min nazra [7:12]
15. Taqsím ºúd [1:52]
16. [7:07]
Sanºa Yá qawmí hayarní
Sanºa Qalbí man yurídak
17. Muwwál Tih dalálan [8:08]
18. [5:34]
Sanºa Sakirná wa táb shurbuná
Sanºa Yá warda z-zawán
Sanºa Qadru l-kalám
OMAR METIOUI
ENSEMBLE
Omar Metioui
Omar Metioui: 'Úd, Voz
Mohamed Aroussi: Violin, Voz
Hasan Ajyar: Voz
Abedelhamid Al-Haddad: Voz
Said Belcadi: Voz
Abdeslam El Amrani Boukhobza: Tár, Voz
Ahmed Al Gazi: R'báb
Hajjaj Mohammed: Úd 'Arbí
Abderraja Aroussi: Viola
Abdeslam Nayti: Qánún
Abdelouahid Acha: Náy
Mohamed Agdour: D'rbúga
Traducción de textos: Pablo Beneito, Manuela Cortés y Cecilia Twinch
Sonido: Luis Delgado • Masterizado: Hugo Westerdhal • Diseño gráfico: Luis Vincent
Grabado el 28 y 29 de Septiembre de 1998 en el Palacio de las Instituciones Italianas
“Mulay Hfid”, Tánger, Marruecos
Agradecimientos: Dolores Gavira (Instituto Cervantes, Tánger), Felisa Sastre (ICMA) y Cónsul de Italia en Tánger
Producción: EDUARDO PANIAGUA
Al-Andalus, una
herencia arábigo-española
Andalucía
tiene una historia medieval brillante y única en todo el mundo
occidental. Lugar de encuentro de civilizaciones y sede de creencias
diversas ha sabido amalgamar, sintetizar y crear una
civilización nueva en la Europa del siglo VIII, basada sobre
valores científicos y morales que aspiraban a ser universales.
La civilización hispano-árabe, hasta la caída de
Granada en 1492 y la salida de los últimos moriscos en 1609
hacia África del Norte, ha impregnado de su influencia a todas
las regiones, tanto del norte como del sur, de la península
ibérica.
La tolerancia de costumbres y religiones bajo el reinado
musulmán fue respetada durante algún tiempo por las
monarquías cristianas. Numerosos sabios árabes y
judíos siguieron viviendo y trabajando en las cortes
españolas. Un ejemplo tardío lo ilustra el moro Ayaya
Fisteli, nombrado por Isabel la Católica caíd (alcalde)
de los juglares de Granada el 13 de Febrero de 1492, para organizar y
fiscalizar (tarcón) las agrupaciones musicales moriscas.
A pesar de la ceguera encarnizada que destruyó los aportes en el
urbanismo, agricultura, ciencias y técnicas en las que
destacaron los andalusíes durante más de ocho siglos en
la península ibérica, se pueden encontrar trazos
indelebles en el legado material dejado por la civilización
arábigo-andaluza.
Ejemplo de esto es la utilización de palabras, frases, refranes
y cuentos, donde la forma exterior de raíz latina está
ligada al modo de pensar y sentir propio de la cultura
árabe-musulmana. Esta observación se puede verificar en
los dominios de las relaciones afectivas y amorosas, en el pensamiento
religioso y filosófico, en la sabiduría popular y en el
modo de descifrar el humor y las relaciones humanas, en los giros
idiomáticos referentes a Dios, así como las actitudes
corporales y los movimientos gestuales de los españoles.
Este legado inmaterial de Al-Andalus es difícilmente perceptible
y no puede ser fotografiado como un monumento arquitectónico.
El insistir en este aspecto escondido del legado andalusí es
porque a menudo está relegado a segundo plano y tiene mucho que
ver con el mundo de la música. Musicólogos
españoles y magrebíes comienzan a estudiar las
similitudes entre sus músicas tradicionales.
Aún siendo muy discutida la interrelación entre la
música andalusí y el flamenco, hemos podido establecer
algunas similitudes entre el muwwál Sika
(improvisación sobre el modo Sika) y la soleá. Entre el muwwál
Sáhlí y la milonga. Los términos
bulería, zambra, jota, siguiriya, fandango... derivan de
palabras árabes. En Galicia un género musical se conoce
por alalá, mientras que para el repertorio de las
núbas al-ála significa música instrumental.
Al escuchar una saeta recordamos el canto del almuédano (muezzin)
desde la altura del minarete de una mezquita recitando el Corán (tajwíd).
La profundidad del martinete nos acerca al desgarramiento del
corazón de las mujeres enamoradas del campo del Magreb ('ayyú')
o la majestuosidad del inshád (canto solista libre
codificado en las núbas). La interjección olé,
como transformación de la expresión "Alláh".
Las vocalizaciones tran-tran-trao del martinete o tiri-ti-tan-tan-trao
de las alegrías recuerdan a las llamadas tarátin
del repertorio de las núbas.
