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Pneuma «Colección Histórica · Canto gregoriano»
PN-1190
2008
AD
MATUTINUM
Invitaciones iniciales
1. Domine, labia mea aperies / Deus in adjutorium meum intende [2:04]
2. Regem triumphatorem + P. 94, Invitatorio, modo V [7:36]
3. Sacris solemniis, himno, modo V [3:02]
In primo nocturno
4. Beatus rex Fernandus + Ps. 111, antífona, modo I
[2:45]
5. Subiecisti, Domine + Ps. 8, antífona, modo II
[2:41]
6. Quoniam rex et regina + Ps. 20, antífona, modo III
[2:37]
7. Benedicamus patrem, versículo
[0:26]
8. Hodie nobis de caelo, responsorio, modo VIII [2:47]
9. Ego te tuli, responsorio, modo I [2:56]
10. Benedixit te Dominus, responsorio, modo I [5:04]
In secundo nocturno
11. Posuit hodie Dominus + Ps. 45 , antífona, modo IV
[2:32]
12. Cantemus Domino + Ps. 82, antífona, modo V [3:03]
13. Laudemus Deum nostrum + Ps. 93, antífona, modo VI
[2:24]
14. Exaltare, Domine, versículo [0:25]
15. Cantemus Domino, responsorio, modo II [2:15]
16. Congregati sunt, responsorio, modo I [3:16]
17. Tua est potentia, responsorio, modo II [4:42]
In tertio nocturno
18. Laetentur caeli + Ps. 95, antífona, modo VII [2:34]
19. Laetamini in Domino + Ps. 96, antífona, modo VIII
[2:22]
20. Psallamus Domino + Ps. 97, antífona, modo VIII
[3:02]
21. Benedicat nos Deus, versículo [0:28]
22. Benedicite Deum caeli, responsorio, modo I [2:31]
23. Cantemus iterum Domino, responsorio, modo VIII [3:12]
24. Te Deum laudamus, himno, modo IV [5:52]
25. Benedicamus Domino, modo I [0:37]
SCHOLA ANTIQUA
Juan Carlos Asensio
Miguel Ángel Asensio Palacios
Javier Blasco Blanco
José Bernardo Carias Hernández
Alfredo Contreras Sanz
Miguel Angel Fernández González, solista
Enrique de la Fuente González
Javier de la Fuente Jarillo
Miguel García Fernández
Miguel García Rodríguez
Román García-Miguel Gallego, solista
Jorge Luis Gómez Ríos
Benjamín González García
Antonio de Gregorio Jabato
Luis Fernando Loro Rodríguez
Benigno A. Rodríguez García, solista
Jesús María Román Ruiz del Moral
Federico Rubio García
Javier Rubio García
Emilio Rubio Sadia
Fuentes:
Archivo de Simancas, sección Patronato real, sign. 25-41
Archivo Parroquial de Santa Fe, Granada, cantoral nº 20
Sonido: Javier Rubio García
Grabado del 7 al 9 de noviembre de 2008,
en el monasterio de Santa María de El Parral, Segovia
Producción: Eduardo Paniagua
Producción: EDUARDO PANIAGUA
OFICIO DE LA TOMA DE GRANADA
HERNANDO DE TALAVERA
El 14 de mayo de 1507 fallecía en Granada fray Hernando de
Talavera, monje jerónimo y primer arzobispo de la
archidiócesis granadina restaurada en 1492. Su nacimiento en
Talavera -año 1428- en el seno de una modesta familia
judeoconversa, fue, sin duda, determinante del talante que
definió su personalidad. Realizó estudios en Salamanca,
pasando luego a ostentar la cátedra de Filosofía Moral en
esta Universidad.
Pero no era a la docencia a lo que estaba llamado Hernando de Talavera.
Con 36 años, renunció a la cátedra e
ingresó en el monasterio jerónimo de San Leonardo de Alba
de Tormes. Pasado el tiempo de prueba y formación fue elegido
prior del Prado de Valladolid, donde avalado siempre por la integridad
de su ejemplo, introdujo reformas de vida en aquella comunidad.
Estando la Corte en Valladolid, no tardó mucho en llegar a
oídos de la reina Isabel, la notoriedad del jerónimo: su
elocuencia, el certero discernimiento de espíritus, la
clarividencia de sus consejos y la fama de santidad de Fray Hernando,
hizo que le pidiera ser su confesor consejero en los asuntos del
gobierno de la España que se estaba gestando. Se inició
así una estrecha relación con Isabel y Fernando, que fue
clave en el reinado de los Reyes Católicos.
