Alquibla / Luis Delgado
Música original de la serie de TVE





rtve.es

RTVE Música 640018

1988





Alquibla
una producción de Eclipse Films S.A. para TVE, S.A.
con guión de Juan Goytisolo
dirigida por Rafael Carratalá


Música original de la serie compuesta e interpretada por Luis Delgado




Sintonía
1. El Musem  [1:53]

El Cairo, díptico urbano
2. Cairo Mokatam  [1:40]
3. Al Muski  [1:29]
4. Al Jalifa  [2:33]
5. Mantis religiosa  [0:55]

Istanbul, la ciudad palimpsesto
6. Hagya Sofia  [1:18]
7. El Bósforo  [2:24]
8. Top Kapi Saraji  [2:25]

El espacio en la ciudad islámica
9. Cives Blancas  [0:41]
10. Basora  [1:33]
11. Kotubia  [2:00]
12. Xmaa l'Fnaa  [2:54]

Gaudí en Capadocia
13. Reflexión  [3:02]


El desierto, realidad y espejismo
14. Beduinos  [1:17]
15. El Tambor del Sol  [1:04]
16. El Baño Lustral  [2:26]

Gaudí en Capadocia
17. Profecía  [2:55]

Itinerario de un campeón
18. Kispit  [1:08]

Ver sin ser vista. La mujer en el Islam
19. Mujeres Beduinas  [1:31]
20. El Serrallo  [2:00]

El Islam, realidad y leyenda
21. Inquisición  [0:25]
22. Meca  [2:23]

Zagüías y cofradías islámicas
23. Hadra  [1:19]

Sintonía
24. El Musem  [1:53]






Juan Goytisolo

Nuestra percepción de las culturas ajenas no suele fundarse en una realidad objetiva sino en la imagen que tenemos de ellas. Cuanto más nítida y definida sea la imagen, mayor sera nuestra convicción íntima del conocimiento y comprensión de aquéllas: cualquier incursión en el interior de las mismas será así una mera confirmación del presunto saber que ya poseíamos. En consecuencia, tendemos a ensalzar las expresiones cinematográficas que, en vez de nadar contra corriente para desvelamos algo nuevo, se dejan arrastrar por la rutina de lo definitivamente acuñado y sabido: imágenes que, a fuerza de repetidas, se transforman en clichés previos a nuestra visión de los hechos y cosas, suplantan a éstos y acaban por ofuscarnos con la fuerza cegadora del mito.

Mientras las culturas más próximas o más remotas a la nuestra pueden ofrecernos, en virtud de su misma cercanía o distancia, una abigarrada profusión de imágenes, el actual dispositivo imaginario del islam, inmediato a nosotros y no obstante inasimilable, se limita por lo común a un número muy reducido de clichés de identificación engañosa y fácil. Luchar contra el mito, contra la ingente masa de leyendas, estereotipos que envuelven al islam y su cultura, lo petrifican, enturbian, falsean, tal es el propósito de ALQUIBLA.

Frente a esa reducción arbitraria a un puñado de láminas anodinas, nuestra serie pretende devolver al islam su dimensión actual e histórica: la de una cultura rica y plural, diversa y contradictoria, extraordinariamente viva. Religión, sí, pero asimismo fragua de sociedades perfectamente diferenciadas entre sí, arte, urbanismo, paisaje, música, costumbres, política, misticismo, fiestas, celebraciones rituales. A fin de quitar las telarañas de los ojos y combatir la pereza de las anteojeras, ALQUIBLA propone una visión del espacio islámico, no un reconocimiento: visión fragmentaria, subjetiva, parcial, sin ningún propósito generalizador ni condescendencia etnocéntrica; mirada a la vez exterior e interior, respetuosa y crítica, producto de un conocimiento y simpatía creados por la experiencia de una larga convivencia fecunda.




Rafael Carratalá

El acercamiento al islam y los musulmanes es siempre complejo, no tanto por razones aparentes, aquellas relacionadas con las costumbres y los modos de entender ciertos mecanismos de la vida cotidiana, sino por el enorme caudal de clichés previos, inculcados durante tantos años por un entorno cultural tan pobre, unidireccional, reaccionario y decadente como el que padecimos, y en parte seguimos padeciendo en España, que nos hace hablar tan mal de los moros sin conocerlos siquiera de lejos.

Este hecho enturbia inmediatamente nuestra mirada cargándola de prejuicios muchas veces difíciles de combatir. Para mí era una necesidad urgente desprenderme de ellos, soltar ese lastre que podría convertirse en una especie de enemigo interior a la hora de afrontar cualquier aspecto de mi trabajo en la serie. Es la audiencia, naturalmente, quien puede juzgar, pero personalmente estoy satisfecho porque creo haberlo conseguido en gran medida. Así, liberado de los vicios del etnocentrismo, me planteé como tesis básica o fórmula general de trabajo, al hilo de los textos de Juan Goytisolo, el tratamiento de los temas desde una perspectiva de simpatía crítica que me dio toda la libertad que necesitaba para entrar en ello.

