Zambra de Moriscos
Eduardo Paniagua





medieval.org
Pneuma «Colección al-Andalus · Hispania» PN-1140

2009
AXIS, Madrid







LA EXPULSIÓN

1. “Recuerdo de Al-Andalus”  [2:05]
Bugya Nuba Garibat al Husein. Introducción instrumental
laúd, rabab, nay


2. “De la muy noble Sevilla”  [4:32]
Texto anónimo, Romancero General Agustín Durán
Música: “Las Bacas”, Santiago de MURCIA, m. después de 1732
canto, guitarra, flauta alto, viola y tambor

3. Danza. Twishya. Nuba Garibat al Husein   [2:21]
laúd, rabab, nay, flauta alto, guitarra, darbuka, tar y daf




DEVOCIONES LOCALES

4. “Y las moriscas mujeres, fandango”  [2:37]
canto y guitarra
5. “Y las moriscas mujeres”  [1:34]
canto, flauta alto, 2 guitarras, viola, 2 darbukas y pandereta
Texto anónimo, Romancero General Agustín Durán
Música: Sobre “Señora de hermosura” de Juan del ENCINA, 1468-1529

6. Betayhi Nuba Rasd   [5:05]
Maravilla es quien ama apasionadamente” :: يا عجبي في من يكن يعشق
Adórnate amor” :: يا حبي مه
canto, laúd, rabab, nay, darbuka, tar y daf

7. “Y los muchos de los moriscos”  [3:02]
Texto anónimo, Romancero General Agustín Durán
Música sobre “Yo m'estaba reposando” de Juan del ENCINA, 1468-1529
canto, guitarra, flauta tenor y viola


AMOR A MI TIERRA

8. “Mezcla los vasos, llénalos y repitamos”   [11:45]
امزج  الأكواس  املأ لي تجدد
Canción-saná Basit Nuba Garibat al Husein
Ibn al Jatib, Granada l313-Fez 1374
canto, laúd, salterio, rabab, darbuka y daf

9. “La Jácara”  [3:21]
Instrumental. Anónimo, siglo XVII
flauta tenor, viola, guitarra, tambor y darbuka


10. Qaim un nisf Nuba Garibat al Husein   [6:27]
Sabed que aunque de mí os alejéis” :: إن تهجروا
No supe qué era el amor” :: ما كنت ادري ما الحب
Mi paciencia es para quien amo” :: صبري على من تغثقه
Tú creces en sutiles significados” :: انت تزيد معنى
cantos, laúd, rabab, nay, salterio, guitarra, 2 darbukas, tar y cascabel



OSTENTACIÓN DE LOS MORISCOS

11. “Era tanta ya su pompa”  [2:07]
Texto anónimo, Romancero General Agustín Durán
Música: Canarios. Gaspar SANZ, 1640-17/0
canto, guitarra y darbuka

12. “Llegó de la fuente al riachuelo”  [2:42]
جاءت من العين للخد
Andalusí. Muwwal Sika
canto, y laúd

13. “El morisco que ponía”  [4:07]
Texto anónimo, Romancero General Agustín Durán
Música: sobre “Un sarao de la chacona”. Juan ARAÑÉS, Alcalá de Henares, c. 1560-1649   
canto, guitarra, 2 flautas alto, viola, 2 darbukas, pandereta



SALIDA DE LOS MORISCOS DE SEVILLA

14. “Por otra parte el Betis vee cubierto”. La viuda joven con tres hijos   [4:38]
Texto: Gaspar de Aguilar, Valencia 1610
Música: Sobre “Los sospiros no sosiegan” de Juan del ENCINA, 1468-1529
canto, vihuela, viola, flauta bajo y tambor

15. “Vuestro amor ha destrozado mi interior”  [1:37]
حبكم مزق فؤادي
Inshad Nuba Garibat al Husein
canto, y laúd

16. “Mira por otra parte una gran tropa”, Revancha de la vuelta a España   [2:12]
Texto: Gaspar de Aguilar, Valencia 1610
Música: Danza del hacha, Anónimo, Madrid 1677
17. “Mira también en la famosa puerta”, El viejo Alfaquí   [2:19]
Texto: Gaspar de Aguilar, Valencia 1610
Música: Danza del hacha, Lucas RUIZ DE RIBAYAZ , Madrid 1677   
recitado, guitarra, 3 flautas, viola y tambor