Tal vez el testimonio más acertado de la rica personalidad de
Fray Hernando, nos lo haya dejado un viajero alemán,
Jerónimo Münzer, que en 1494 viajé por la
península. Sobre el encuentro que tuvo con el “Santo
Alfaquí”, como llamaban los musulmanes al arzobispo
Talavera, deja consignado en su cuaderno de viaje esta semblanza: «No
conocí en España hombre más versado en
teología y filosofia. Era verdaderamente un nuevo San
Jerónimo, porque el continuo estudio, los muchos trabajos de su
sagrado ministerio y las rigurosas abstinencias, habían macerado
su cuerpo de tal modo que bien pudieran contársele los huesos,
tan sólo revestidos con la piel. A él se debe la
conversión de muchos sarracenos, a quienes constantemente
exhorta y adoctrina imitando el ejemplo de Jesucristo, así en
las obras como en la enseñanza».
En efecto, fue Hernando de Talavera una figura insigne en su tiempo:
varón doctísimo, hombre de fe, con una vida ejemplar, que
le hace punto de referencia indiscutible de una corriente renovadora en
la Iglesia Española, como lo atestigua el trabajo acometido en
el Concilio de Sevilla, del que fue máximo promotor y
organizador.
Su labor evangelizadora, con mudéjares y moriscos y las formas y
maneras de su pastoral se adelanta, no solo a Trento, sino al mismo
Vaticano II. Su celo por formar sacerdotes que fueran dignos de la
misión que se les confiaría o que ya tenían
encomendada, la renovación y adaptación de la sagrada
liturgia, la organización de la archidiócesis que se le
había confiado, marcan recias pautas para los pastores de todos
los tiempos.
Dentro de este campo de la exposición de la fe, sus
biógrafos aluden a sus habilidades musicales, que debió
aprenderlas cuando niño en la colegiata de su ciudad natal, y
que siguió practicando durante toda su vida. En el oficio coral,
ya de arzobispo, ejercía de cantor, sin sentirse por ello
rebajado. Acercaba los fieles a la participación del oficio
divino, y para hacerlo más comprensible y atrayente, tradujo los
textos litúrgicos al castellano, compuso coplas devotas que
motivaban espiritualmente al pueblo haciendo acompañar las
procesiones con instrumentos árabes. Los villancicos tienen,
dicen, en él su origen. Dentro de los trabajos como compositor
musical destaca el Oficio Litúrgico que compuso para la Toma de
Granada, objeto de este CD interpretado magníficamente por la
Schola Antigua, el coro gregoriano de antiguos escolanes del Valle de
los Caídos.
Fr. Andrés Gª Torralvo, osh.
Prior del monasterio de Santa María del Parral y de San
Jerónimo de Yuste
MÚSICA “VIEJA” PARA UNA NUEVA ERA
Nuestra incursión en la música de fray Hernando de
Talavera no pretende dar a conocer un documento insólito.
Tenemos la fortuna de contar ya con dos ediciones, cada una de ellas
con diferentes enfoques. La magnífica edición
facsímil (Fray Hernando de Talavera. Oficio de la Toma de
Granada, Textos de Francisco Javier Martínez Medina, Pilar
Ramos López, Elisa Varela y Hemenegildo de la Campa,
Diputación de Granada, 2003), que contempla las dos versiones
completas conocidas: la del Archivo de Simancas, sección
Patronato real, sign. 25-41 que contiene solamente el texto y la
perteneciente al Archivo Parroquial de Santa Fe (Granada) en el
cantoral n° 20 (fols. 152v-207r), que más nos interesa a
nosotros. Esta edición une a su claridad unos excelentes
estudios y la traducción íntegra de los textos a cargo de
distintos especialistas entre los que destaca la aportación de
Pilar Ramos que aborda el Oficio y su devenir desde varios puntos de
vista, sin olvidar obviamente una aproximación
musicológica. Un año después, en 2004,
aparecía otra edición de características muy
distintas. A cargo de Mª Julieta Vega García-Ferrer,
también contaba con la colaboración de un filólogo
para el estudio y traducción de los textos, pero el principal
objeto de la nueva versión era presentar una versión
musical completa tanto del Oficio como de la Misa partiendo del
ejemplar de Santa Fe, al mismo tiempo que se daban a conocer otras
fuentes con parte del Oficio (Archivo Parroquial de Santa Fe, cantoral
n° 23, fol. 39v-54r). Otras partes, esta vez la Misa más dos
antífonas de Vísperas, aparecieron en el cantoral n°
29 del mismo archivo. Finalmente la Misa de la Toma de Granada aparece
en un Gradual impreso en Granada ca. 1540 actualmente conservado en el
Monasterio de la Encarnación de Granada. Todo este material
sirvió a la profesora Vega para elaborar una completa
monografía (Isabel La Católica y Granada, La Misa y el
Oficio de fray Hernando de Talavera. Ed. de Mª Julieta Vega
García-Ferrer, Granada, 2004), en la que incluye varios estudios
introductorios, la traducción de los textos y la edición
musical en notación cuadrada con la adición de algunos
signos rítmicos solesmenses, que sirvió para incluir en
la edición una selección de piezas en un CD (Schola
Gregoriana Iliberis bajo la dirección de propia Mª Julieta
Vega) con 18 obras del Oficio y las 5 partes del Proprium Missae in
Festo Deditionis Garnatae.
