medieval.org Pneuma
Pneuma CD-010, 1994
medieval.org Sony
Sony "Hispánica" 62264, 1995
Pneuma PN-010, 2001
grabación: julio-septiembre de 1994
estudio "El Cometa", Torrelodones
1. Muito devemos, varões, loar a Santa María [7:28]
CSM 2
viola, laúd, flauta, pandero, campana, campanillas
2. Dereit' é de lume dar a que Madr' é do lume [6:20]
CSM 116
vihuela de péñola, zanfona, flauta, pandero de Peñaparda
3. Instrumental [3:03]
CSM 76
chirimía, flautas, cromorno, platillos, címbalos, sonajas y cascabeles
4. Tod' aquel que pola Virgen quiser do seu ben fazer [7:48]
CSM 212
dutar, zanfona, psalterio, tromba marina, pandero cuadrado y tar
5. O que a Santa Maria mais despraz [9:08]
CSM 12
psalterio, santur, tromba marina y ajorcas
6. Instrumental [2:33]
CSM 72
laúd, nay, darbuga, bendir, tar
7. Miragres muitos pelos reis faz Santa Maria [7:25]
CSM 122
viola, laúd, flauta, fahl, tambor charro
8. Santa Maria os enfermos sãa [15:32]
CSM 69
flautas, laúd, psalterio, tromba marina, darbuga, campana, címbalos
GRUPO DE MUSICA ANTIGUA
Eduardo Paniagua
Paula Vega, soprano y coro
Luis Vincent, contratenor y coro
César Carazo, tenor y coro, viola de brazo
Wafir Sheik, laúd árabe
Luis Delgado, zanfona, vihuela de péñola, dutar, santur,
tromba marina, pandero cuadrado, bendir y tambor charro
Eduardo Paniagua, psalterio, flautas a bisel, fahl, chirimía, cromorno, darbuga,
tar, pandero, campana, platillos, címbalos, sonajas, cascabeles y ajorcas
con la colaboración de Mariano Alises, tenor,
en los coros de las CSM 2, 116, 122, 212
El
grupo de música antigua que dirige EDUARDO PANIAGUA tiene como objetivo
profundizar en el mundo poético y musical de la Corte de Alfonso X el
Sabio y sus contemporáneos.
El renacimiento cultural de los
siglos XII y XIII en la España medieval recoge el fruto del esfuerzo de
los sabios de las tres religiones, y muestra en los códices de las
Cantigas de Santa María la mejor de sus flores.
El empeño es ir
desvelando, con el apoyo de los músicos, musicólogos, romanistas y
arabistas estas canciones en su contexto histórico y ambiental. Unas de
carácter piadoso, otras autobiográficas del propio rey sabio y su
familia, y otras con cuentos de una candorosa ingenuidad popular.
EDUARDO
PANIAGUA, arquitecto y músico nacido en 1952, tras conocer e
interpretar numerosas cantigas desde el año 1966 con las agrupaciones
musicales Atrium Musicae, Hoquetus y Calamus, presenta por vez primera
las Cantigas de Toledo en la Iglesia de San Román de Toledo, Museo de
los Concilios, el 1 de diciembre de 1.994.
LAS CANTIGAS DE SANTA MARÍA
Las
Cantigas de Santa María del Rey Alfonso X el Sabio forman un conjunto
de unos 426 poemas con música, escritos en cuatro preciosos códices:
dos de ellos se guardan en la Biblioteca de El Escorial, y los otros
dos, respectivamente, en la Biblioteca Nacional de Madrid, procedentes
de Toledo, y en la Biblioteca Laurentiana de Florencia, éste con las
pautas marcadas, pero sin las notas musicales. El Rey Alfonso el Sabio
mandó recopilar este corpus de Cantigas en loor a la Virgen María, para
honrarla como Dama celestial. Algunas fueron compuestas por el propio
Rey, otras lo fueron por trovadores de su confianza, entre los que se
señala muy particularmente a Ayras Nunes. Son canciones con texto
narrativo, salvo las que forman decenas y centenas. Pero hay que decir
que todas ellas son de loor a la Virgen, ya que los milagros se narran
con el único y supremo fin de cantar las alabanzas de María.
