Música de la Edad Media y del Renacimiento
Les Musiciens de Provence, instrumentos antiguos · vol. 2





medieval.org
Hispavox HARS 740-09 (LP, España) Ⓟ 1976
original: Arion ARN 34 260 (LP, 1974)







[A]

Musique du Moyen-âge

1. La quinte estampie réale  [2.10]   anónimo, s. XII

2. La pastouro et lou segnor  [2.20]   anónimo provenzal

3. A une ajournée...  [2.05]   pastorela | Moniot de PARÍS, s. XIII

4. Plang  [1.58]   Beatriz de DIE, s. XII

5. Dela la rivière  [1.24]   anónimo, s. XV

6. La filho dou ladre  [1.50]   anónimo provenzal

7. Chapeau de saulge  [1.40]   anónimo, s. XV

8. Ils sont bien pelés  [1.18]   anónimo, s. XV

9. Chanson à la Vierge  [1.38]   (Ma vièle) | Gautier de COINCY, s. XIII

10. Estampie et Ungaresca  [2.57]   anónimos, s. XIII y XVI



Musique de la Renaissance

11. Danse des Bergers  [2.08]   August NORMIGER, s. XVI

11. Branle Gay  [1.56]   Pierre ATTAIGNANT, s. XVI

[Cara B]

1. Siete villancicos de Notre Dame des Doms (11.44)
anónimos de Avignon, s. XVI
I. L'enfant de Dieu [2.00]  
II. Lou paure satan [1.23]  
III. Voulès ausi la verita [2.09]  
IV. Pastre placas vostre troupeù [2.28]  
V. Courrès bregado [1.00]  
VI. Vautre que sias assembla [1.37]  
VII. Ma bono bregado [1.02]  

2. Allemande  [2.08]  Tylman SUSATO, s. XVI
3. Les quatre branles  [1.30]  Tylman SUSATO, s. XVI
4. Hoboeckentanz  [1.15]  Tylman SUSATO, s. XVI

5. Ti dounarai doù notarry  [1.47]   anónimo provenzal, s. XVI

6. Branle de Bourgogne  [2.03]   Jacques MODERNE, s. XVI

7. Danse de l'Hercule des Matassins  [0.57]  Tylman SUSATO, s. XVI
8. Morisque  [2.04]  Tylman SUSATO, s. XVI





El Conjunto de «Les Musiciens de Provence» se compone de seis músicos: Pierre EYGUESIER, Maurice GUIS, Maurice MARECHAL, René NAZET, Jean PORTA y Jean-Paul PORTA, el benjamín.

Reunidos ya en la «Comisión del Tamboril de la Federación Folklórica Mediterránea», deciden, en 1970, volver a reunirse, a intervalos regulares, para trabajar juntos. En primer lugar, montar un repertorio destinado a la demostración de posibilidades de los instrumentos tradicionales provenzales—Flûtet y Tamboril—, ofreciendo un programa que va desde la Edad Media hasta nuestros días. Pero pronto deciden emplear todos los instrumentos populares de Provenza, en desuso desde hace siglos. La riqueza de aquellos timbres antiguos merecía verdaderamente aquel esfuerzo.

Se entregaron entonces a una reconstrucción minuciosa según los documentos existentes, la iconografía y los instrumentos conservados todavía en nuestros Museos. Extendieron esta investigación a todas las épbcas, ya que los instrumentos del folklore francés son supervivientes de los que se empleaban por todas partes en Europa durante la Edad Media y el Renacimiento.

Esto les llevaría a ofrecer una retrospección de la música popular antigua, aunque no limitándose solo a Provenza. Sin embargo, siempre otorgan un lugar preferente a los «Viejos Cantos del País de Occitania».

Así van resucitando instrumentos nombrados por los especialistas de Villancicos de Navidad del siglo XVII, especialmente los de percusión: «Timbalons», «Cymbalettes», «Cliquettes», Sonajas, Panderos, Grandes y Pequeñas Carracas, Campanas, «Bachas», Timbal (especie de tamboril rústico sin timbre, todavía en uso en el siglo XIX) y muchos más, desde el Monocordio hasta el minúsculo Ruiseñor de arcilla del terruño, de Aubagne, el Salterio, la Zanforia, la Trompeta marina, la Mandora, el Caramillo, el Cromorno, el Tambor Sarraceno, el Flageolet (octavín)...

