medieval.org
Sony "Hispánica" S2K 62284 – 1995
Pneuma PN2-610 – 2004
CD1
1. ESTRELLA DEL DÍA [1:57]
CSM 100
tromba marina 1, añafil, tambor, bendir, darbuga, gaita en sol,
axabeba, laúd, címbalos
2. PRÓLOGO DAS CINCO FESTAS. Quem Santa
María [6:14]
CSM 410
voces: 1, 2, 3, 4; coro de niños, tromba marina 1,
laúd árabe, laúd andalusí, axabeba, viola
2, tambor
3. ALVA DOS ALVORES. Virgen Madre groriosa
[16:25]
CSM 412
tenor 4, gaita en do, psalterio, laúd, viola 2
4. NATIVIDAD. Beyto foi o dia [15:17]
CSM 411
voces: 1, 2, 3, 4, viola 1, laúd árabe, laúd
andalusí, axabeba, fahl, gaita en sol, cántara 1,
darbuga, tar
5. VIRGINIDAD. Tod' aqueste mund' a loar deveria
[5:18]
CSM 413
sopranos: 6, 7; contratenor: 3; coro: 1, 2, 3, 4; coro de niños,
sinfonía, viola 1, axabeba, fístula y tamboril, darbuga
6. TRINIDAD DE SANTA MARÍA. Como Deus é
comprida Triidade [4:23]
CSM 414
voces: 1, 2, 3, viola 1, tromba marina 2, gong, campanillas,
címbalos
7. MADRE DE JHESU CRISTO [2:16]
CSM 288
gaita charra y tambor, laúd árabe, chalumeau, flauta
sopranino, tar
8. MADRE DE DIOS. Madre de Deus, Nostro Sennor
[3:59]
CSM 330
soprano 1, tenor 4, flauta de 3 agujeros, tambor oriental, tabila,
campanillas, cencerros
9. VIEJA Y NIÑA. Vella e ninya [14:20]
CSM 180
sopranos: 2, 6, 7; coro de niños, santur, viola 1,
laúd árabe, psalterio 2, axabeba, flauta tenor,
cántara 1, campanillas, címbalos
10. HUMANIDAD DE SANTA MARÍA. Quantos me creveren
loarán [2:27]
CSM 120
contratenor 3, tenor 4, coro: 1, 2, 3, 4, chalumeau, gaita en sol,
pandero, darbuga, tambor
CD2
1. FROR DAS FRORES [3:45]
CSM 384
kaval, fujaras, psalterio, viola 1
2. ANUNCIACIÓN. Tan bẽeyta foi a saudaçon
[3:32]
CSM 415
soprano 2, tenor 4, coro: 1, 2, 3, 4, laúd árabe,
kaval, flauta alto, panderete, tambor, címbalos
3. AVE MARÍA. Muito foi noss' amigo Gabriel
[6:16]
CSM 416
soprano 1, coro: 1, 2, 3, 4, coro de niños, viola 1,
laúd árabe, laúd andalusí, psalterio,
axabeba, gaita en sol
4. SALUDO DEL ÁNGEL. De graça chea e
d'amor de Deus [3:58]
CSM 80
soprano 1, coro: 1, 2, 3, 4, flautas tenor y alto, axabeba,
fístula, zarb, darbuga
5. PURIFICACIÓN CANDELARIA. Nobre don e muy
preçado [9:04]
CSM 417
contratenor 3, tenor 4, coro: 1, 2, 3, 4, psalterio, viola 1,
chalumeau, laúd árabe, zarb
6. SIETE DONES. Os sete dões que dá Deus
[8:05]
CSM 418
alto 5, sopranos: 1, 2; coro de niños, cítola,
laúd árabe, cistro, viola 1, kaval, gaita charra, tar,
címbalos
7. MONJA Y CABALLERO [3:18]
CSM 285
viola 1, viola 2, flauta tenor, campanillas, címbalos
8. ASUNCIÓN. Des quando Deus sa Madre aos
çeos levou [14:16]
CSM 419
voces: 1, 2, 3, 4, axabeba, viola 1, laúd árabe,
flauta soprano, gaita en sol, zarb, tambor, tar, címbalos
9. PROCESIÓN. Bẽeyta es, María
[12:37]
CSM 420
tenor 4, tromba marina 1, viola 2, cántara 2
10. DÍA DEL JUICIO. Nenbre-sse-te, Madre de Deus,
María [5:27]
CSM 421
sopranos: 1, 2, flauta tenor, viola 2
11 . JUICIO SIBILA. Madre de Deus, ora por nos
[7:36]
CSM 422
tenor 4, contratenor 3, coro de niños, psalterio, axabeba
