Oficio de la Toma de Granada. Oficio de Maitines
Fray Hernando de TALAVERA, OSH, † 1507 / Schola Antiqua





medieval.org
Pneuma «Colección Histórica · Canto gregoriano»
PN-1190

2008






AD MATUTINUM

Invitaciones iniciales

1. Domine, labia mea aperies / Deus in adjutorium meum intende [2:04]
2. Regem triumphatorem + P. 94, Invitatorio, modo V [7:36]
3. Sacris solemniis, himno, modo V [3:02]

In primo nocturno
4. Beatus rex Fernandus + Ps. 111, antífona, modo I [2:45]
5. Subiecisti, Domine + Ps. 8, antífona, modo II [2:41]
6. Quoniam rex et regina + Ps. 20, antífona, modo III [2:37]
7. Benedicamus patrem, versículo [0:26]
8. Hodie nobis de caelo, responsorio, modo VIII [2:47]
9. Ego te tuli, responsorio, modo I [2:56]
10. Benedixit te Dominus, responsorio, modo I [5:04]

In secundo nocturno
11. Posuit hodie Dominus + Ps. 45 , antífona, modo IV [2:32]
12. Cantemus Domino + Ps. 82, antífona, modo V [3:03]
13. Laudemus Deum nostrum + Ps. 93, antífona, modo VI [2:24]
14. Exaltare, Domine, versículo [0:25]
15. Cantemus Domino, responsorio, modo II [2:15]
16. Congregati sunt, responsorio, modo I [3:16]
17. Tua est potentia, responsorio, modo II [4:42]

In tertio nocturno
18. Laetentur caeli + Ps. 95, antífona, modo VII [2:34]
19. Laetamini in Domino + Ps. 96, antífona, modo VIII [2:22]
20. Psallamus Domino + Ps. 97, antífona, modo VIII [3:02]
21. Benedicat nos Deus, versículo [0:28]
22. Benedicite Deum caeli, responsorio, modo I [2:31]
23. Cantemus iterum Domino, responsorio, modo VIII [3:12]
24. Te Deum laudamus, himno, modo IV [5:52]
25. Benedicamus Domino, modo I [0:37]






SCHOLA ANTIQUA
Juan Carlos Asensio

Miguel Ángel Asensio Palacios
Javier Blasco Blanco
José Bernardo Carias Hernández
Alfredo Contreras Sanz
Miguel Angel Fernández González, solista
Enrique de la Fuente González
Javier de la Fuente Jarillo
Miguel García Fernández
Miguel García Rodríguez
Román García-Miguel Gallego, solista
Jorge Luis Gómez Ríos
Benjamín González García
Antonio de Gregorio Jabato
Luis Fernando Loro Rodríguez
Benigno A. Rodríguez García, solista
Jesús María Román Ruiz del Moral
Federico Rubio García
Javier Rubio García
Emilio Rubio Sadia


Fuentes:
Archivo de Simancas, sección Patronato real, sign. 25-41
Archivo Parroquial de Santa Fe, Granada, cantoral nº 20



Sonido: Javier Rubio García
Grabado del 7 al 9 de noviembre de 2008,
en el monasterio de Santa María de El Parral, Segovia
Producción: Eduardo Paniagua
Producción: EDUARDO PANIAGUA







OFICIO DE LA TOMA DE GRANADA
HERNANDO DE TALAVERA

El 14 de mayo de 1507 fallecía en Granada fray Hernando de Talavera, monje jerónimo y primer arzobispo de la archidiócesis granadina restaurada en 1492. Su nacimiento en Talavera -año 1428- en el seno de una modesta familia judeoconversa, fue, sin duda, determinante del talante que definió su personalidad. Realizó estudios en Salamanca, pasando luego a ostentar la cátedra de Filosofía Moral en esta Universidad.

Pero no era a la docencia a lo que estaba llamado Hernando de Talavera. Con 36 años, renunció a la cátedra e ingresó en el monasterio jerónimo de San Leonardo de Alba de Tormes. Pasado el tiempo de prueba y formación fue elegido prior del Prado de Valladolid, donde avalado siempre por la integridad de su ejemplo, introdujo reformas de vida en aquella comunidad.

Estando la Corte en Valladolid, no tardó mucho en llegar a oídos de la reina Isabel, la notoriedad del jerónimo: su elocuencia, el certero discernimiento de espíritus, la clarividencia de sus consejos y la fama de santidad de Fray Hernando, hizo que le pidiera ser su confesor consejero en los asuntos del gobierno de la España que se estaba gestando. Se inició así una estrecha relación con Isabel y Fernando, que fue clave en el reinado de los Reyes Católicos.