Para los instrumentos melódicos, aparte del «Galoubet» (flûtet)-Tamboril, que, en sus formas provenzales, constituyen el núcleo del conjunto, emplean pífanos, flautas de pico, «frestèu» (flauta de Pan de Provenza), mandora.

En el verano de 1971, M. Marius FABRE reconstruye, a petición del Conjunto, los grandes «flûtets» de tres orificios, según las descripciones de los Teóricos del siglo XVI, lo que le permite interpretar la música del Medievo y del Renacimiento con instrumentos auténticos. Aquel abanico de instrumentos que en parte realizaron con sus propias manos, no termina de acrecentarse.


EL REPERTORIO

Se basa esencialmente en la música de baile, una de las formas más espontáneas de la música popular.

La universalidad de sus instrumentos en la Europa del Medievo y del Renacimiento, les permitió enriquecer su repertorio con «estampies, ducties, pastourelles, branles, tourdions» y otras danzas.

La época clásica posee en abundancia minuetos, contradanzas, rigodones, Villancicos de Navidad, obras firmadas frecuentemente por compositores y por tamborileros provenzales afamados, así el célebre Pascal ARNAUD.

El repertorio folklórico tradicional de los siglos XVIII y XIX lo interpretan, como se hacía originariamente, con timbal, «timbalones» y «cymbalettes».







MÚSICA DE LA EDAD MEDIA

LA QUINTE ESTAMPIE REALE
(Anónimo. Siglo XII)
Las piezas descubiertas y editadas por Aubry bajo el título «Estampies et Danses Royales» constituyen la más antigua manifestación de la música puramente instrumental. Estas obras anónimas que se pueden fechar aproximadamente en los Siglos XII y XIII, no tenían texto escrito y su aspecto evoca incuestionablemente el estilo instrumental. Están todas ellas calcadas sobre el mismo patrón: una fórmula-refrán se intercala entre los diferentes «puntos» que desempeñan el papel de estrofas. Una «Estampie» podia abarcar de cuatro a siete «puntos». Recordemos una vez más que la «Estampie», término cuyo origen sigue siendo oscuro, designaba una danza (¿estampir = golpear con el pie?) o quizá incluso simplemente una pieza instrumental.
La «Quinte Estampie Reale» está interpretada por «flûtets», flautas de pico, pequeño «flûtet», cromorno, tamburina y «darbouka».

LA PASTOURO E LOU SEGNOUR
(Anónimo provenzal)
A pesar de su título y de su tema, todo nos hace creer que la presente canción provenzal no se remonta a la Edad Media, sino que es una transposición más reciente del tema de la Pastorela. Ahora bien, esto no le quita nada al encanto de su melodía y nos ha parecido muy interesante el presentar esta pieza, testigo de la persistencia de los temas medievales en nuestro folklore. Esta canción ha sido recogida y dada a conocer a principios de siglo en la «Armana dou Gai-Sabé» por R. de Candolo y J. Bourilly.
Está interpretada con el «fresteu» (flauta de pan) y la tamburina.

PASTORELA «A UNE AJORNÉE...»
(Moniot de París. Siglo XIII)
No sabemos nada de la vida del trovador Johan Moniot de París, salvo el hecho de que su actividad debe situarse a principios del Siglo XIII. Poseemos nuevas canciones suyas de un estilo muy vivo, que tienen por tema la vida de París y del campo. Estas canciones parecen haber obtenido una gran celebridad, pues se conocen de ellas no menos de veintiocho versiones musicales.
La Pastorela «A une ajornée...» utiliza el tema, muy empleado por los trovadores, del caballero que corteja a una pastora:

«A une ajornée
Chevauchai l'autrier,
En une vallée
Prés de mon sentier
Pastore ai trovée
Qui fet aproiser...»

Los instrumentos utilizados son la zanfoña, la tamburina, «flûtets», flautas de pico y diversos instrumentos de percusión.

PLANG
(Beatriz de Die. Siglo XII)
El «Plang» (Queja) de la condesa Beatriz de Die es, sin ninguna duda, una de las creaciones más emocionantes de la lírica occitana del siglo XII, tanto en el aspecto literario como en el musical.