GRUPO DE MÚSICA ANTIGUA
Eduardo Paniagua
1 Paula Vega – soprano
2 Clara Serrano – soprano
3 Luis Vicent – contratenor, psalterio, cistro
4 Cesar Carazo – tenor, viola 1 de brazo
Coro de niños de la Escolanía del Monasterio del Valle de
los Caídos:
5 Antonio Sánchez – alto
6 Antioco Llanos – soprano
7 Iván Albert – soprano
José Luis Torres – soprano
José Domingo López – soprano
directores: Eduardo Paniagua y César Carazo
director titular: Laurentino Sáenz de Beruaga · OSB
Wafir Sheik – laúd árabe, darbuga, zarb
Jaime Muñoz – axabeba, kaval, chalumeau, gong,
címbalos
Enrique Almendros:
gaita charra y tamboril, gaita en sol,
gaita en do, fístula, fujara 2, tambor, campanillas, cencerros,
címbalos
Luis Paniagua – viola 2 (dilruba), cántara 1
Luis Delgado:
laúd, laúd andalusí,
sinfonía, citolón, santur, tromba marina 2, fujara 1,
zarb, bendir, tambor oriental, panderete, pandera, tar, cántara 2
Eduardo Paniagua:
tromba marina 1, añafil, psalterio,
fahl, flautas (tenor, alto, soprano y ropranino), darbuga, tabila,
tambor, tar, cencerros, campanillas, címbalos
[Sony]
Grabado por Eugenio Muñoz y Luis Delgado
en la Capilla del Seminario Conciliar de Madrid con el estudio móvil de "El Cometa"
Septiembre 1995
Master realizado en el estudio "BOX", Madrid
Diseño: TRIO
Foto de portada: Miniatura de la Cantiga 66
℗ © 1996 SONY MUSIC Entertainment (SPAIN), S.A.
[Pneuma]
Licenciado por Sony Music Entertainment Spain, S.A.
Depósito Legal: M-37965-2003
Diseño gráfico: Pneuma
Distribución: Karonte
Producción: EDUARDO PANIAGUA • 2004 PNEUMA
LAS CANTIGAS DE SANTA MARÍA, MÚSICA MUDÉJAR
Alfonso X, hijo primogénito de San Fernando III y de Beatriz de
Suabia, nieta del emperador Federico I Barbarroja, nació en
Toledo el 22 de Noviembre de 1221 y murió en Sevilla el 4 de
Abril de 1284.
De su padre recibió valor, prudencia y religiosidad. De su madre
la pasión intelectual de los Staufen y la aspiración al
trono del Sacro Romano Imperio. Casó en 1246 con la princesa
Violante, hija de Jaime I de Aragón y Violante de Hungría.
Como autor de las Cantigas de Santa María (CSM), Alfonso
participa de la nueva religiosidad de origen franciscano, basada en la
sensibilidad y participación de la vida de la Virgen
María y de Jesucristo, acentuada por el influjo bizantino del
culto mariano traído al regreso de los cruzados. Como autor de
la nueva ciencia astrológica, con las Cantigas sublima
poéticamente en María la relación de los seres
humanos y los astros.
En las Cantigas se refleja un asombroso pluralismo idiomático,
cultural y religioso. Alfonso, el humanista, impulsa empresas
culturales con la protección e intercomunicación de
intelectuales de las tres culturas: islamitas, hebreos, y cristianos,
síntesis de "lo español".
A partir de la toma de Toledo por su bisabuelo Alfonso VIII en el
año 1085 [sic], la vida de la España cristiana
quedaba, mas que nunca, injerta en la civilización
andalusí. El modelo de "mudejarismo" toledano permitía la
supervivencia de la cultura arábiga tradicional.
