Aire de Al-Andalus / Eduardo Paniagua
Música andalusí con instrumentos de viento



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medieval.org
Pneuma «Colección Al-Andalus» PN-550
compilación 2002






Eduardo Paniagua recoge en esta selección obras de la tradición andalusí y su entorno interpretadas por él mismo y por otros flautistas de Marruecos, Argelia, Siria, Irán y España. Las grabaciones han sido realizadas en cada correspondiente país.

El protagonismo es para los instrumentos de viento de la familia de las flautas inclinadas tipo nay, kaval o fhal, cuyo sonido, cargado del susurro del viento, nos transporta al extraordinario mundo medieval musulmán.







1 - Taqsím · Introducción instrumental
Qá'im wa nisf Garibat al Husain
E. Paniagua, fhal · Begoña Olavide, qanun · L. Delgado, laúd, Rosa Olavide, rabel · C. Paniagua, ajorcas
Cálamus El Esplendor de Al-Andalus 1994, M·A Recordings


2 - Vino y rosas · Wine and Roses
instrumental · Qá'im wanisf Nahawand
Eduardo Paniagua, kaval · Larbi Akrim, laúd, Jamal Eddies Ben Allal,  violín · El Arabí Serghini, darbuga
versión cantada en PN-500. Wallada • Ibn Zaydún


3 - El secreto encuentro · The Secret Rendezvous
Muwwál tawíl. 'Alá yá nasíma'. Modo Raml l-Máya
Nouredin Acha, nay · Said Belcadi, canto, Omar Metioui, ‘úd
Ibn Báya & Cofradía Al-Shushtarí
PN-360. Ibn ‘Arabi. El intérprete de los deseos


4 - Aire del maestro Kasay · Air of the Master Kasay
Modo Shushtari (Persia) · Abbas Derajshan, nay persa


5 - Cautiva de Tánger. CSM 325. Captive in Tangier
Alfonso X el Sabio 1221-1284 · instrumental
Eduardo Paniagua, flauta pastoril · David Mayoral, tamburelo, daff y dumbek
PN-420. Cantigas de Extremadura


6 - Aliento de las flores · Breath of Flowers
Taqsím. Malúf de Constantina, Argelia
Salím Ferganí Ensemble
Yuocef Bounaas, fhal · Bachir Ghouli, tar · Mohamed Bouchareb, derbuka


7 - Oh musulmán · Oh Muslim
'Mossader ya muslimin' · Nuba ‘Iráq de Libia
Eduardo Paniagua, flauta· Rosa Olavide, órgano portátil · Luis Delgado, bendir
Begoña Olavide, tar · Carlos Paniagua, darbuga
Cálamus El Esplendor de Al-Andalus 1994, M·A Recordings


8 - Alturas y galope chahar mizrab. Heights and gallop chahar mizrab
Modo Mahor, Persia
Abbas Derajshan, nay persa · David Mayoral, daf · Eduardo Parnagua, pandero


9 - Altanería muestra · Show haughtiness
Muwwál Tih Dalálan. Núba ‘Iráq al-‘Ayam
Nouredin Acha, nay · Mohamed Aroussi, canto y violín · Omar Metioui, ‘úd
PN-150. Al Ála Al-Andalusiyya


10 - Brisa embalsamada · Perfumed Breeze
Taqsím. Malúf de Constantina, Argelia
Yuocef Bounaas, fhal


11 - Niña Musa · CSM 079 · Little Muse
instrumental. Alfonso X el Sabio 1221-1284
Eduardo Paniagua, salamilla (flauta pastoril de caña) · Jaime Muñoz, kaval · Luis Delgado, bendir, tar
PN-020. Cantigas de Castilla y León


12 - Dulab Hozam · Taqsím Nay
Wasla al Síkah Hozam de Alepo, Siria
Al Turath Ensemble: Tofik al Ramadan, nay
PN-310. Jardines de Jazmín


13 - Yeserías · Artistic Plasterwork
Melodía sobre modo andalusí
Nouredin Acha, nay
PN-170. Alarifes Mudéjares


14 - Fiesta de la Circuncisión · Feast of Circumcision
Anónimo andalusí. Malúf de Túnez
Eduardo Paniagua, nay y tar · Luis Delgado, laúd y darbuga
PN-100. Tres Culturas


15 - Mujer de Lérida · CSM 168 · Woman of Lerida
Alfonso X el Sabio 1221-1284 · instrumental
Eduardo Paniagua, flauta a bisel · Jaime Muñoz, axabeba · Cesar Carazo, viola
Wafir Sheik,darbuga · Enrique Almendros, tar · Luis Delgado, bendir
Cálamus Danzas medievales Españolas 1995, M·A Recordings