«... Debo contar lo que no quisiera, tan triste estoy por aguel del que soy la amiga, pues le quiero más que a todo, pero ni mi elegancia, ni mi belleza, ni mi valor, ni mi espíritu valen para nada ante sus ojos, y soy engañada y traicionada como si despreciable fuera...»

En estos términos apasionados de enamorada, se dirige la condesa al conde Raimbaud de Orange que no le hacía caso. Vivió la condesa, probablemente, entre 1135 y 1189 y quizá fue la hija de Guigues IV, delfín de Viennois o de Guillermo I de Poitiers, conde de Valentinois. Este «Plang» es inlerpretado con la flauta travesera de caña y la tamburina.

DELA LA RIVIERE (Anónimo. Siglo XV)
Esta canción anónima del siglo XV es una ronda popular que se convertiría en una canción infantil.

«Dela la rivière sont
Les trois gentes demoiselles
Dela la rivière sont
Font un saut et puis s'en vont.»

Está interpretada con el pequeño «flûtet», «flûtets», flautas «soprani», «chalmeau» (caramillo), zanfoña, tamburina y tambor medieval.

LA FILHO DOU LADRE (La hija del leproso)
(Anónimo provenzal)
Es difícil señalar con precisión la fecha de esta bella canción muy extendida en Provenza. Recogida en el siglo XIX por Damase Arbaud, quizá tenga un origen no provenzal, ya que podemos encontrar su equivalente en Normandía y en Castilla.
Las palabras, medio francesas, medio occitanas, hablan, siguiendo la costumbre de las pastorelas de la Edad Media, de una campesina y de un caballero: tras haber «recogido la aceituna», la joven cae dormida y la noche la sorprende. Al presentarse un caballero que se ofrece para hacerle atravesar el bosque, ella se hace pasar por la hija de un leproso para librarse de sus avances y, una vez atravesado el bosque, se burla del galanteador despechado.
La música es realmente antigua y está interpretada por un salterio.

CHAPEAU DE SAULGE
(Anónimo. Siglo XV)
La salvia representaba el amor desgraciado y la canción trata del tema eterno del amante despechado. Esta melodía, particularmente emotiva, está interpretada con la flauta travesera de caña.

ILS SONT BIEN PELES...
(Anónimo. Siglo XV)
Esta canción tan célebre, de la que también se conoce una versión polifónica, se burla de los que llevan una vida feliz sin tener una peseta.
La instrumentación es la siguiente: zanfoña, cromorno, pequeño «flûtet», «flûtets» sopranos, caramillo, flauta de pico y tamburina.

CHANSON A LA VIERGE
(Gautier de Coincy. Siglo XIII)
Sabemos la muy particular devoción que tenía a la Virgen el trovador Gautier de Coincy, que primero fue monje y después prior en Soissons. Su trabajo como escritor fue tan considerable como su labor de músico. Su gran narración en verso de los Milagros de Nuestra Señora lleva intercaladas una serie de canciones entre las que se encuentra «Ma vièle vièler veut un beau son...» que escuchamos en la presente grabación tocada por las flautas de pico y la tamburina.

ESTAMPIE ET UNGARESCA
(Anónimo. Siglos XII y XVI)
Dos piezas de música instrumental que recuerdan sus orígenes populares. La primera de ellas es una música de juglares, a la que podemos imaginar sin grandes problemas tocada por el dúo formado por el «flûtet» y la tamburina tan extendidos y tan útiles para bailar en la Edad Media y en el siglo XVI.
La «Ungaresca», cuyo título muestra perfectamente cuáles son sus orígenes (su tema es aún muy popular en Hungría) es muy difícil de datar. Fue publicada en el siglo XVI por Pierre Phalèse pero posee ciertamente un origen más antiguo.
Instrumentos utilizados: «flûtets» sopranos, pequeño «flûtet», «flageolet» (octavín), flauta de pico, tamburina y timbal.








MÚSICA DEL RENACIMIENTO

DANSE DES BERGERS
(August Normiger. Siglo XVI)
Organista en la Corte de Sajonia entre 1581 y 1594, August Normiger nos es conocido por una «tablatura» para órgano cuya fecha es de 1598 y que está manuscrita. Esta recopilación, destinada a la princesa Sofía de Sajonia, contiene una multitud de piezas diversas entre las cuales se encuentran noventa y tres danzas. La «Danza de los Pastores» se compone de la danza propiamente dicha y de una terminación cuyo ritmo ternario contrasta con el ritmo binario de la danza.
La instrumentación empleada en esta pieza es: «flûtets» sopranos, flauta de pico, mandora y cromorno tenor.

