Although titles are in spanish, texts are in Arabic.
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pneumapaniagua.es
Pneuma PN-320
grabado en octubre de 2000
Urueña, Valladolid
I. En los jardines de la Alhambra
01 - Levántate y contempla (melodía de Umzuj
al-akwás 'Mezcla los vasos') [5:04]
Qanun, flauta tenor, darbuga
02 - Apareció el alba (melodía de Isqiyáni
'Escanciadme', núba Ushshaq') [2:20]
Flauta alto y qanun
اسقياني
03 - ISQIYÁNI 'Escanciadme' (San'a Quddam, Núba
Ushshaq) [2:59]
Ibn al-Jatíb - Canto, laúd, qanun, violín,
viola, flauta, darbuga
04 - La brisa perfuma (melodía de Umzuj al-akwás
'Mezcla los vasos') [8:33]
Laúd, violín y viola
05 - Brilló la estrella (melodía de Isqiyáni
'Escanciadme', núba Bawakir al-Maya) [2:19]
Flauta alto, pandero y darbuga
06 - La alegría de mi vida (melodía de
Wásluka hayáti 'La unión contigo es mi vida')
[4:44]
Laúd, flauta alto, violín, viola y darbuga
وصلك حياتي
07 - WÁSLUKA HAYÁTI 'La unión contigo es
mi vida' (San'a Qaim wa-nisf, Núba Isbihán)
[4:42]
Ibn al-Jatíb - Canto, coro, laúd, flauta,
violín, viola y darbuga
II. En los jardines del Generalife
اُمْزُج الأكْوَاس
08 - Perla engarzada, UMZUJ AL-AKWÁS 'Mezcla los vasos',
versos 1 y 5 [4:57]
Coro, qanun y flauta tenor
09 - Ese es mi rito (melodía de Isqiyáni
'Escanciadme', Bawakir al-Maya) [1:40]
Laúd, violín, viola y pandero
اسقياني
10 - ISQIYÁNI 'Escanciadme' (San'a Twishya Quddam,
Bawakir Al Maya, núba perdida) [4:01]
Canto, coro, laúd, flauta, violín, viola, pandero y
darbuga
اُمْزُج الأكْوَاس
11 - UMZUJ AL-AKWÁS 'Mezcla los vasos' (San'a
Basit, Núba Garibat al-Husayn) [11:12]
Canto, coro, qanun, laúd, violín, viola, flauta tenor
y darbuga
Eduardo Paniagua, qanún y flautas
El Arabí Trio:
El Arabí Serghini Mohammed, canto, viola, darbuga y
pandero
Larbi Akrim, ºud (laúd árabe) y coro
Jamal Eddine Ben Allal, violín y coro
EL AGUA DE LA
ALHAMBRA
“¿No veis como el agua
corre por los lados y, sin embargo, se oculta después en los
caños?”
Ibn Zamrak (1333-1393)
En la Alhambra el sonido del agua juega
un papel trascendental en el conjunto del monumento. Sonidos lentos y
suaves, misteriosos para la meditación, y sonidos
rápidos, animados y alegres, refrescantes para el
estímulo: ambos base para la creación artística
musical. Gotea una fuente que da fondo sonoro y nos envuelve
deleitando. Las fuentes suenan compartiendo con otros sonidos su voz:
los pájaros, el viento meciendo las ramas y hojas y los cantos
andalusíes con poemas de Ibn al-Jatíb.
En los jardines las fuentes son los centros y los ejes de los espacios,
pero también son importantes los lugares intermedios; pausas o
silencios, tránsito de unos sonidos del agua a otros de
diferente sonido. Es constante de los palacios hispano-árabes
unir arquitectura y naturaleza en un concepto artístico.
Láminas de agua cristalina de las albercas para decorar el
suelo. Reflejos de la arquitectura, las flores y las hojas en el agua,
formando “alfombras de jardín”.
Las variaciones y matices del sonido del agua están
condicionadas por los tipos de fuentes y surtidores: Pila gallonada, de
concepción califal, pequeña y de una sola pieza, el agua
rebosa de la taza y sale a una alberca o a un sumidero con sonido
amortiguado.
Pila que no tiene taza, hundimiento circular en el pavimento con un
surtidor sencillo y un canalillo que deposita el agua en un estanque.
La alberca o estanque con su serenidad y silencio. Las acequias con
lámina de agua bordeada por surtidores tamizados por la
vegetación. Los canalillos o arroyos en los que corre y suena el
agua descendiendo en pequeñas cascadas por escaleras que unen
varios niveles del terreno. La escalera de agua del Generalife, con sus
majestuosas barandillas de agua que acercan su frescor a las manos y su
variado sonido en su vertiginoso discurrir.