Diversas circunstancias, entre ellas una crónica de un viajero
alemán -Jerónimo Münzer- nos llevan a pensar que el
Oficio se interpretó por primera vez en 1493 o 1494, y si
hacemos caso a la rúbrica que encabeza el ejemplar completo de
Santa Fe In festo deditionis urbis garnatensis quod celebratur
prima dominica post circumcisionem Domini et si ipsa die fuerit
Epiphaniam celebratur in dominica sequenti … (En la fiesta
de la Capitulación de la ciudad de Granada que se celebra el
primer domingo después de la Circuncisión [6 de enero] y
si ese día fuese la Epifanía 16 de enero] se celebra el
domingo siguiente ...). En el f. 152v aparece encabezando el texto
musical de la primera antífona de las primeras vísperas Solemnem
agamus, la siguiente rúbrica: La toma de Granada,
año de 1492 a 2 de henero [sic] aquí está todo el
Ofiçio, conmemorando la fecha exacta de la caída de
la ciudad. La documentación aportada por Pilar Ramos en el
estudio introductorio a la edición facsímil permite
asumir que el Oficio y la Misa solamente fueron interpretados los
primeros arios, pues una Consueta de la catedral de Granada
redactada en la temprana fecha de 1520, no alude ya al Oficio.
Así pues cuando Schola Antiqua decide acometer una nueva
grabación de la obra del jerónimo fray Hernando, esta no
es del todo inédita. Aún así y siguiendo nuestra
trayectoria, decidimos contextualizar la parte más
“dramática” -en el sentido teatral- de la liturgia
de las Horas, reconstruyendo los Maitines en su práctica
totalidad. Los condicionamientos de la duración de un CD nos han
obligado a omitir las lecturas de los tres nocturnos, largas
recitaciones -extraídas de la versión de Simancas- que,
desde luego, no aportaban nada al panorama musical al ser simples tonos
de recitado, pero que literariamente tenían su interés al
contextualizar la toma de la ciudad y compararla con distintos
episodios bíblicos. Igualmente los textos de los salmos que
acompañan a las antífonas se han reducido a dos
versículos más la doxología. Por lo demás,
no podemos decir que la labor de fray Hernando fuera la de compositor,
sino más bien la de adaptador. Seguramente en sus años de
estudiante en Salamanca y con la mucha experiencia coral por su
pertenencia a la orden jerónima, a un hombre de letras como el
no le fue excesivamente complicado tomar melodías por él
conocidas y practicadas y adaptarles un nuevo texto alusivo a la
reconquista de la ciudad por parte de los Reyes Católicos.
Así la inclusión del himno Sacris solemnis
original para el Corpus Christi -con su melodía
hispánica en canto mixto- y adaptarle la conveniente letra
equiparaba la fiesta a una de las principales del calendario
litúrgico. De la misma manera al hacer un contrafactum del
responsorio de Navidad Hodie nobis de caelo, pone de relieve la
palabra Hodie -hoy- comparando el acontecimiento ni más
ni menos que con el nacimiento del Salvador. Muchas otras similitudes
con otras circunstancias litúrgicas están presentes en
los textos de fray Hernando, por ejemplo el responsorio Cantemus
Domino que parafrasea aquí el episodio del Éxodo en
el que Moisés tras el paso del mar Rojo agradece a Dios la
victoria sabre los egipcios. No continuamos con la enumeración.
Para más detalles remitimos al estudio de la profesora Ramos.
Para la adaptación musical de las antífonas, fray
Hernando sigue el principio de los oficios rítmicos medievales:
la ordenación de las mismas según el número modal.
Así tanto en las Horas Mayores de Laudes y Vísperas conto
en los Maitines, la primera antífona está en modo I, la
segunda en modo II así sucesivamente. Como quiera que en las
Horas Mayores al seguir el cursus romano hay 5 antífonas, la
serie se interrumpe en el Tritus Auténtico (modo V)
mientras que en los Maitines, la presencia de 3 antífonas en
cada nocturno llevó a repetir el modo VIII para la última
de ellas. Curiosamente fray Hernando no decide seguir la misma
ordenación en los responsorios siendo su adscripción
modal arbitraria. El Oficio no contempla el último de los
responsorios del tercer nocturno y aunque no aparece ninguna
rúbrica al efecto, nos hemos permitido concluir el oficio -y la
sustitución del postrer responsorio- por el Te Deum,
himno de acción de gracias con el que concluían los
Maitines en los días festivos. Y aunque no está indicado
en ninguna rúbrica nos hemos permitido incluir unos sencillos
fabordones en momentos muy precisos -siempre en fórmulas de
recitación y en algunos salmos- para ejemplificar una
práctica que bien pudo ornamentar el simple canto llano en un
día tan solemne.
Juan Carlos Asensio Palacios