BRANLE GAY
(Pierre Attaignant. Siglo XVI)
El editor musical Pierre Attaignant ejerció su actividad en París entre 1528 y 1552. En este período, publicó un centenar de recopilaciones que recogen la casi totalidad de la producción francesa de su época. El «Branle Gay» forma parte del segundo libro de «Temas para Baile» que data de 1547, época que corresponde a la edad de oro del conjunto «flûtet»-tamburina.
Notaremos el parentesco entre este «Branle» y la canción del siglo XV «Dela la rivière», lo que no nos debe extrañar en absoluto si tenemos en cuenta que en esta época las canciones populares podían, sin ofuscar a nuestros antepasados, convertirse en danzas o, al contrario, en temas de serias polifonías. Recordemos que, según Toinot Arbeau, el «Branle Gay» es una variante más animada que el «Branle Double» o el «Simple», que interesaba a «los recién casados...».
Está tocado por los «flûtets», flautas de pico, mandora, con acompañamiento de timbal y tamburina.

SIETE VILLANCICOS DE NOTRE DAME DES DOMS
Anónimos de Aviñón. Siglo XVI)
«Les Musiciens de Provence» ya nos presentaron en una grabación precedente («Música de trovadores y troveros», HARS 740-06), algunos villancicos de Notre Dame des Doms de Aviñón, villancicos oídos en muy raras ocasiones y que se deben a la oportuna restitución de los musicólogos J.-N. Clamon y el Dr. Pensier. Recordemos que fueron escritos para el pueblo por los clérigos de la famosa catedral. Olvidados en seguida, los pergaminos originales fueron utilizados como cubierta o envoltura de las minutas de los notarios. Tras un paciente trabajo, J.-N. Clamon pudo salvarlos.
Estos villancicos, además de su interés en el plano musical o literario, son preciosos por las nomenclaturas de instrumentos que contienen. Podemos así hacernos una idea de los instrumentos utilizados en Provenza a finales del siglo XVI.
— «L'enfant de Dieu» está tocado por el salterio e inmediatamente después repetido por los «flûtets» y la flauta tenor.
— «Lou paure Satan»: arpa y salterio. Se trata de una especie de marcha fúnebre cómica: «El pobre Satán está herido; se va cocido como un polluelo; ¡morirá a causa de su magulladura!...»
— «Voulès ausi la verita?» («¿Queréis oír la verdad?»). Este villancico está tocado con cromornos, «flûtets» y tamburina.
— «Pastre, placas voste troupèu...» («Pastores, apacentad vuestro rebaño»...) Es el diálogo del ángel y de los pastores en la noche de Navidad. Lo escuchamos tocado por el «frestèu», la flauta de pico, los «flûtets» y la mandora.
— «Courrès bregado»: flautas de pico, cromorno y tamburina. «Corre, feliz rebaño, para ver al niño y a la parturienta, siempre brincando, corriendo, saltando».
— «Vautre que sias assemble...» («Vosotros que estáis reunidos»).
— «Ma bono bregado...» («Mi feliz rebaño...»).
Dos villancicos sobre el «frestéu», el primero de los cuales tiene ciertamente por melodía un tema muy extendido en esta época, puesto que le volvemos a encontrar bajo la forma de «Branle de Champaigne» en la recopilación de Attaignant en 1550, y del «Branle de Borgoña» en la de Phalèse en 1571.

ALLEMANDE - LES QUATRE BRANLES - HOBOECKENTANZ
(Tylman Susato. Siglo XVI)
El editor de Anvers, Tylman Susato, publicó en 1551 una recopilación de piezas para baile de un agradable frescor, particularmente representativas del estilo instrumental de principios del siglo XVI.
ALLEMANDE: Es una danza de movimiento moderado y de ritmo binario. Se prescindió de ella como danza hacia 1580 pero desempeñó en Francia un papel importante en las primeras suites instrumentales. Los instrumentos utilizados aquí son el arpa y el salterio.
LES QUATRE BRANLES están interpretados por «flûtets», flauta de pico y mandora. Recordemos que el «branle» es una danza en cadena que fue muy popular y conocida, con numerosas variantes, en Francia, durante el Renacimiento. Olvidado como baile cortesano, el «Branle» sobrevivió en el siglo XIX en la famosa farándula.
HOBOECKENTANZ: Esta danza flamenca está tocada por un cromorno tenor y tamburina.

