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Pneuma «Colección Histórica (Canto
gregoriano)» PN-060 / PN-061
1996 / 2004
1. Pueri [8:08]
Pueri Hebraeorum
De solemni palmarun processione. De dístributione ramorum.
Antífona 1° tono
2. Creator [8:16]
Veni Creator Spiritu
In Festa Pentecostes. Hymno 8° tono —
Atribuido a Carlomagno
3. Dulcis [5:26
Jesu Dulcis memoria
Festum Sanctissimi Nomínis Jesu. Ad Vespears, Hymno 1° tono
Siglo XIII, San Bernardo de Clairvaux
4. Celestis [3:38]
Caelestis Urbs Jerusalem
In Dedicatione Eclesiae. Ad Vesperas, 1° tono, siglo VIII
5. O Adonai [4:23]
Antifona O
Antiphonae majores. Tempore Adventus
6. Rorate [6:08]
Rorate Caeli de super, et nubes pluant justum
Tempore Adventus, 1° tono
7. Lumen [3:28]
Lumen et revelationis gentium
In Purificatione B. Mariae Virginis. Vesperís. Antífona
8º tono
(Cántico de Símeón)
8. Pascalis [3:49]
Victime paschali laudes
Sequentiae. Dominica resurrectionis, 1° tono —
Wipo de Borgoña, ca 1050
9. Scandere [5:56]
Iste Confessor Domini
De Confessore Pontífice. Ad Vesperas Hymno 8° tono
siglo X, dedicado originariamente en honor de San Martín
10. Orbis Factor [3:22]
Kyrie missa Orbis factor
In dominicis per annum, 1° tono. Siglo X
11. Solis [7:43]
Solis ortus cardine
In Nativitate Domini, Ad Laudes. Hymno 3º tono —
Sedulio, siglo V
Eduardo Paniagua, flauta
Luis Fernando Vílchez, teclado
Luis Delgado, cántara, bendir, tabla y E-Bow
Idea original: EDUARDO PANIAGUA Y FRANCISCO CABALLERO (1924-2003).
Registros e instrumentación: E. PANIAGUA Y LUIS DELGADO
Programación digital y grabación: LUIS DELGADO, "El
Cometa". Enero-Marzo 1996
Posproducción: Raul Ros, Agosto 1996
Masterización: Hugo Westerdhal, Octubre 2004.
Teclados, generadores y procesadores de sonido utilizados en la
producción de este disco:
Roland D-70, Roland JD-800, Roland D50, Korg M-1, Korg Polysix, Korg
Monopoly, Korg Wavestation, Sequential Circuits Sixtrak, Alesis
Quadrasynth, Alesis D4, Alesis HR16, Kawai K-1, Paia Vocode 6710,
Digitech Vocalist VHM5, Proteus 1 XR, Proteus 2 Orchestral, Proteus 3
World, Oberheim Matrix1000, Cheetah MS6, Midi Guitar Casio MG500, E-Bow.
ECOS DEL ESPÍRITU *
MELODÍAS GREGORIANAS
Ecos del Espíritu es una recreación sobre las más
sugerentes melodías gregorianas. La armonización
básica la ha realizado Luis Fernando Vilchez en el viejo estilo
de acompañamiento al canto en las Órdenes religiosas. Con
ello está presente un profundo sentido místico y el
recuerdo de la liturgia cristiana.
Utilizando tecnología digital y diferentes recursos de estudio,
hemos moldeado estas melodías sobre la base de registros de
órgano. El órgano es el instrumento rey de la
música cristiana occidental. Sus múltiples registros
quieren abarcar la totalidad de sonidos de la orquesta. La flauta tenor
que acentúa alguna frase musical, da la calidez del instrumento
acústico, e insufla el ánimo del músico. La
respiración que da la vida al ser humano, alienta a
través de la flauta estas melodías. Las percusiones, en
ocasiones yuxtapuestas a las melodías, y en otros ejemplos
sometiéndolas a una métrica rítmica, quieren ser
el elemento terráqueo-humano que ponga los pies en el suelo al
revoloteo casi divino de estas milenarias melodías. Incluimos
los textos originales latinos no cantados.
EDUARDO PANIAGUA
Los privilegiados que han podido escuchar el canto gregoriano en un
monasterio medieval no podrán olvidar una experiencia que
afectó a toda su persona y que suscitó a lo largo del
tiempo otras muchas experiencias. Es una constelación
experiencial llena de riqueza del espíritu.