La convivencia que había alrededor del Rey sabio agrupaba a
cristianos, moros y judíos para hacer música en honor a
la Virgen María. Esto era la "cuadratura del círculo"
para los no avezados en la España de las tres religiones, ya que
desde hacía siglos, Roma venía amonestando a los reyes
españoles por su lenidad hacia moros y judíos. El
mudejarismo, entendido en su sentido mas amplio como el proceso de
islamización de la sociedad hispánica, logra afianzarse
en terreno favorable para el cristianismo.
Aunque mudéjar, "mudayyan", significa sometido-tributario,
referido a los musulmanes que permanecieron bajo el poder
político de los reinos cristianos, este término en las
artes plásticas se admite como resultado de la
asimilación de elementos procedentes, tanto del arte
musulmán, como de los estilos europeos coetáneos,
románico y gótico.
La obra alfonsí florece en un siglo marcado por la experiencia
hispano-oriental integradora de etnias y de culturas. Esta apertura,
antagónica con el intolerante espíritu de las cruzadas,
no renuncia a la propia identidad política ni religiosa. El
monarca se rodeaba de irremplazables auxiliares hebreos en la
administración y en las ciencias, y escuchaba la música
de sus mudéjares.
Descubriendo en las Cantigas este mudejarismo como fórmula
enriquecedora y síntesis de diversas tradiciones, en la
interpretación de la VIDA DE MARÍA hemos querido aportar un
ambiente mudéjar para toda la obra. El exotismo de la riqueza
instrumental, buscando varios tipos de embocaduras en las flautas,
laúdes árabes y cristianos, con y sin trastes en sus
mangos, cuerdas de tripas y de seda, lengüetas con tres tipos de
gaita, percusiones de parche, madera y metal, nos acerca al ambiente de
la arquitectura mudéjar.
En este estilo arquitectónico, junto con la pureza de
líneas y austeridad formal, la decoración no se limita a
la sustitución de piedra por ladrillo, bóveda por
armadura y artesonado de madera, arco de medio punto por arco de
herradura, sino que descubrimos la riqueza cromática de los
azulejos y cerámica vidriada, las filigranas de yesería,
alfombras, cortinajes, objetos de cuero, cerámica y madera,
tejidos, taraceas y damasquinadas joyas. Estas imágenes han sido
parte de nuestra inspiración.
Las Cantigas, compuestas entre los años 1270 y 1282, con su
variedad interna desde el canto llano a la rica ornamentación,
con melodías de ritmos sencillos y complejos, que traen de
cabeza a los musicólogos, se nos presentan hoy tan imponentes y
tan "mudéjares" como los palacios y capillas de la España
del siglo XIII, impregnados de las incorporaciones almohades tras la
conquista de Sevilla y del mudejarismo toledano. Todo ello en loor de
Santa María.
LA VIDA DE MARÍA
La vida de María en las Cantigas es una colección de
canciones en la que existe un orden prefijado, un programa, un
recorrido biográfico. Las Cantigas de las Fiestas de Santa
María son como un retablo ante el altar de un templo donde cada
obra es una tabla, relieve o escultura, que forma un conjunto
multifacético.
Esta colección de Cantigas conservada en un apéndice del
códice Escurialense j.b.2 no habían sido grabadas
anteriormente, a excepción de la 421. De las Cantigas que
completan esta selección, que no son de las fiestas, han sido
grabadas la 120 y las famosas 100 y 284.
Nosotros mismos nos hemos sorprendido al finalizar el trabajo con la
emotiva lógica de la secuencia de las canciones que desarrollan
la vida de María, y la gran riqueza de formas musicales. A
excepción de las Cantigas 411-Natividad y 419-Asunción,
que por su carácter narrativo se aproximan a las Cantigas de
milagros, el resto tienen forma y estructura poético-musical
diferente y única, o pocas veces repetidas en el total de las
427 del cancionero.
Esto nos indica que no son obras "del montón", sino que cada una
está tratada con singularidad y ha sido cariñosamente
compuesta. En contraste nos encontramos con lo inacabado de las
transcripciónes musicales de estas Cantigas, que el gran
musicólogo Higinio Anglés publicó en el año
1964, sobre las que se basan nuestras interpretaciones. Muchas de las
Cantigas han requerido una reinterpretación basada en la propia
metodología de Anglés, más acorde con el ritmo
poético del texto y una posible lógica melódica.