TI DOUNARAI DOU NOUTARRY
(Anónimo provenzal. Principios del siglo XVI)
Escritas hacia finales del siglo XV, las «Chansons du Carrateyron» (Canciones del pequeño carretero) estaban destinadas probablemente a ser cantadas durante las festividades de la Fiesta de Dios, durante las cuales se toleraba una cierta libertad de lenguaje. Estas canciones presentan pues, bajo el manto del chiste o la broma, una sátira mordaz de la sociedad de Aquisgrán de su tiempo.
«Ti dounarai dou Noutarry...» lleva un subtítulo: «Responso as basochiens sius les noutarry» («Respuesta a los curiales sobre los notarios.). Es la continuación de la canción del «Mau-Gouvèr. («La Canción del Mal Gobierno»), que atacaba a la gente de la Iglesia. Estos, a su vez, responden y acusan a los curiales y a los notarios.

«Tous aquestous basochins
Marrouchins
Can fasian lur farsos
Semblavon de grosses chins
Ho mastins
Cant van a la casso»

(«Todos estos curiales, estos bufones, al hacer su bufonada parecían perros gordos, mastines, que estuvieran de caza»), por no citar más que un pasaje de los más anodinos; ya se ve que el tono es de los menos corteses...

BRANLE DE BORGOÑA
(Jacques Moderne. Siglo XVI)
Jacques Moderne, maestro de Capilla en Nuestra Señora de Lyon, fue impresor de música entre 1532 y 1567. Además de varias recopilaciones de canciones, publicó bajo el título de «Musique de Joye» una serie de temas para danza de un estilo muy simple.
Este «Branle de Borgoña» es interpretado por «flûtets», flautas de pico, zanfoña y caramillo.

DANSE DE L'HERCULES DES MATASSINS-MORISQUE
(Tylman Susato. Siglo XVI)
Estas dos danzas «armadas» de los Bufones y de la Morisca fueron muy populares en Europa a partir del siglo XV, se han perpetuado por otra parte en el Folklore: una danza muy significativa existente todavía en Provenza bajo el nombre de «Danza del Turco».
La Danza de los bufones utiliza un traje especial: una pequeña coraza o corselete con flecos en las espaldas y en el talle, un morrión de papel dorado, los brazos desnudos y cascabeles en las piernas. Los danzarines están armados de una espada y de un escudo y evolucionan haciendo simulacros de combate.
La Morisca se bailaba con el rostro pintado de negro de humo y cascabeles en los pies, y el frente cubierto de blanco. El danzarín utilizaba un paso con «golpes de los talones» y trazaba figuras diferentes.
Se suele pensar que, en su origen, estas danzas no eran verdaderamente bailes de «diversion» y que los moros tenían poco que ver con ellas. Más probablemente, se trataría de la supervivencia cristianizada y edulcorada de antiguos ritos paganos de la fecundidad, como testimonian la presencia de «ruidores» mágicos: cascabeles, choque de las espadas y de los escudos; están además los rostros ennegrecidos, como es regla en la Morería.
La música de estas danzas no es evidentemente obra de Tylman Susato, que se contentó simplemente con arreglar unas melodías conocidas por todos.
Los instrumentos utilizados son: cromornos, flautas de pico, «flûtets», mandora, trompeta marina, tamburina y percusión.