El canto gregoriano tiene la capacidad de extraer de lo más
profundo del inconsciente todo aquello que Jung denominó los
"arquetipos abisales" colectivos. En los mas profundo de este mundo,
sirviendo de "humus" nutricio entrevemos ese horizonte que, en
"estremecimiento fascinante" -diría Rudolf Otto- se nos oculta y
desvela y que experimentamos como innombrable e inefable.
Este es un aspecto del canto gregoriano que comparte con todas las
músicas sagradas de todo el mundo y de todos los tiempos.
A través de la música se expresa y se ofrece la
experiencia espiritual de la que todos los hombres están
sedientos y que en nuestros días buscamos sucedáneos que
resultan trágicos y suicidas. Pero lo específico del
gregoriano -como canto litúrgico cristiano- es la unión
del elemento místico-divino con el elemento humano
extraído de lo concreto histórico. Es teofanía
encarnada en la antropofanía que brota del folklore circundante.
Cuando un monje medieval compone una antífona, mientras su
compañero del mismo "scriptorium", ilustra un códice
miniado, deja fluir de la fuente de su interioridad aquellos toques
inefables que había experimentado en el silencio desnudo de su
soledad monástica. Pero no se olvidaba de aquellas
melodías entrañables que había escuchado en su
infancia, cuando su madre lo acunaba o cuando su padre trabajaba
cantando en la siega o en la fragua o la cantera. Todo se fundía
en una síntesis "teándrica" y que por ello nos evoca, al
escucharla, como un desgarro místico, todo lo que de humano y de
divino hay en el fondo de nuestra alma.
El canto gregoriano tiene la facultad de meterse en nuestra memoria
hasta convertirse en "obsesión melódica". El gustador del
gregoriano lo sigue oyendo como susurro pertinaz en su interior, lo
sigue silbando, canturreando. Esta memoria reiterativa e itinerante es
un saborear, un rumiar hasta llegar a impregnar de música y de
luz los entresijos del espíritu. Esta luz no es solo sentimiento
y emoción, está unida a unas palabras -la letra- a
través de las cuáles se instaura un diálogo
inagotable.
Eduardo Paniagua -enamorado de la música medieval durante toda
su vida- ha querido jugar con algunas melodías gregorianas y en
este juego musical invita al oyente a compartir estas experiencias
profundas y gozosas. La participación de este gozo
dependerá de nuestra capacidad de sintonizar en el juego. Una
audición que nos califica y nos reta.
FRANCISCO CABALLERO
El gregoriano es el canto oficial de la Iglesia Católica de rito
latino y así lo ha sido durante siglos. Se trata de
melodías al servicio de un texto, normalmente tomado de la
Sagrada escritura. Pero son melodías muchas de ellas
bellísimas e incluso geniales como composición, que ya
por sí solas constituyen un valor musical y estético. No
es de extrañar por esto que algunos compositores hayan
encontrado en ellas una fuente de inspiración y las hayan
utilizado como esquemas o temas a desarrollar. El tratamiento de las
melodías que aparecen en esta grabación nace del respeto
al Gregoriano y a lo que significa y de la admiración de todo lo
que es capaz de trasmitir al oyente. Seguro que este encuentra la
oportunidad de un gozo y la vivencia de un mundo rico en sugerencias.
LUIS FERNANDO VÍLCHEZ
La música gregoriana fue creada para el canto, y parecía
lógico que al ser trasladada a otra fuente de sonido, en este
caso electrónica, hubiera perdido gran parte de su
expresión. No ha sido así. Estas melodías sublimes
nos han ido sorprendiendo una a una, cuando al surgir de los teclados
nos han ido mostrando su capacidad emotiva. La grandiosidad con que
fueron concebidas se ha mantenido intacta en sí misma, y surge
poderosa con independencia del instrumento utilizado. La calidad
anímica de esta melodías está por encima de toda
tímbrica o instrumentación. En un entorno radicalmente
distinto al existente en el momento de la creación de esta
música el alma humana se siente impresionada de forma
instantánea, y el espíritu parece dilatarse en la
escucha. El tiempo se suspende, y al término de cada tema solo
se desea el comienzo del siguiente. La audición de la
música gregoriana nos empapa de la sensación de haber
alcanzado un puerto deseado.
LUIS DELGADO