Las traducciones al castellano realizadas por Jesus Montoya són
inéditas y han sido realizadas por encargo para esta
ocasión.
Nuestro primer encuentro con las Cantigas fue poco después del
año de la publicación de Anglés, cuando con la
agrupación Atrium Musicae preparábamos la
antología de la Música Antigua Española
coproducida por Hispavox-Erato, y a cuyo primer disco sobre Cantigas de
Santa María grabado en 1968 en la Colegiata de Cobarrubias [sic]
y en el Monasterio de Silos, quiere hacer homenaje la presente
grabación.
Treinta años después nos sigue produciendo el mismo
sobrecogimiento descubrir lo inédito de estas melodías.
Las Cantigas en vida del Rey Alfonso estaban en un continuo proceso de
revisión. Los cuatro manuscritos que se conservan, dos en la
biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial y dos en las
Bibliotecas Nacionales de Madrid y Florencia, se copiaron en la
cámara regia, quedando inacabado el plan originario del dibujo
de las miniaturas.
Más tarde las Cantigas fueron inasequibles hasta el año
1889, en el que las editó el Marqués de Valmar y la Real
Academia Española. Nada indica que hayan llegado al conocimiento
de un público más vasto, tras ser guardadas en la
Catedral de Sevilla a la muerte del Rey Alfonso. Poca o nula es la
influencia de las Cantigas en la literatura posterior, y se las
considera un brote aislado que recoge sabiamente toda la
tradición anterior y la modernidad de su época, pero sin
trascendencia posterior en la literatura española.
La propia historia de los códices, dormidos tanto tiempo, nos
hace estremecer cuando presentamos al gran público estas
preciosas melodías inéditas, tan solo estudiadas
recientemente.
Aconsejamos y casi suplicamos que se lean alguna vez los textos de
estas Cantigas en una audición tranquila. Especialmente en esos
momentos hemos empezado a captar el equilibrio entre texto,
melodía y pintura (si se pueden observar las miniaturas) y a
entender que para el regio autor no era diferente la importancia de
"facer sones", pintar, contar, trobar, rimar. Alfonso era autor,
compositor, mecenas, coleccionista de libros fuente de los milagros,
editor, corrector y arquitecto de estructuras literarias, "facedor de
las composiciones". Rey y trovador, es autor de las palabras que
él elige y otras manos trazan, autor de las escenas de las
miniaturas que él elige y otras manos pintan, y autor de las
melodías que oye y sueña y otras manos interpretan.
Pero el objetivo principal de las CSM es la búsqueda de la
salvación por parte del trovador protagonista. Las canciones
expresan su amor por Santa María y su deseo de alcanzar el
Paraíso. Lo repite continuamente. Necesita que su amada Virgen
María conozca la magnitud de su adoración y que Ella lo
reconozca como su enamorado.
Nosotros, testigos, nos rendimos ante este amor, nos identificamos
devocionalmente por la sensibilidad de Alfonso X y su capilla. Y al
interpretar las Cantigas, en el fondo de nuestro corazón
deseamos participar de este Paraíso mariano-alfonsí.
CD 1
CSM 100. Estrella del día, es la obra más popular
del cancionero. Con forma de virelai y ritmo binario se presenta
instrumentalmente a modo de "fanfarria". Llamada de atención y
pórtico de este retablo mariano. Estrella del día
enséñanos el camino para ir a Dios, danos la luz
única verdadera que conduce al Paraíso. Hay que recordar
que Alfonso X, astrónomo vanguardista, creó la orden de
caballería de Santa María, cuyo emblema era la estrella.
CSM 410. Prólogo de las cinco Fiestas. Virelai donde el
Rey expresa su deseo de servir a Santa María y esforzarse en
hacer públicos sus milagros, relacionando las cinco letras de
María con las cinco fiestas.
CSM 412. Alva de los alvores. Es idéntica a la Cantiga
340. Tiene una melodía excepcional de gran expresividad
lírica, tomada del repertorio provenzal, imitando a "S'anc fui
belha ni prezada" del trovador Cardenet. El verso noveno de cada
estrofa termina con la palabra "alva". Aun con riesgo de hacer una
interpretación densa se ha optado, tanto en esta Cantiga como en
el resto, por incluir completo el texto poético, en esta
ocasión siete estrofas.