INSTRUMENTOS DE VIENTO

«FLÛTETS»: Son los principales instrumentos de viento utilizados por «Les Musiciens de Provence». Los antiguos (Praetorius, Mersenne, entre otros) siempre se han extrañado de la gran extensión de notas que pueden alcanzar estas especies de flautas de pico teniendo en cuenta el pequeño número de agujeros (tres solamente) que perforan el instrumento. Este fenómeno (cuya utilización demuestra mucha ingeniosidad) se debe a la estrechez del taladro, lo que favorece la emisión de muchos sonidos armónicos (4 a 5 por cada posición). Pulgar, índice y medio se utilizan, mientras los dos dedos restantes sostienen el instrumento.
El «flûtet», en sus distintos tamaños, se toca todavía hoy en día en numerosos países, como Portugal, España (flabiol), Inglaterra, País Vasco (chistu) y naturalmente en Provenza, donde aparece bajo una forma muy reducida, lo que produce una emisión de sonidos muy agudos: es el instrumento vulgarmente llamado «galoubet», pero de manera muy impropia, y que aquí se ha llamado pequeño «flûtet» (menos de 30 centímetros).
Pero en la Edad Media, el area de utilización de los «flütets» era mucho más extendida (Alemania, Austria, Países Bajos, por ejemplo), lo que demuestra el gran éxito del instrumento como instrumento para bailar. Praetorius habla de una verdadera familia que va desde el «flûtet» soprano (aproximadamente 45 centímetros) hasta el «flûtet» bajo (75 centímetros), que se utilizan igualmente en esta grabación.
Hay que señalar que la mano del músico que queda libre ha servido siempre para marcar el ritmo sobre un tamboril, a veces colocado de tal manera que pueda producir un sonido continuo cercano al Bordón. Mientras el tamboril de Provenza adquirió en el curso de los siglos un tamaño importante, los músicos provenzales utilizaban igualmente en la música medieval y del Renacimiento, para acompañar a los «flûtets» soprano y bajo, un tamboril renacentista, de un volumen sensiblemente más pequeño.
La reconstrucción de los «flûtets» se debe al «luthier» Marius Fabre, de Barjolo.

FLAUTAS DE PICO: No parece necesario presentarlas detalladamente. «Les Musiciens de Provence» utilizan reconstrucciones de instrumentos del Renacimiento (de taladro cilíndrico, de un volumen sonoro mayor) o de la época del Barroco (de taladro cónico).

FLAGEOLET (OCTAVÍN): Este instrumento, muy antiguo y de los más sencillos, se conoce universalmente. Se trata de una flauta de pico de caña, taladrada con 6 agujeros solamente. No hay que confundirla con el «flageolet», inventado en el curso del siglo XVI y de una hechura más delicada (fue provisto de llaves y tocado en la orquesta como flauta pequeña en el siglo XIX).

FRESTÈU: Es la flauta de Pan provenzal (en francés: Frestel, en la Edad Media), construida de una manera muy primitiva por los pastores de la Crau. La colocaban frecuentemente dentro de una bolsa de piel para resguardarla y mantener los tubos. Sin duda es muy cercana al instrumento utilizado en la Edad Media.

CARAMILLO: El caramillo («chalumeau») rústico utilizado por «Les Musiciens de Provence» es también un instrumento muy sencillo. Es una especie de «clarinete» cuya boquilla única está sacada de la misma pared de la caña que forma el instrumento. El sonido es bastante ronco y agresivo.
Este instrumento no debe confundirse con la «chalernie» (especie de oboe de la Edad Media) y con el caramillo del siglo XVIII, antepasado de nuestro actual clarinete.

EL CROMORNO: Su nombre viene del alemán Krumm Horn (corno curvado) y también fue nombrado en francés: Tournebout. Es un instrumento de boquilla doble de forma curvada con dicha boquilla recubierta por una cápsula destinada a protegerla y a facilitar la emisión de los sonidos. Inventado posiblemente hacia el siglo XIV, estuvo muy de moda en Francia, en Alemania y en Italia, pero poco a poco cayó en desuso, posiblemente por el escaso número de notas que podía emitir y por su falta de precision. Ha sido reconstruido hoy en día y forma una familia completa (soprano, alto, tenor, bajo).



INSTRUMENTOS DE CUERDA

EL SALTERIO: De origen posiblemente oriental así como la cítara, a la cual se parece, el salterio tenía la forma de una «T» sobre la que las cuerdas iban colocadas transversalmente. Se tañía, en general, verticalmente, apoyado contra el pecho, salvo cuando se trataba de un instrumento de gran tamaño. La posición del instrumento dirigido hacia el cielo hizo que la Iglesia lo considerara como instrumento esencialmente religioso, en oposición a la cítara horizontal, de ahí «terrenal».
El Salterio utilizado por «Les Musiciens de Provence» posee 32 cuerdas, afinadas de dos en dos, diatónicamente. Fue construido, por encargo, por Marius Fabre.

