MÚSICA ANTIGUA
LA CULTURA MORISCA Y LA MÚSICA
Lo “morisco”, es el último legado social de los
musulmanes de al-Andalus, y como anteriormente fue lo
“mudéjar”, se trata de una riqueza cultural
propiamente española en tiempos de conflicto entre las
civilizaciones de la cristiandad y del Islam. Corresponde a los
súbditos españoles pertenecientes a la comunidad
musulmana, que tuvieron bautismo forzoso ordenado por el cardenal
Cisneros después de 1499.
Eduardo Paniagua
medieval.org
Pneuma «Colección al-Andalus · Hispania» PN-1140
2009
AXIS, Madrid
LA EXPULSIÓN
1. “Recuerdo de Al-Andalus”
[2:05]
Bugya Nuba Garibat al Husein. Introducción instrumental
laúd, rabab, nay
2. “De la muy noble Sevilla”
[4:32]
Texto anónimo, Romancero General Agustín Durán
Música: “Las Bacas”, Santiago de MURCIA, m.
después de 1732
canto, guitarra, flauta alto, viola y tambor
3. Danza. Twishya. Nuba Garibat
al Husein [2:21]
laúd, rabab, nay, flauta alto, guitarra, darbuka, tar y daf
DEVOCIONES LOCALES
4. “Y las moriscas mujeres, fandango”
[2:37]
canto y guitarra
5. “Y las moriscas mujeres”
[1:34]
canto, flauta alto, 2 guitarras, viola, 2 darbukas y pandereta
Texto anónimo, Romancero General Agustín Durán
Música: Sobre “Señora de hermosura” de Juan
del ENCINA, 1468-1529
6. Betayhi Nuba Rasd [5:05]
“Maravilla es quien ama apasionadamente”
:: يا عجبي في من يكن يعشق
“Adórnate amor” :: يا حبي مه
canto, laúd, rabab, nay, darbuka, tar y daf
7. “Y los muchos de los moriscos”
[3:02]
Texto anónimo, Romancero General Agustín Durán
Música sobre “Yo m'estaba reposando” de Juan del
ENCINA, 1468-1529
canto, guitarra, flauta tenor y viola
AMOR A MI TIERRA
8. “Mezcla los vasos, llénalos
y repitamos” [11:45]
امزج الأكواس املأ لي تجدد
Canción-saná Basit Nuba Garibat al Husein
Ibn al Jatib, Granada l313-Fez 1374
canto, laúd, salterio, rabab, darbuka y daf
9. “La Jácara”
[3:21]
Instrumental. Anónimo, siglo XVII
flauta tenor, viola, guitarra, tambor y darbuka
10. Qaim un nisf Nuba Garibat al Husein [6:27]
“Sabed que aunque de mí os
alejéis” :: إن تهجروا
“No supe qué era el amor”
:: ما كنت ادري ما الحب
“Mi paciencia es para quien amo”
:: صبري على من تغثقه
“Tú creces en sutiles
significados” :: انت تزيد معنى
cantos, laúd, rabab, nay, salterio, guitarra, 2 darbukas,
tar y cascabel
OSTENTACIÓN DE LOS MORISCOS
11. “Era tanta ya su pompa”
[2:07]
Texto anónimo, Romancero General Agustín Durán
Música: Canarios. Gaspar SANZ, 1640-17/0
canto, guitarra y darbuka
12. “Llegó de la fuente al
riachuelo” [2:42]
جاءت من العين للخد
Andalusí. Muwwal Sika
canto, y laúd
13. “El morisco que ponía”
[4:07]
Texto anónimo, Romancero General Agustín Durán
Música: sobre “Un sarao de la chacona”. Juan
ARAÑÉS, Alcalá de Henares, c.