16 - Lamento de Masmud y Laila · Masmud and Laila's Lament
Modo Shushtari, Persia
Abbas Derajshan, nay persa · David Mayoral, duff


17 - El nacimiento del Profeta · The Birth of The Prophet
Maluf, al-Rizqí, Túnez
Eduardo Paniagua, fhal, agual y címbalos · Wafir Sheik, ‘ud y viola · Luis Delgado, pandero


18 - En el atrio · In the Atrium
Melodía sobre modo andalusí
Nouredin Acha, nay · Luis Delgado, bendir y tambores · Eduardo Paniagua, tambores
PN-170. Alarifes Mudéjares


19 - Llamada a la oración · Call to Prayer
Maqám Hiyáz, Turquía
Eduardo Paniagua, nay · Luis Delgado, bendir
Cálamus Danzas medievales Españolas 1995, M·A Recordings


20 - Perfume del viento · Perfume of the Wind
Modo Dashti, Persia
Abbas Derajshan, nay persa


21 - Poner mi confianza · Place my Confidence
Muwwál 'Wa ahsanu ahwálí' · al-Harráq, m 1.849. Modo Zrga
Nouredin Acha, nay · Mohamed Aroussi, canto · Omar Metioui, ‘úd
PN-200. Misticismo

22 - Brilló la estrella · The Star Shone
San‘a Twishya Quddam Bawakir al Maya, Ibn al-Jatib 1313-1375
Eduardo Paniagua, flauta · El Arabi Serghini, pandero y darbuga
PN-320. Agua de la Alhambra

23 - Eh chicas, mi corazón emocionado · Hey girls, my excited Heart
versión con improvisaciones · Malúf, al-Rizqí, Túnez
Eduardo Paniagua, flauta de caña · Wahr Sheik, ‘úd
PN-120. Jardín de Al-Andalus

24 - Sus laderas son suaves · Its slopes are gentle
versión instrumental, Raqqat Hawáshíhái, Modo Sika
Ibn Báya & Cofradía Al-Shushtarí
PN-360. Ibn ‘Arabi. El intérprete de los deseos





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AIRE Y MÚSICA

El aire es uno de los cuatro elementos, junto al fuego, agua y tierra, que dan explicación a la realidad física del mundo antiguo y a la anímica del espíritu del hombre medieval.
La música sucede y se transmite en el aire. Aunque tenga como inspiración a otro de los cuatro elementos, la música siempre necesita del aire, tiene como medio subyacente de su ser la movilidad de las notas, de las melodías, de los ritmos en el espacio aéreo. Hay composiciones que simplemente se denominan “aire” musical. Evocación dinámica, movimiento fácil.

La brisa ha tejido una cota de malla con el agua
¡Que hermosa sería sólida para el combate!

Al- Mu´tamid y Rumaykiyya

Aire de al-Andalus nos muestra que la música melismática de las flautas del mundo islámico, al igual que la caligrafía, ofrece mucho más que la simplificación del adjetivo “decorativo”. Con el sonido de la flauta el vuelo dinámico de la música se desenvuelve sin obstáculos en el aire. Traza sus melodiosas curvas imaginarias y nos transporta con ellas venciendo la ley de la gravedad.

Os envío un saludo, con el deseo de una larga vida
como fragancia que perfuma
o como brisa que llega al alba.

Ibn Ruhaym

En sintonía con su intérprete por la dinámica de fluido aéreo, la música tiene que respirar, tiene aliento. Gran parte de la musicoterapia del elemento aire consiste en acompasar la respiración humana al aliento rítmico de la música. Este ejercicio, a veces involuntario en los hombres de temperamento aéreo, produce efectos balsámicos y beneficios físicos y psíquicos.

Una brisa de aire embalsamado al atardecer
ha curado a un enfermo.
¿Se trata de aroma de almizcle o es Valencia
que esparce a lo lejos su delicioso perfume?

Ibn Zaydún

La respiración de la flauta, mejor que en otros instrumentos, manifiesta la evocación de lo innombrable, uno de los cometidos de la música, designando sin palabras lo que es la experiencia contemplativa, trazando un vuelo sustitutivo de lo trascendente.

Que hermosas se muestran las ramas
cuando el viento las entremezcla en estrecho abrazo.

Abúl-l-Hasan Ibn Hafs al-Yazírí

Lo sensible y lo lúdico forman parte ineludible del ser humano de la sociedad islámica clásica, para nosotros medieval. La música y la poesía, unidas de modo especial en la cultura islámica, surgen de la tensión entre lo sagrado y lo profano.