LA TROMPETA MARINA: Este extraño instrumento fue empleado hasta el siglo XVIII, cuando parece que alcanzó una cierta perfección.
Su característica es muy ingeniosa: posee una cuerda única de la que se emplean los sonidos armónicos, rozando el arco en la parte superior de la cuerda. El sonido se va ampliando por el puente asimétrico, libre y sobre el cual la cuerda se encuentra colocada. Según la regulación, empieza a resonar, y golpeando la tabla provoca un extraño efecto sonoro de metal.
El instrumento de «Les Musiciens de Provence», construido también por Marius Fabre, es una copia de un instrumento del Renacimiento, según Praetorius. Tiene también tres cuerdas de resonancia.

LA ZANFOÑA: Todavía muy famosa en el centro de Francia, este instrumento gozó antiguamente de gran popularidad en muchos lugares, incluyendo la Provenza. Características: el arco se ve sustituido por una rueda que va frotando las cuerdas formando un Bordón y una o varias cuerdas metálicas. Los dedos no tocan directamente las cuerdas, pero crean el sonido por medio de un teclado compuesto por clavijas móviles.
La zanfoña se conocía a partir del siglo XII (por ejemplo, se la puede ver en un capitel de la Abadía de Boscheville). Se trataba aparentemente de un instrumento de gran tamaño, precisando la intervención de dos músicos.
«Les Musiciens de Provence» utilizan una reconstrucción hecha por Ch. Patt, según el modelo de una zanfoña de campesinos del Renacimiento, instrumento notablemente más simplificado que los del siglo XVIII: teclado diatónico, 3 bordones y una cuerda melódica solo.

LA MANDORA: Esta variente del laúd es de pequeño tamaño y posee cuatro dobles cuerdas metálicas de sonoridad bastante débil, tañidas casi siempre con un plectro. Muy utilizada por el pueblo, dio nacimiento, en el siglo XVIII, a la mandolina.



INSTRUMENTOS DE PERCUSIÓN

LA TAMBURINA (tamboril de cuerdas): Antiguamente llamado también «choron» (de «chorum»), se utiliza todavía hoy en día bajo el nombre de Tamboril de Bearn (o de Gascunya), region donde lo tocan simultáneamente con una pequeña flauta de tres agujeros del estilo del «flûtet». Se compone de 6 cuerdas, afinadas a la quinta, formando un bordón de acompañamiento. Reconstruido por Marius Fabre.

EL CARILLÓN: Entre otros muchos instrumentos de percusión en la Edad Media, se apreciaban muy particularmente los carillones, conjunto de campanas afinadas. Antes de ocupar su sitio en los campanarios, fueron reconstruidos en un tamaño más reducido y llevaban de 4 a 12 campanas, golpeadas con la mano. El instrumento que se emplea en la grabación está construido por Ch. Patt.

EL TAMBOR: El Tambor de la Edad Media se puede comparar al que todavía se emplea hoy en día en Turquía. Sostenido verticalmente, se golpea por ambas partes con baquetas de distintos tamaños; de ahí la posibilidad de obtener dos sonidos, lo que hizo que le llamaran «symphonia».

LAS CLIQUETTES: Se trata de castañuelas muy primitivas formadas por dos maderitas que van golpeándose y cuyo uso se ha conservado en Provenza. Fueron utilizadas durante la Edad Media bajo el nombre de «Tablettes» (Tabletas).

EL TIMBAL PROVENZAL: No tiene el aspecto del timbal de orquesta, sino que más bien se asemeja a un tambor alargado y desprovisto de timbre. Antiguamente era el patrimonio del director de las bandas de tamborileros.

EL RUISEÑOR: Instrumento de arcilla, tradicionalmente fabricado por los alfareros de Aubagne (cerca de Marsella) y que imita a 1191 ruiseñor, gracias al agua que contiene. Hoy en día se ha transformado en un juguete infantil. En el pasado lo empleaban, como las trompetas de arcilla, en ceremonias rituales.

CLAUDE MERCIER YTHIER
(Traducción: Sofía Noel)