“Quienes sean piadosos
tendrán junto a su Señor, jardines por los que corren
ríos”,
Corán.
El agua es parte del paraíso de abundancia y fertilidad
prometido en el Corán. Es el líquido indispensable para
la felicidad.
“A quienes creen y obran bien, tendrán jardines por cuyos
bajos fluyen arroyos”, Corán 2-25. “A sus pies
fluirán arroyos en los jardines de la Delicia”,
Corán 10-9.
Las fuentes de la Alhambra nos hablan de la veneración que
tuvieron los musulmanes granadinos por el agua.
IBN
AL-JATÍB, vida y obra
“Si me trae alguien sed, mi
fuente un agua le da sin impureza, clara y dulce”,
Tercer verso, taca izquierda, Salón Embajadores de la Alhambra.
Ibn al-Jatíb, traducción E. García Gómez.
Es el último gran poeta de la cultura arábigo andaluza.
Tuvo una vida truculenta pasando de los mayores honores y poderes a las
oscuras cárceles y la tortura.
Nació en Loja 1313 de la noble familia de la tribu de Salman.
Estudió en Granada con los mejores de su época, entre
ellos Ibn al-Yayyáb, al que sustituyó tras su muerte en
1349 como jefe de la Cancillería Real y hombre de confianza del
rey Yusuf I.
Pronto fue visir y varias veces embajador en Marruecos. En 1354, a la
llegada al trono de Muhammad V, acrecentó sus títulos con
el de “los dos visiratos”. El rey fue destituido en 1359
teniendo que huir a Marruecos. Ibn al-Jatíb quedó en
Granada siendo encarcelado y luego libertado, aprovechando para huir
también instalándose en Salé (Marruecos).
Cuando Mohammad V recuperó su trono en 1362, llamó a Ibn
al-Jatíb, haciendole su Primer Ministro. Intrigas propias y
ajenas le hicieron huir de nuevo a Tremecén en 1371. Fue
encarcelado en Fez donde una delegación granadina, presidida por
su discípulo mas querido Ibn Zamrak, le torturó y
juzgó por traidor. Estrangulado en la cárcel en 1375, su
cadáver fue inhumado y poco después desenterrado y
quemado por sus enemigos.
Ibn al-Jatíb escribió mas de sesenta obras de
variadísimos temas que incluyen mística, libros de viajes
y medicina. Sus obras mas estimadas son “Ihata” y el
Diván poético. Sus seguidores le pusieron el
título de “Lisan al-dín” Lengua de la
Religión.
Su personalidad ambiciosa y arrogante concuerda con su
laberíntico estilo literario, en el que lo mismo usa neologismos
que arcaísmos. Ibn al-Jatíb recopiló su propio
Diván en 1347 poniendole el título “De las
nubes con lluvia y sin lluvia, del sable penetrante y del mellado”.
Rehizo el diván en 1368 con una segunda parte titulada “El
que lleva joyas y el que no las lleva, y el servicial y el
remolón”. Aún mas tarde completó una tercera
parte.
Escribió poemas epigráficos para los muros de su propio
palacio cercano a Granada y para los de la Alhambra, la mayoría
destruidos después de su traición. Se conservan dos en
las hornacinas del Salón de Embajadores del tiempo de Yusuf I.
LAS CANCIONES DE
IBN AL-JATÍB
En las colecciones de poemas que se cantan en las núbas
andalusíes de la tradición de Marruecos se encuentran
fragmentos atribuídos a Ibn al-Jatíb y a otros poetas.
Conservados por tradición oral se han convertido en poemas
anónimos que cantan hoy día niños, mujeres y
hombres sin advertir la autoría original. Recientemente se van
identificando en los divanes poéticos de la época
medieval los poemas cantados tradicionalmente, devolviendo a sus
autores el reconocimiento popular. No conocemos los nombres de los
compositores de las melodías, pero estas son tan antiguas como
los versos ligados indisolublemente a ellas. El polígrafo y
polifacético Ibn al-Jatíb bien pudo ser el autor de estas
melodías que cantan sus populares versos. En cualquier caso es
“milagroso” poder disfrutar de esta tradición,
conservada viva de maestro a discípulo más de 700
años, debido al amor de los músicos andalusíes por
su arte. Curiosamente el poema místico sufí
“Escanciadme” se conserva en dos núbas con
melodías y ritmos diferentes, y ambas se recogen en esta
grabación.
EDUARDO PANIAGUA