1560-1649
canto, guitarra, 2 flautas alto, viola, 2 darbukas, pandereta
SALIDA DE LOS MORISCOS DE SEVILLA
14. “Por otra parte el Betis vee
cubierto”. La viuda joven con tres hijos [4:38]
Texto: Gaspar de Aguilar, Valencia 1610
Música: Sobre “Los sospiros no sosiegan” de Juan del
ENCINA, 1468-1529
canto, vihuela, viola, flauta bajo y tambor
15. “Vuestro amor ha destrozado mi
interior” [1:37]
حبكم مزق فؤادي
Inshad Nuba Garibat al Husein
canto, y laúd
16. “Mira por otra parte una gran tropa”,
Revancha de la vuelta a España [2:12]
Texto: Gaspar de Aguilar, Valencia 1610
Música: Danza del hacha, Anónimo, Madrid 1677
17. “Mira también en la famosa
puerta”, El viejo Alfaquí [2:19]
Texto: Gaspar de Aguilar, Valencia 1610
Música: Danza del hacha, Lucas RUIZ DE RIBAYAZ , Madrid
1677
recitado, guitarra, 3 flautas, viola y tambor
ZAMBRA. FIESTA DE BODA MORISCA
18. “Mira los arroyos del
jardín” [2:44]
انظر جداول الروض
Quddam Insiraf Nuba Rasd
cantos, laúd, rabab, nay, viola alto, guitarra, salterio, 2
darbukas y tar
19. “Trompicábalas
Amor” [1:44]
Juan HIDALGO, 1614-1685
canto, guitarra, flauta tenor, tambor y darbuka
20. “Oh aurora de la luna en su
perfección” [1:56]
يا فاضح البر عند التمام
Quddam Inshiraf Nuba Rasd
cantos, laúd, rabab, nay, viola alto, guitarra, salterio, 2
darbukas y tar
Eduardo Paniagua
Said Belcadi, canto morisco, laúd, derbuka y tar
César Carazo, canto y viola
Ahmed Al Gazi, rabab y viola alto
Félipe Sánchez, guitarra barroca
Abdel Wahid Senhaji, nay
David Mayoral, tambor, derbukas, daf, pandereta y cascabeles
Eduardo Paniagua, salterio, flautas (bajo, tenor, alto y soprano) y
coro
grabado en 2009 en AXIS, Madrid, por Hugo Westerdahl
arreglos musicales y textos: Eduardo Paniagua
traducción de poema árabes: Andrés Guijarro
La cultura de los moriscos era parte esencial de la sociedad
española de los siglos XVI y XVII, excluida de ella por los
decretos de expulsión, al ser considerada un peligro para la
organización del poder estatal de los Austrias. Los moriscos
hablaban dialectos árabes y el bereber, pero también una
lengua románica, el aljamía (extranjera),
castellano escrito con letra árabe.
LAS ZAMBRAS
Se denomina zambra a la fiesta que hacían los moriscos,
caracterizada por su bulla, alegría y baile. Más tarde se
la identifica con una danza española “muy antigua”,
a la que se atribuye origen árabe. La zambra, nos dice
Covarrubias en su «Tesoro de la lengua castellana»
es «danza morisca; vale tanto como música de soplo o
silvo porque al son de dulçainas y flautas».
En idioma árabe, zamr es sinónimo de leil,
cuyo sentido genérico literal es “noche”.
También se identifica como instrumento musical de viento. La
palabra árabe da origen a la palabra castellana zambra, referida
a un género musical con carácter festivo:
“fiesta”, “canto festivo”, “danza”.
“Nuestras bodas, zambras y regocijos, y los placeres de que
usamos no impiden nada al ser cristianos, ni sé como puede decir
que es ceremonia de moros. El buen moro no se hallaba nunca en estas
cosas tales, y los alfaquíes se salían, luego que
començaban las zambras a tañer o cantar... ”
Muley Francisco Núñez, en 1567, a Pedro Deza, Presidente
de la Chancillería de Granada, (previo al levantamiento de las
Alpujarras).
“El arzobispo (Hernando de Talavera) santo, tenía
muchos alfaquíes y mentís amigos y aún
asalariados, para que le informasen de los ritos de los moros, y si
viera que lo eran las zambras, es cierto que las quitara, a lo menos no
se preciara tanto de ellas, pues holgaba que acompañasen al
Santísimo en las procesiones del día del Corpus Cristi y
de otras solemnidades donde concurrían todos los pueblos a
porfía unos de otros, cual mejor zambra sacaran, y en las
Alpujarras, andando de visita, cuando decían misa cantada en
lugar de órganos, que no los había, respondías las
zambras, y le acompañaban de su posada a la iglesia.
Acuérdome que cuando en la misa se volvía al pueblo, en
lugar de Dominus boviscum, decía en arábigo Y
bara ficun, y luego respondía la zambra.”
Bermudez de Pedraza, 1501.