Tal vez el testimonio más acertado de la rica personalidad de Fray Hernando, nos lo haya dejado un viajero alemán, Jerónimo Münzer, que en 1494 viajé por la península. Sobre el encuentro que tuvo con el “Santo Alfaquí”, como llamaban los musulmanes al arzobispo Talavera, deja consignado en su cuaderno de viaje esta semblanza: «No conocí en España hombre más versado en teología y filosofia. Era verdaderamente un nuevo San Jerónimo, porque el continuo estudio, los muchos trabajos de su sagrado ministerio y las rigurosas abstinencias, habían macerado su cuerpo de tal modo que bien pudieran contársele los huesos, tan sólo revestidos con la piel. A él se debe la conversión de muchos sarracenos, a quienes constantemente exhorta y adoctrina imitando el ejemplo de Jesucristo, así en las obras como en la enseñanza».

En efecto, fue Hernando de Talavera una figura insigne en su tiempo: varón doctísimo, hombre de fe, con una vida ejemplar, que le hace punto de referencia indiscutible de una corriente renovadora en la Iglesia Española, como lo atestigua el trabajo acometido en el Concilio de Sevilla, del que fue máximo promotor y organizador.

Su labor evangelizadora, con mudéjares y moriscos y las formas y maneras de su pastoral se adelanta, no solo a Trento, sino al mismo Vaticano II. Su celo por formar sacerdotes que fueran dignos de la misión que se les confiaría o que ya tenían encomendada, la renovación y adaptación de la sagrada liturgia, la organización de la archidiócesis que se le había confiado, marcan recias pautas para los pastores de todos los tiempos.

Dentro de este campo de la exposición de la fe, sus biógrafos aluden a sus habilidades musicales, que debió aprenderlas cuando niño en la colegiata de su ciudad natal, y que siguió practicando durante toda su vida. En el oficio coral, ya de arzobispo, ejercía de cantor, sin sentirse por ello rebajado. Acercaba los fieles a la participación del oficio divino, y para hacerlo más comprensible y atrayente, tradujo los textos litúrgicos al castellano, compuso coplas devotas que motivaban espiritualmente al pueblo haciendo acompañar las procesiones con instrumentos árabes. Los villancicos tienen, dicen, en él su origen. Dentro de los trabajos como compositor musical destaca el Oficio Litúrgico que compuso para la Toma de Granada, objeto de este CD interpretado magníficamente por la Schola Antigua, el coro gregoriano de antiguos escolanes del Valle de los Caídos.

Fr. Andrés Gª Torralvo, osh.
Prior del monasterio de Santa María del Parral y de San Jerónimo de Yuste







MÚSICA “VIEJA” PARA UNA NUEVA ERA

Nuestra incursión en la música de fray Hernando de Talavera no pretende dar a conocer un documento insólito. Tenemos la fortuna de contar ya con dos ediciones, cada una de ellas con diferentes enfoques. La magnífica edición facsímil (Fray Hernando de Talavera. Oficio de la Toma de Granada, Textos de Francisco Javier Martínez Medina, Pilar Ramos López, Elisa Varela y Hemenegildo de la Campa, Diputación de Granada, 2003), que contempla las dos versiones completas conocidas: la del Archivo de Simancas, sección Patronato real, sign. 25-41 que contiene solamente el texto y la perteneciente al Archivo Parroquial de Santa Fe (Granada) en el cantoral n° 20 (fols. 152v-207r), que más nos interesa a nosotros. Esta edición une a su claridad unos excelentes estudios y la traducción íntegra de los textos a cargo de distintos especialistas entre los que destaca la aportación de Pilar Ramos que aborda el Oficio y su devenir desde varios puntos de vista, sin olvidar obviamente una aproximación musicológica. Un año después, en 2004, aparecía otra edición de características muy distintas. A cargo de Mª Julieta Vega García-Ferrer, también contaba con la colaboración de un filólogo para el estudio y traducción de los textos, pero el principal objeto de la nueva versión era presentar una versión musical completa tanto del Oficio como de la Misa partiendo del ejemplar de Santa Fe, al mismo tiempo que se daban a conocer otras fuentes con parte del Oficio (Archivo Parroquial de Santa Fe, cantoral n° 23, fol. 39v-54r). Otras partes, esta vez la Misa más dos antífonas de Vísperas, aparecieron en el cantoral n° 29 del mismo archivo. Finalmente la Misa de la Toma de Granada aparece en un Gradual impreso en Granada ca. 1540 actualmente conservado en el Monasterio de la Encarnación de Granada. Todo este material sirvió a la profesora Vega para elaborar una completa monografía (Isabel La Católica y Granada, La Misa y el Oficio de fray Hernando de Talavera. Ed. de Mª Julieta Vega García-Ferrer, Granada, 2004), en la que incluye varios estudios introductorios, la traducción de los textos y la edición musical en notación cuadrada con la adición de algunos signos rítmicos solesmenses, que sirvió para incluir en la edición una selección de piezas en un CD (Schola Gregoriana Iliberis bajo la dirección de propia Mª Julieta Vega) con 18 obras del Oficio y las 5 partes del Proprium Missae in Festo Deditionis Garnatae.