CSM 411. Natividad de Santa María, que se celebra el 8
de Septiembre. En treinta estrofas se narra la historia de los padres
de la Virgen, Joaquin y Ana, basándose en el protoevangelio de
Santiago, ya que los Evangelistas no hablan del linaje de María.
Con forma de virelai, la frase musical del final del refrán se
repite cuatro veces en las estrofas de un modo obstinado y repetitivo.
Ello hace que el resto de la melodía, de un gran recorrido en su
tesitura y con un complejo ritmo interior, salte luminosa sin fatigar
la escucha. No obstante se han introducido recitados en los momentos en
los que hablan Joaquin y el ángel, así como una
instrumentación rica para suavizar lo extenso de la emocionante
narración del nacimiento de María.
CSM 413. Virginidad de Santa María, que se celebra en el
mes de Diciembre y fue propagada en Occidente en el curso del siglo
XII. De ritmo yámbico y con esquema métrico exclusivo de
esta Cantiga, en su texto aparece la imagen poética de san Pedro
Damián (m.1072), del rayo de luz que atraviesa el vidrio sin
romperlo para expresar el nacimiento virginal del hijo de María.
CSM 414. Trinidad de Santa María. Se trata de una
canción de las que solo hay tres casos, las Cantigas 1, 400 y
414. La melodía es un "contrafactum" de la chanson "Pour
conforter mon cuer et mon courage" de Gautier de Coinci en sus
"Miracles de Notre-Dame". Su ritmo es trocaico y nos canta la
tríplice virginidad de María por analogía con la
divina Trinidad.
CSM 288. Madre de Jhesucristo. Virelai instrumental con esquema
único en las Cantigas. Su singular construcción, en forma
de cantar de gesta, repite la misma melodía cuatro veces en el
estribillo, otras cuatro en la mudanza elevada en la quinta superior, y
otras cuatro en la coda.
CSM 330. Madre de Dios. Esta canción también
tiene estructura única en su género. Parece una
imitación de la cantiga de amigo "Amigo, se ben ajadas" de
Esteban Reimundo, poeta que vivía en el palacio real de Alfonso
X. La copla tiene dos versos y el estribillo tres. Se trata del saludo
de Gabriel anunciando a María que sería la Madre de
nuestro Señor. Cada estrofa propone un enigma cuya
solución está en el estribillo. "¿Quién
parió sin mancilla, permaneciendo doncella?".
CSM 180. Vieja y Niña. Hermoso virelai con esquema
poético exclusivo de esta Cantiga. Con ocho estrofas glosa ocho
nombres de María en forma antitética con
paradójicas contraposiciones: vieja y niña, madre y
doncella, pobre y reina, señora y sierva. En la sexta estrofa
menciona el himno "Ave Maris stella", en una nueva referencia al
emblema estelar. Cierra una coda pidiendo amparo para el mismo Rey y
para sus reinos de León y Castilla. Tal vez la obra más
bella del repertorio.
CSM 120. Humanidad de Santa María. Cantiga de consejo o
enseñanza en forma de "rondeau" con ritmo yámbico. El
primer verso del estribillo va alternándose con los versos de la
copla de forma obstinada. Tonada de carácter popular, advierte
que cuantos crean o confíen en el Rey, se unirán a su voz
y lograrán plenitud de bienes en Santa María, ya que sin
ella los hombres no tendrían nada.
CD 2
CSM 384. Fror das frores. Con forma de virelai se asegura que
esta obra está escrita por las manos del Rey Alfonso.
CSM 415. Anunciación, que se celebra el 25 de Marzo. La
Cantiga es una paráfrasis de la salutación
angélica, glosando el primitivo "Ave María". Virelai de
ritmo dáctilo combinado con trocaico.
CSM 416. Ave María. Es idéntica a la Cantiga 210.
Con forma de virelai tiene un estribillo con tres frases musicales, lo
que supone una rareza. Ensalza tanto a María como al
Arcángel Gabriel. Se ha querido dar ambiente "mudéjar"
con la riqueza instrumental.