Según
ponen de manifiesto la cantiga prólogo y la cantiga 10, el Rey sabio
pasó de ser trovador de una dama terrenal a trovador de la Dama del
cielo. Durante años había practicado el elevado ejercicio del "fin'amor
trovadoresco" , un amor cuya esencia está en una perpetua ansia y en la
no consumación del mismo. Pasados los años, el Rey trovador, influido
por el fervor mariano que se extiende por toda Europa durante el siglo
XIII, parece hallar en la Virgen María a la auténtica Dama a quien el
trovador debe servir.
(Cantiga 10)
"Esta dona que tenno por Sennor
e de que quero seer trobador,
se eu per ten poss'aver seu amor,
dou ao demo os outros amores"
De esta dama que tengo por Señora
y de la que quiero ser trovador,
si no logro por nada su amor,
doy al diablo los demás amores.
Los
milagros, tomados unos de narraciones que en forma de repertorio
circulaban por Europa, y otros recopilados de la tradición oral o
incluso de la propia experiencia real, se producen en las más variadas
situaciones de la vida humana, individual y social.
Las
narraciones de los milagros son sometidas a la horma del verso y de la
estrofa para que puedan ser cantadas con música apropiada en ciertas
celebraciones litúrgicas o paralitúrgicas de la Virgen, a saber, las
fiestas más importantes y los oficios de la Virgen el sábado. Frente a
la música trovadoresca y trovera, esto es, aquella que acompaña a los
poemas en "lengua de oc y de oil" respectivamente, la de las Cantigas
de Santa María se nos revela con gran originalidad y perfección. La
gran mayoría de ellas tiene una forma participativa, esto es, se cantan
con un estribillo en el que se repite el motivo por el que se debe loar
a María. Unas melodías son muy sencillas y otras son más complicadas,
pero todas ellas han sido fruto de una cuidada elaboración por el
trovador músico que las ha compuesto.
Los códices alfonsíes son
sumamente bellos por su escritura y por las miniaturas que los adornan.
La notación musical es bastante precisa para reflejar el ritmo, en
comparación con los códices que nos transmiten las canciones
trovadorescas. Así y todo, ni los musicólogos ni los intérpretes se
ponen de acuerdo sobre el ritmo determinado con que deben cantarse. Las
miniaturas pintan instrumentos de diferentes formas. Esta circunstancia
y la vieja iconografía que pinta al trovador y al juglar con sus
respectivos instrumentos ha abierto la puerta a los intérpretes para el
uso variado de éstos.
Las Cantigas de Santa María son un
monumento único de la creación artística, donde la literatura, las
artes plásticas y la música se unen para producir un testimonio
imperecedero del humanismo y de la religión.
Ismael Fernández de la Cuesta
LAS CANTIGAS DE TOLEDO
Eduardo Paniagua
Alfonso
X nace en Toledo el 23 de noviembre de 1221, en el palacio de Galiana.
Su antecesor Alfonso VI había conquistado a los musulmanes el reino de
Toledo en el año 1085.
Toledo era una de las ciudades más amadas
del rey sabio. Representaba ésta la tradición del más culto de los
reinos de Taifas en el período de culminación de la cultura
arábigo-andaluza.
La fascinación que ejerce Toledo se ha
construido a lo largo de las edades, hundiendo sus raíces en los siglos
XII y XIII, cuando se forjó su mito: un Toledo mediador entre culturas
y saberes. Un paraíso terrestre en el que todos los saberes se cultivan
con espíritu de tolerancia, pluralidad y previamente unidad.
Alfonso
es padre de un vasto proyecto de renovación cultural en el que destaca,
por un lado, la elección de la lengua castellana en todas sus obras,
excepto las Cantigas, dejando el latín en segundo lugar. Y por otro la
utilización intencionada del idioma galaico-portugués en su obra
poética.