Diversas circunstancias, entre ellas una crónica de un viajero alemán -Jerónimo Münzer- nos llevan a pensar que el Oficio se interpretó por primera vez en 1493 o 1494, y si hacemos caso a la rúbrica que encabeza el ejemplar completo de Santa Fe In festo deditionis urbis garnatensis quod celebratur prima dominica post circumcisionem Domini et si ipsa die fuerit Epiphaniam celebratur in dominica sequenti … (En la fiesta de la Capitulación de la ciudad de Granada que se celebra el primer domingo después de la Circuncisión [6 de enero] y si ese día fuese la Epifanía 16 de enero] se celebra el domingo siguiente ...). En el f. 152v aparece encabezando el texto musical de la primera antífona de las primeras vísperas Solemnem agamus, la siguiente rúbrica: La toma de Granada, año de 1492 a 2 de henero [sic] aquí está todo el Ofiçio, conmemorando la fecha exacta de la caída de la ciudad. La documentación aportada por Pilar Ramos en el estudio introductorio a la edición facsímil permite asumir que el Oficio y la Misa solamente fueron interpretados los primeros arios, pues una Consueta de la catedral de Granada redactada en la temprana fecha de 1520, no alude ya al Oficio.

Así pues cuando Schola Antiqua decide acometer una nueva grabación de la obra del jerónimo fray Hernando, esta no es del todo inédita. Aún así y siguiendo nuestra trayectoria, decidimos contextualizar la parte más “dramática” -en el sentido teatral- de la liturgia de las Horas, reconstruyendo los Maitines en su práctica totalidad. Los condicionamientos de la duración de un CD nos han obligado a omitir las lecturas de los tres nocturnos, largas recitaciones -extraídas de la versión de Simancas- que, desde luego, no aportaban nada al panorama musical al ser simples tonos de recitado, pero que literariamente tenían su interés al contextualizar la toma de la ciudad y compararla con distintos episodios bíblicos. Igualmente los textos de los salmos que acompañan a las antífonas se han reducido a dos versículos más la doxología. Por lo demás, no podemos decir que la labor de fray Hernando fuera la de compositor, sino más bien la de adaptador. Seguramente en sus años de estudiante en Salamanca y con la mucha experiencia coral por su pertenencia a la orden jerónima, a un hombre de letras como el no le fue excesivamente complicado tomar melodías por él conocidas y practicadas y adaptarles un nuevo texto alusivo a la reconquista de la ciudad por parte de los Reyes Católicos. Así la inclusión del himno Sacris solemnis original para el Corpus Christi -con su melodía hispánica en canto mixto- y adaptarle la conveniente letra equiparaba la fiesta a una de las principales del calendario litúrgico. De la misma manera al hacer un contrafactum del responsorio de Navidad Hodie nobis de caelo, pone de relieve la palabra Hodie -hoy- comparando el acontecimiento ni más ni menos que con el nacimiento del Salvador. Muchas otras similitudes con otras circunstancias litúrgicas están presentes en los textos de fray Hernando, por ejemplo el responsorio Cantemus Domino que parafrasea aquí el episodio del Éxodo en el que Moisés tras el paso del mar Rojo agradece a Dios la victoria sabre los egipcios. No continuamos con la enumeración. Para más detalles remitimos al estudio de la profesora Ramos.

Para la adaptación musical de las antífonas, fray Hernando sigue el principio de los oficios rítmicos medievales: la ordenación de las mismas según el número modal. Así tanto en las Horas Mayores de Laudes y Vísperas conto en los Maitines, la primera antífona está en modo I, la segunda en modo II así sucesivamente. Como quiera que en las Horas Mayores al seguir el cursus romano hay 5 antífonas, la serie se interrumpe en el Tritus Auténtico (modo V) mientras que en los Maitines, la presencia de 3 antífonas en cada nocturno llevó a repetir el modo VIII para la última de ellas. Curiosamente fray Hernando no decide seguir la misma ordenación en los responsorios siendo su adscripción modal arbitraria. El Oficio no contempla el último de los responsorios del tercer nocturno y aunque no aparece ninguna rúbrica al efecto, nos hemos permitido concluir el oficio -y la sustitución del postrer responsorio- por el Te Deum, himno de acción de gracias con el que concluían los Maitines en los días festivos. Y aunque no está indicado en ninguna rúbrica nos hemos permitido incluir unos sencillos fabordones en momentos muy precisos -siempre en fórmulas de recitación y en algunos salmos- para ejemplificar una práctica que bien pudo ornamentar el simple canto llano en un día tan solemne.

Juan Carlos Asensio Palacios