“... las novias iban por las bendiciones a la iglesia con
vestidos de cristianas restados y en llegando a casa se desnudaban y se
vestían de moras celebrando la boda con instrumentos y canciones
moriscas.”
Memorial (ordenanzas) de Franciasco Nuñez Muley, 1567 Granada.
- Prohibición del hábito morisco en hombres y mujeres
- Prohibición de que en las bodas o cualquier tipo de fiestas se
hiciesen zambras ni leilas con instrumentos ni cantares moriscos aunque
en ellas “no se dijese cosa contra la religión
cristiana ni sospechosa della”
«Eran muy amigos de burlerías, cuentos, berlandinas y
sobre todo amicissimos (y así tenían comúnmente
gaytas, sonajas, adufes) de baylas, danças solaces,
cantarzillos, alvadas, paseos de huertas y fuentes, y de todos los
entretenimientos bestiales en que con descompuesto bullicio y
gritería, suelen y los moços villanos, vozinglando por
las calles. Vanagloriavanse de baylones, jugadores de pelota y
esfornija, tiradores de bola y del canto, y corredores de toros, y de
otros hechos semejantes de gañanes».
Sobre los moriscos. Pedro Aznar Cardona del Reino de Aragón
TEXTOS Y CANCIONES
La expulsión general de los moriscos, una vez asentados en las
diferentes regiones de España al terminar la guerra de Granada
de 1492, se precipitó a principios del siglo XVII por el
denominado “peligro turco” y el riesgo de
sublevación. A ello contribuyó la presión y
censura sobre sus costumbres, vestimenta y fiestas, ya que, aunque eran
cristianos bautizados seguían amando profundamente el origen de
su cultura.
Los textos en castellano cantados en este trabajo están tomados
del libro “Los Moriscos del Reino de Granada” de Julio Caro
Baroja, 1957.
Los primeros son fragmentos de romances anónimos del Romancero
General de la Colección Agustín Durán, 1793-1862. “De
cómo y porqué el rey Don Felipe lll expelió a los
moriscos de España, y de la pena que les causó este
destierro”
La música seleccionada para cantar los romances consiste en
melodías de romances de Juan del Encina y en danzas populares
convertidas en música culta por autores célebres del
siglo XVII: jácara, chacona, vacas, canarios, hachas. A estas
danzas se han incorporado los instrumentos de percusión y los
ritmos propios de los moriscos. Las Nubas Garibat al Husein y Rasd
pertenecen a la tradición andalusí-marroquí. Es en
el contraste y superposición de estas dos tradiciones,
castellana y andalusí, donde queremos vislumbrar el
espíritu de las zambras.
En los textos cantados en castellano, primero encontramos la
descripción de la expulsión, que según el romance
alcanzó a 30.000 moriscos sacados de Sevilla, de los que
sólo 5.024 lo fueron del Aljarafe. Después el
autor, identificado con los cristianos viejos, ve con escándalo
el lujo y la ostentación de algunas familias moriscas
sevillanas, en trajes, fiestas, ajuar y solemnidades. La competencia de
profesiones no es para los oficios viles, sino para el comercio y las
artes liberales elevadas. En otra parte del romance se habla de los
grandes lamentos de las mujeres moriscas, que sentían afecto por
las parroquias y sus vírgenes. Un mercader dejó su
copiosa ofrenda a la Virgen de la Iniesta. Después de la
represión de 1570, las devociones a las vírgenes locales
hubieran hecho posible la integración social con un poco de
habilidad.
Gaspar de Aguilar, en su poema épico La expulsión de
los moros de España (1610), muestra con gran valor
plástico el cuadro de la salida de los moriscos andaluces de
Sevilla. Entre la muchedumbre angustiada dispuesta a partir expulsada,
la viuda joven con tres hijos produce compasión, en contraste
con los moriscos ricos y fuertes que maldicen y amenazan con la
revancha de la vuelta a España. El viejo alfaquí
paralítico es trasportado en una silla. Todas estas
imágenes, incluido Felipe III, fueron pintadas por Diego
Velázquez en 1627 para Felipe IV, seguramente con
imágenes de recuerdos de su niñez en Sevilla. Este gran
cuadro se quemó en el Alcázar de Madrid en 1734, tal vez
símbolo del deseo de que todo lo morisco fuera olvidado. Hoy
queremos recordar y revivir esta expulsión y con ella rescatar,
también como símbolo, la zambra morisca.