En la segunda mitad del siglo XIII la "escuela de
traductores" toledana se convirtió en "taller alfonsí", logrando un
equilibrio entre el Occidente cristiano y el mundo oriental. Hoy
descubrimos que lo original de su proyecto cultural se alimenta de las
fuentes orientales.
Las Cantigas de Toledo es un proyecto original
que quiere acercarse al deseo del rey sabio de honrar a Santa María en
los cantares dedicados a sus fiestas y a las narraciones de milagros y
misterios. Las obras musicales se presentan como un fresco o un mosaico
medieval en el espíritu de los dramas litúrgicos de Navidad y Pascua
que nos relata la primera Partida de Alfonso rey de Castilla y León.
Inspiradas
en las representaciones de las miniaturas de los Códices de las
Cantigas se recorre un inédito itinerario con argumento: los milagros
que transcurren en el área de Toledo. En contraste con el variado
contenido de las formas poéticas y musicales de las Cantigas, es
interesante el estudio de la localización detallada de los lugares,
ciudades y santuarios en los que suceden las narraciones y milagros.
Alfonso
X, como "trovador de Santa María", su gran amor divino, produce una
abundancia de afectividad, que más que conducir a una actitud ascética,
produce un amplio reconocimiento de valores humanos. Su bella y alegre
Santa María gusta de alabanzas poéticas, flores, perfumes y se complace
en salvar a cualquiera que se acerque a ella o a su Hijo, aún no siendo
sus criterios muy ortodoxos en el sentido teológico de la época.
Alfonso demuestra en las Cantigas una religiosidad sanamente liberadora
y demostrativa de una fe robusta y sin complicaciones.
Los
poemas galaicos a la Virgen excepcionalmente presentan carácter
litúrgico y fueron escritos para ser cantados por juglares y no por
clérigos.
Las Cantigas han sido llamadas la Biblia estética del
siglo XIII en la que todos los elementos del arte medieval aparecen
enciclopédicamente condensados.
CANTIGA No 2. Varones, mucho debemos loar a Santa María
La
situación de esta Cantiga en los códices, el primer milagro de
localización hispánica y situado en Toledo, nos indica el amor a esta
ciudad de don Alfonso y la devoción al santo cuyo nombre lleva el Rey
Sabio. San Ildefonso, arzobispo de Toledo desde 657 a 667, durante el
reinado del visigodo Recesvinto, compuso el tratado "De Virginitate
Sanctae Maria". La Virgen le recompensa con un alba preciosísima. Su
sucesor quiere usarla y muere.
La melodía de ritmo ternario, tiene
un compás a 4 partes que le da su especial encanto. Otra singularidad
de esta cantiga es la introducción de una quinta frase musical
diferente en la estrofa respecto a las cuatro que tiene el estribillo,
forma atípica en los virelai. Estas características nos muestran una
obra elaborada, de amplia tesitura re-fa 10, y en la que se trasluce la
mano detallista de Don Alfonso.
En la presente interpretación se
ofrece un clima festivo con campanas escuchadas desde la puerta de una
iglesia mozárabe y campanillas previas a un acto paralitúrgico
recordando la vida del santo toledano.
CANTIGA 116. Es justo que se alumbre a la que es Madre del Dios de la luz
Esta
cantiga narra una historia popular de tradición oral: "como lo sé por
haberlo oído". Santa María se muestra agradecida por la ofrenda de unas
excelentes velas de Toledo.
Un mercader en sus viajes ofrece
candelas en las iglesias dedicadas a la Virgen. En esta ocasión es en
Salamanca donde las buenas velas de Toledo se apagan, pero Santa María
hace que vuelvan a lucir.
La forma musical es sencilla, siendo
destacable su forma sincopada en la frase que se repite dos veces en el
estribillo y cuatro veces al final de la estrofa.