ZAMBRA. FIESTA DE BODA MORISCA

18. “Mira los arroyos del jardín”  [2:44]
انظر جداول الروض
Quddam Insiraf Nuba Rasd
cantos, laúd, rabab, nay, viola alto, guitarra, salterio, 2 darbukas y tar

19. “Trompicábalas Amor”  [1:44]
Juan HIDALGO, 1614-1685
canto, guitarra, flauta tenor, tambor y darbuka

20. “Oh aurora de la luna en su perfección”  [1:56]
يا فاضح البر عند  التمام
Quddam Inshiraf Nuba Rasd
cantos, laúd, rabab, nay, viola alto, guitarra, salterio, 2 darbukas y tar






MÚSICA ANTIGUA
Eduardo Paniagua

Said Belcadi, canto morisco, laúd, derbuka y tar
César Carazo, canto y viola
Ahmed Al Gazi, rabab y viola alto
Félipe Sánchez, guitarra barroca
Abdel Wahid Senhaji, nay
David Mayoral, tambor, derbukas, daf, pandereta y cascabeles
Eduardo Paniagua, salterio, flautas (bajo, tenor, alto y soprano) y coro


grabado en 2009 en AXIS, Madrid, por Hugo Westerdahl
arreglos musicales y textos: Eduardo Paniagua
traducción de poema árabes: Andrés Guijarro













LA CULTURA MORISCA Y LA MÚSICA

Lo “morisco”, es el último legado social de los musulmanes de al-Andalus, y como anteriormente fue lo “mudéjar”, se trata de una riqueza cultural propiamente española en tiempos de conflicto entre las civilizaciones de la cristiandad y del Islam. Corresponde a los súbditos españoles pertenecientes a la comunidad musulmana, que tuvieron bautismo forzoso ordenado por el cardenal Cisneros después de 1499.
La cultura de los moriscos era parte esencial de la sociedad española de los siglos XVI y XVII, excluida de ella por los decretos de expulsión, al ser considerada un peligro para la organización del poder estatal de los Austrias. Los moriscos hablaban dialectos árabes y el bereber, pero también una lengua románica, el aljamía (extranjera), castellano escrito con letra árabe.


LAS ZAMBRAS

Se denomina zambra a la fiesta que hacían los moriscos, caracterizada por su bulla, alegría y baile. Más tarde se la identifica con una danza española “muy antigua”, a la que se atribuye origen árabe. La zambra, nos dice Covarrubias en su «Tesoro de la lengua castellana» es «danza morisca; vale tanto como música de soplo o silvo porque al son de dulçainas y flautas».

En idioma árabe, zamr es sinónimo de leil, cuyo sentido genérico literal es “noche”. También se identifica como instrumento musical de viento. La palabra árabe da origen a la palabra castellana zambra, referida a un género musical con carácter festivo: “fiesta”, “canto festivo”, “danza”.

“Nuestras bodas, zambras y regocijos, y los placeres de que usamos no impiden nada al ser cristianos, ni sé como puede decir que es ceremonia de moros. El buen moro no se hallaba nunca en estas cosas tales, y los alfaquíes se salían, luego que començaban las zambras a tañer o cantar... ”
Muley Francisco Núñez, en 1567, a Pedro Deza, Presidente de la Chancillería de Granada, (previo al levantamiento de las Alpujarras).

“El arzobispo (Hernando de Talavera) santo, tenía muchos alfaquíes y mentís amigos y aún asalariados, para que le informasen de los ritos de los moros, y si viera que lo eran las zambras, es cierto que las quitara, a lo menos no se preciara tanto de ellas, pues holgaba que acompañasen al Santísimo en las procesiones del día del Corpus Cristi y de otras solemnidades donde concurrían todos los pueblos a porfía unos de otros, cual mejor zambra sacaran, y en las Alpujarras, andando de visita, cuando decían misa cantada en lugar de órganos, que no los había, respondías las zambras, y le acompañaban de su posada a la iglesia. Acuérdome que cuando en la misa se volvía al pueblo, en lugar de Dominus boviscum, decía en arábigo Y bara ficun, y luego respondía la zambra.”
Bermudez de Pedraza, 1501.