AL ÁLA
AL-ANDALUSIYYA
Las obras interpretadas pertenecen a dos modos: Al-Hiyáz,
Al-Mashriqí e 'Iráq al-'Ayam.
1. Núba Al-Hiyáz Al-Mashriqí
Esta núba es la novena en el cancionero (Kunnásh
al-Ha'ik, 1800), recopilación de la poesía de las once
núbas que constituyen el patrimonio musical marroquí
andalusí-magrebí, conocido por el nombre de "al-ála".
Al-ála significa "instrumento" en diferenciación
con el otro repertorio musical as-samá' que designa la
música vocal de las cofradías religiosas (záwya).
La núba es un conjunto de obras musicales, vocales e
instrumentales, relacionadas sobre un modo (tab') principal que
le da su nombre, y que se ordena dinámicamente por diferentes
movimientos rítmicos (mizan).
El nombre de esta núba está relacionado con el
lugar de peregrinación del Islam (hiyáz) en
oriente (mashriq), y es característico de este modo,
basado sobre la nota Re, el famoso intervalo de la segunda aumentada
(Fa sostenido-Mi bemol), que para el oído occidental suena a
exotismo oriental. Esta núba es la única que
tiene siete preludios instrumentales (twíshya) unidos por
un "ritornello", y que son muy populares en Marruecos, conocida por el
nombre at-tawáshi as-sab', "los siete preludios".
La bugya es una pieza instrumental con ritmo libre que posee
una trama melódica fijada por la tradición. Sirve para
mostrar las notas fundamentales del modo con sus inflexiones y adornos,
y sumerge al auditorio en el ambiente especial de este modo
concreto. Este efecto sobre el auditorio es llamado por los
teóricos (ta'tir at-tubú' fi at-tibá') el
efecto de los modos sobre el temperamento humano. Esta teoría se
remonta a la época greco-helénica que posteriormente fue
desarrollada por los sabios árabes Al-Kindí,
Al-Farábí, Ijwán as-Safa', entre los siglos nueve
y diez. En Al-Andalus, esta ciencia introducida por el maestro persa
Ziryab en el siglo IX, será desarrollada por el gran
músico andalusí Ibn Bayá (Avenpace) del siglo XII.
La twíshya es una pieza instrumental con ritmo utilizada
como preludio de la núba, o del mizan
(movimiento rítmico), o de la san'a (canción).
Los inshád insertados entre las twishya sirven
para dar un elemento musical nuevo que hace intervenir al canto
solista. Tiene ritmo libre y su trama melódica también
quedó fijada por la tradición con función similar
a la de la bugya.
Los ritmos de esta núba son variados y difíciles
de definir. El percusionista debe seguir las inflexiones de la
línea melódica y acentuarla según su propia
sensibilidad, sin modificar la base rítmica trasmitida por la
tradición oral.
2. Núba 'Iraq al-'Ayam
Es la núba número 10 de la clasificación de
al-Ha'ik. Este modo se basa en la nota Sol y tiene Fa sostenido en su
armadura.
Según al-Wansharísí (s. XVI) este modo es uno de
los seis derivados del modo raíz Dayl. Debe ser
interpretado al mediodía, a continuación del modo r-Rásd.
Su elemento es la tierra, su humor el atrabilis y su estación
del año apropiada el otoño.
Al-Ha'ik remarca la "dulzura de este modo y la belleza de su
melodías. Sus efectos revalorizan los sentimientos de felicidad
y alegría, alejando la pena y la fatiga que pesan sobre el alma,
insuflando la energía positiva necesaria para la honestidad y el
bien hacer. Todo aquel que tenga altos valores morales no puede
permanecer indiferente a la escucha de las melodías de este modo
'Iráq al-'Ayam que hace vibrar el espíritu del
melómano induciendole a un estado de emoción (tarab)".
Para la selección de esta grabación se ha elegido el Bta'yhi,
tercer movimiento de los cinco de la núba.
Después de la bugya y la twíshya
(preludios instrumentales), la canción (san'a) Futintu
min nazra tiene un ritmo lento de 8/4. El taqsim
(improvisación) de laúd vuelve a tomar el aire del modo
con un desarrollo libre y un tiempo diferente al de la bugya.
El arte de la improvisación permite al intérprete
expresar sus propios sentimientos dentro del ámbito emocional
del modo musical.
Las siguientes canciones aceleran el ritmo reduciendo su medida (dawr)
al 4/4. En el muwwál, que es un canto libre para voz
solista, el acompañamiento de los instrumentos crea un soporte a
la voz al mismo tiempo que un ambiente de rivalidad y complicidad entre
el solista vocal y los instrumentistas. El auditorio expectante durante
el muwwál disfruta de los momentos más secretos
del arte de la improvisación de la música andalusí.
En las últimas canciones el ritmo se acelera más y
más, llegando al paroxismo en su final que es denominado por la
"jerga" de los teóricos como (gafla) cierre.
OMAR METIOUI
Traducción: E. Paniagua