El ritmo de la percusión utilizada está recogido de la música tradicional de Salamanca.
CANTIGA 76
Versión
instrumental de esta cantiga en la que destaca la combinación de ritmo
ternario y binario. El inicio de la melodía ha sugerido una marcha
mozárabe con una llamada o ataque para los instrumentos de viento a
bisel y de lengüeta, en contraste con la percusión de platillos muy
ricos en armónicos, y bandeja de cascabeles sobre una pandereta.
CANTIGA 212. Todo aquel que por la Virgen quiere bien hacer
Preciosa historia que nos da detalles de las antiguas costumbres toledanas.
Una
señora de Toledo prestaba un suntuoso collar de perlas a doncellas
pobres en el día de sus bodas. Aunque su marido se lo prohibió, no pudo
resistirse ante la demanda de una pobre mujer para el casamiento de una
hija. Fue a bañarse la muchacha antes de la boda y le robaron el collar.
Advertida
la dueña por una criada mora, se apesadumbró. Volviendo a su casa pasó
por la iglesia y pidió llorando ayuda a la Virgen hasta que se
adormeció. Al despertar encontró allí mismo la joya perdida.
La melodía discurre sobre base ternaria, combinando los ritmos dáctilo, trocaico y yámbico.
CANTIGA 12. Lo que más desagrada a Santa María es el que den pesar a su Hijo
Esta
cantiga narra el milagro de Santa María que se queja de las injurias
que se hacen a una imagen de su Hijo en la judería de Toledo.
Esto
sucede cuando en el día de la Virgen de Agosto el arzobispo en la
catedral celebra la misa solemne. La historia procede del "Speculum
Historiale" de Vicente de Beauvais, que la sitúa en Toledo. Aunque se
trata del martirio ritual de una imagen, se desencadena un "pogrom" con
la muerte de los judíos implicados.
Aun siendo una melodía típica
con el final (re-mi-do-re), que se repite con frecuencia en las
Cantigas, se descubre cierto dramatismo acorde con la historia que
narra el texto. Se trata de un "virelai" con estrofas de seis versos y
estribillo de dos versos, lo que supone una rareza en la obra alfonsí.
CANTIGA 72
Versión
instrumental de esta obra que combina los ritmos binario y ternario.
Los tresillos y la repetición de la melodía del estribillo que aparece
modificada en el final de la estrofa, dan a esta cantiga un carácter
oriental que se ha pretendido acentuar con la instrumentación.
CANTIGA 122. Santa María hace muchos milagros en favor de los Reyes
Cantiga autobiográfica que se sitúa en la iglesia del Alcázar de Toledo, residencia de los reyes.
La
infanta Berenguela, hermana de Don Alfonso e hija de Fernando III y
Beatriz de Suabia resucita a petición de su madre. Más tarde será
señora del Monasterio de las Huelgas en Burgos.
Los versos son de 10
sílabas y la estructura es un zéjel simple. El ritmo de la obra es a 5
partes lo que le da un carácter alegre y vivo que refleja el espíritu
del texto.
CANTIGA 69. Santa María sana a los enfermos
Tradición
toledana, localizada el 21 de abril de 1.150, durante un viernes de
madrugada en la catedral de Santa María y situada en la época de
Alfonso VII el Emperador. Su protagonista es Pedro de Solaranas,
localidad burgalesa cercana a Lerma.
Era hermano de un monje, amigo
del conde D. Poncio de Minerva, alferez del emperador entre 1142 y
1144, hecho conde por Fernando II (1157-1188) según la Crónica General.
El
milagro cuenta la curación de un sordomudo y la visión de una misa
celestial en la iglesia. Con 21 estrofas, en esta cantiga abundan
pormenores y recuerdos de carácter familiar.
El texto menciona Messina y Salerno en el Reino de Sicilia, famoso por su escuela de medicina.
La melodía de gran belleza y fluidez se presta a largas, hermosas y profundas narraciones.