“... las novias iban por las bendiciones a la iglesia con vestidos de cristianas restados y en llegando a casa se desnudaban y se vestían de moras celebrando la boda con instrumentos y canciones moriscas.”

Memorial (ordenanzas) de Franciasco Nuñez Muley, 1567 Granada.
- Prohibición del hábito morisco en hombres y mujeres
- Prohibición de que en las bodas o cualquier tipo de fiestas se hiciesen zambras ni leilas con instrumentos ni cantares moriscos aunque en ellas “no se dijese cosa contra la religión cristiana ni sospechosa della”

«Eran muy amigos de burlerías, cuentos, berlandinas y sobre todo amicissimos (y así tenían comúnmente gaytas, sonajas, adufes) de baylas, danças solaces, cantarzillos, alvadas, paseos de huertas y fuentes, y de todos los entretenimientos bestiales en que con descompuesto bullicio y gritería, suelen y los moços villanos, vozinglando por las calles. Vanagloriavanse de baylones, jugadores de pelota y esfornija, tiradores de bola y del canto, y corredores de toros, y de otros hechos semejantes de gañanes».
Sobre los moriscos. Pedro Aznar Cardona del Reino de Aragón



TEXTOS Y CANCIONES

La expulsión general de los moriscos, una vez asentados en las diferentes regiones de España al terminar la guerra de Granada de 1492, se precipitó a principios del siglo XVII por el denominado “peligro turco” y el riesgo de sublevación. A ello contribuyó la presión y censura sobre sus costumbres, vestimenta y fiestas, ya que, aunque eran cristianos bautizados seguían amando profundamente el origen de su cultura.

Los textos en castellano cantados en este trabajo están tomados del libro “Los Moriscos del Reino de Granada” de Julio Caro Baroja, 1957.

Los primeros son fragmentos de romances anónimos del Romancero General de la Colección Agustín Durán, 1793-1862. “De cómo y porqué el rey Don Felipe lll expelió a los moriscos de España, y de la pena que les causó este destierro”

La música seleccionada para cantar los romances consiste en melodías de romances de Juan del Encina y en danzas populares convertidas en música culta por autores célebres del siglo XVII: jácara, chacona, vacas, canarios, hachas. A estas danzas se han incorporado los instrumentos de percusión y los ritmos propios de los moriscos. Las Nubas Garibat al Husein y Rasd pertenecen a la tradición andalusí-marroquí. Es en el contraste y superposición de estas dos tradiciones, castellana y andalusí, donde queremos vislumbrar el espíritu de las zambras.

En los textos cantados en castellano, primero encontramos la descripción de la expulsión, que según el romance alcanzó a 30.000 moriscos sacados de Sevilla, de los que sólo 5.024 lo fueron del Aljarafe. Después el autor, identificado con los cristianos viejos, ve con escándalo el lujo y la ostentación de algunas familias moriscas sevillanas, en trajes, fiestas, ajuar y solemnidades. La competencia de profesiones no es para los oficios viles, sino para el comercio y las artes liberales elevadas. En otra parte del romance se habla de los grandes lamentos de las mujeres moriscas, que sentían afecto por las parroquias y sus vírgenes. Un mercader dejó su copiosa ofrenda a la Virgen de la Iniesta. Después de la represión de 1570, las devociones a las vírgenes locales hubieran hecho posible la integración social con un poco de habilidad.

Gaspar de Aguilar, en su poema épico La expulsión de los moros de España (1610), muestra con gran valor plástico el cuadro de la salida de los moriscos andaluces de Sevilla. Entre la muchedumbre angustiada dispuesta a partir expulsada, la viuda joven con tres hijos produce compasión, en contraste con los moriscos ricos y fuertes que maldicen y amenazan con la revancha de la vuelta a España. El viejo alfaquí paralítico es trasportado en una silla. Todas estas imágenes, incluido Felipe III, fueron pintadas por Diego Velázquez en 1627 para Felipe IV, seguramente con imágenes de recuerdos de su niñez en Sevilla. Este gran cuadro se quemó en el Alcázar de Madrid en 1734, tal vez símbolo del deseo de que todo lo morisco fuera olvidado. Hoy queremos recordar y revivir esta expulsión y con ella rescatar, también como símbolo, la zambra morisca.

Eduardo Paniagua