“Cuando una persona sopla con fuerza sobre la embocadura de la flauta y coloca sucesivamente los dedos, los sonidos se escuchan distintos según la cercanía o lejanía de los dedos a la embocadura. No se oye igual al tapar el último orificio que el primero. De igual modo, los demás sonidos entre ambos agujeros son diferentes por su situación respecto al oído, denominándose agudos, dulces, altos o bajos. Cada uno de estos sonidos produce su propia influencia en el alma y en ella encuentran su lugar y su afinidad”. 

al-Tawhídí de Bagdad (m. hacia 1010).





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MUSULMANES DE AL-ANDALUS


La España musulmana hasta finales del siglo X estuvo sometida culturalmente al criterio del califa de Córdoba. Durante los reinos de taifas, a partir del siglo XI, la inspiración poética y la preocupación intelectual y moral tuvieron su base en la fusión de las tradiciones orientales importadas con las fiestas autóctonas ligadas al ambiente agrícola estacional y a las técnicas artesanales, en feliz conjunción de lo visigodo, árabe, persa, beréber y eslavo, en prolongación étnica con la antigua población autóctona íbero-romana. El elemento persa suministró a las clases dominantes árabes rasgos de civilización.

El sol derrama azafrán sobre las colinas
y dispersa almizcle sobre el fondo de los valles.

Abu-l-Hasan Ibn Siria

El musulmán andalusí siente un profundo amor por la naturaleza y los jardines, marco para la música, danza, declamaciones y cantos de homenaje al amor divino y humano. El sentimiento religioso da rienda suelta al corazón por delante de la voluntad.

La brisa despertaba las cabelleras de las colinas
y la fina lluvia humedecía los rostros de los árboles.
Todo en el jardín, pletórico de vida,
ofrece los colores de sus mantos esmaltados
como un hombre ebrio de felicidad que el viento inclina.

Ibn Jafáya

Para el andalusí el gusto por el lujo y la atmósfera de belleza y magnificencia son indispensable para la vida. Todo ello ilustran el grado de civilización material y artística de la Península Ibérica en el siglo XI.

¿Qué podría perfumarme, si el mencionarte
es como sándalo en el ardiente brasero de mi pensamiento?.

Ibn ´Ammár, dirigido a al-Mu´tadid

El Aire de al-Andalus, aire de melodía y canto, se expande como el viento y viaja con los poetas errantes y las esclavas cantoras ejerciendo la influencia de la lengua, el sentimiento y la música de al-Andalus allí donde otros trovadores de occidente y oriente las escuchen.

Observa la luz de su frente, el sonido de sus joyas
y el ámbar oloroso que exhala su cuerpo escondido bajo el manto.
Admitamos que esconda su frente con sus amplias manos
y se despoje de sus joyas, pero,
¿de que modo puede suprimir el perfume de su cuerpo?

Al-Mu´tamid

El Aire de al-Andalus une a la música el aire que embalsama el ambiente por el perfume de las flores.

Oh, aliento de las flores, tu viaje nocturno me hace llegar
aroma puro en el soplo embalsamado de marzo.

Ibn ´Abdún


EL NAY (nai, ney)

Es una flauta de caña formada por un tubo hueco biselado por un extremo y que se interpreta en posición oblicua contra los labios para conseguir su sonido al soplar por el extremo superior. También se utilizan otros materiales para su fabricación como: madera, metal y hueso. Tiene seis agujeros en su parte delantera y uno en la trasera, consiguiendo cubrir una tesitura de tres octavas. Al tener una afinación según su dimensión se requieren tamaños diferentes de nay para cubrir las necesidades de modos y tesituras. Tiene muchas variantes y multitud de denominaciones.  Algunas de ellas son el kaval (kavala) con escala diatónica o cromática,  la qassaba (gasba, axabeba) con sólo 6 agujeros y el fhal, pequeña flauta diatónica usada en el maluf tunecino y argelino.

Su técnica: posición de los labios, intensidad de emisión del aire, forma de ataque, coloración de la sonoridad y textura velada, permiten mucha expresividad y exige un alto grado de virtuosismo. Es el instrumento de viento principal utilizado en la música culta árabe. Sus diferentes timbres y su brillante sonoridad le obliga normalmente a ser instrumento solista.

Su origen se remonta hasta 5.000 años en la cultura egipcia y su localización llega desde Persia y Paquistán hasta Al-Andalus, pasando por Turquía y todo el Magreb. Ha sido utilizado por pastores, por místicos, por derviches para su danza cósmica y por músicos cultos, cubriendo las necesidades de la  música tradicional, religiosa y clásica.

El sonido del nay expresa el ansia del hombre por unirse con Dios y se dice que es el alma de la música musulmana.

Eduardo Paniagua



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