Aunque ALQUIBLA sea, desde un punto de vista estrictamente formal, una serie documental y siempre nos hayamos movido dentro de los parámetros de este formato, cada uno de los trece capítulos que la componen ha merecido su propio tratamiento específico, tal es la variedad de temas tocados, en realidad trece bien distintos, aún cuando todos ellos se desenvuelven en el ámbito musulmán. No es lo mismo hablar de la cofradía de los Derviches Giróvagos, su historia y circunstancias actuales; de la situación de las mujeres en los países islámicos, tan diferente en cada uno de ellos; del problema palestino, envenenado por razones de dominación política, etc. Así, cada tema ha requerido un planteamiento especial, diferente del resto.

Quiero aprovechar la oportunidad de este álbum, que recupera parte de los temas musicales más significativos de la serie, para agradecer y felicitar públicamente a Televisión Española por la valentía en producir una serie como ésta, tan alejada de los caminos conocidos, tan poco habitual, y ofrecer al espectador la oportunidad de acercarse a un mundo a la vez próximo y lejano, poco conocido y plagado de increíbles coincidencias con al nuestro.

Igualmente aprovecho la ocasión para expresar mi absoluta y rotunda solidaridad con la lucha que el pueblo de Palestina está llevando a cabo contra los invasores de su tierra. A pesar de la abundante información que podamos tener de lo que allí sucede, nada es comparable al escalofrío que produce verlo con tus propios ojos: la situación en los territorios ocupados es la de un pueblo que se defiende a pedradas de un ejército armado hasta los dientes con lo más sofisticado de la industria de la muerte. Sabemos que la razón está de parte de los palestinos, claro. Pero, hoy por hoy, son ellos los que caen bajo el fuego de las balas. Desde aquí, un saludo, y el mejor deseo para que el inmediato futuro les recompense por el sufrimiento de ahora.




Luis Delgado

La propuesta de asumir la responsabilidad de la música original de la serie ALQUIBLA, es algo que cualquier músico hubiese mirado, a mi juicio, con tanta pasión como reserva.

En la balanza se sopesaban distintos factores. Por una parte existía la situación harto comprometedora de ponerle música a imágenes tan impresionantes como las cúpulas de Hagya Sophia o los planos aéreos de la Capadocia de Gaudí; convertir en sonido el silencio del desierto islámico o el de la mirada de una mujer beréber; había que brindar un telón de fondo a tantos textos llenos de matices, sin perturbar su propio discurso y realzando aún más, si cabe, las imágenes a la vista.

Por otra parte los años de recopilación de instrumentos, información, sonidos e incluso interpretación de música del mundo árabe, me invitaban a lanzarme al proyecto, eso sí, con todas las respetuosas distancias que ese universo musical tiene consigo. Y efectivamente fue lo que decidí hacer. Dejando a un lado todas las dudas y reservas que la propuesta me provocaba, acepté el reto convencido de comenzar uno de los proyectos más interesantes que había aceptado hasta la fecha.

No se trataba de realizar una banda sonora de música árabe en el sentido más ortodoxo del término. No se buscaban las escalas estrictas del Malouf o de la Nuba, tampoco había que reproducir los ritmos obsesivos de los gnawas o de los bereberes. Debíamos encontrar el clima exacto que universalizara un atardecer en el puente Galata, con todo lo que éste tiene de cosmopolita, a la par que se necesitaba un telón de fondo adecuado para recitar unos versos sobre la tumba de Rabiaa al Aadauia, a pocos metros del tráfico y del ajetreo diario de una ciudad como El Cairo.

Inmediatamente comenzamos a crear los ambientes sobre los guiones y a buscar las esencias y los perfumes sonoros que cada secuencia nos sugería.

Han sido muchas las noches rodeados de guimbris, d'rboukas, bendhires, tablas, teclados, krakebs, uds, flautas, tares, adufes, sazs, ordenadores, aguales, tam-tams, guitarras, psalterios, palos de lluvia, teponatzlis, khols, cantaras, mrindangas, nickelharpas, y un casi interminable etcétera que abarca instrumentos de todo el mundo.

Un trabajo laborioso y detallado donde los únicos contertulios eran los recuerdos de un paseo en barca por el Bósforo, una visita al Topkapi Sarayi, un atardecer en el aguedal de Marrakech, o las imágenes de una madrugada en Xmaa L'Fnaa.

De todo esto hemos querido dejar un rastro, cada parle del equipo con sus medios de lenguaje. En lo que corresponde a mi modesta aportación, solo espero que disfrutéis de esta música tanto como yo lo he hecho al grabarla.

Un solo segundo de la fascinación que el mundo árabe puede ejercer sobre nosotros justifica con creces, en mi opinion, el trabajo que hay detrás de cada capítulo de ALQUIBLA.