CSM 80. Saludo del Ángel. Número 70 en el
códice de Toledo, es otra glosa del saludo de Gabriel y del de
Santa Isabel, demostrando confianza ilimitada en el poder y bondad
maternal de la Virgen, pidiendo su intercesión en favor de la
humanidad. Con forma de virelai, las miniaturas que le acompañan
corresponden a su profundo lirismo religioso.
CSM 417. Purificación-Candelaria, que se celebra el 2 de
Febrero. Construcción musical en forma de virelai sólo
repetida en las Cantigas 341 y 356. Nos cuenta la alegría de San
Simeón cuando ve al Hijo de María que es presentado en el
templo.
CSM 418. Siete Dones. Canción con refrán, tiene
una forma exclusiva en el repertorio alfonsí. Resalta el valor
simbólico del número siete como en las Cantigas de los
siete Gozos CSM 1 y siete Pesares CSM 403. Los siete Dones del
Espíritu Santo corresponden a los siete Dones que Dios ha dado a
la Virgen.
CSM 285. Monja y Caballero. Instrumental con forma virelai y
ritmo trocaico posee una bella melodía de esquema único
en la Cantigas.
CSM 419. Asunción de Santa María que se celebra
el 15 de Agosto. La Fiesta de la Dormición de la Virgen es la
más celebrada de las Cantigas, pues su referencia aparece en
numerosas Cantigas de milagros. Paralela a la fiesta de la Natividad,
también con treinta estrofas, tiene carácter narrativo.
Es un antecedente del misterio de Elche.
CSM 420. Procesión. Estrofas sin estribillo, propias
para alabanzas devocionales, la obra va profundizando en todos los
motivos por los que recordar la vida de María, tomando densidad
tanto musical como de profundo contenido espiritual. La
procesión en la tierra se funde con las procesiones de
ángeles del cielo que reciben a Santa María.
CSM 421. Día del Juicio. Caso excepcional, está
construida en la forma de una "secuencia" que cambia de melodía
cada dos estrofas. Tiene la misma melodía que el "tropo" del
ofertorio "Ab hac familia" del códice del Monasterio de las
Huelgas.
CSM 422. Juicio-Sibila. Balada en la que, al cantar la plegaria
a la Virgen a fin de que interceda por nosotros en el día del
Juicio. Alfonso X y sus trovadores utilizaron el celebérrimo
canto de ls Sibila, conocido y practicado en europa desde el siglo IX.
Eduardo Paniagua
MARIOLOGÍA DE LAS CANTIGAS
La audición de la presente selección de Cantioas
alfonsíes interpretadas por Eduardo Paniagua nos hace
experimentar un ver adero encuentro personal entre la obra del Rey
Sabio, su mundo y nosotros, en los confines del S. XX, por la
mediación frágil de unos signos escritos en un
códice del S. XIII. Es el milagro del pasado convertido en
presente.
Gracias a la audacia y el entusiasmo de un Rey anacrónicamente
ecuménico el alma popular en su sensibilidad íntima de
piedad mariana, dispersa en puntos distantes de la cuenca
mediterránea, se acerca a nosotros para susurrarnos
confidencialmente el sentido profundo de su fe.
Más allá de la técnica audio-instrumental, de la
estética interpretativa y de la sintonía espiritual de
estas Cantigas, podemos bucear en el fondo religioso y teológico
que late en esta poesía musical.
Lo "divino femenino" en la revelación cristiana no se esfuma en
la lejanía trasmítica de las diosas madres, sino que se
encarna en nuestra realidad histórica concreta humana, en la que
una mujer de carne y hueso, con su libertad personal, ha ofrecido a
Dios su propio cuerpo para cooperar al acontecimiento irrepetible de la
encarnación de Dios.
De aquí brota la índole "narrativa" de la teología
cristiana que tiene que frenar continuamente el exceso de la
especulación abstracta que la amenaza.
La opción epistemológica de la mariología del Rey
Sabio en sus cantigas opta por el recuento agradecido de las proezas
históricas de Dios con su pueblo. No se contagia de la
especulación de su tiempo elucubrando sobre los privilegios
marianos, sino que, sintonizando con la incipiente teología
franciscana del momento, ofrece un ramillete de narraciones, leyendas
de milagros y favores que ha experimentado el pueblo sencillo. Y lo ha
sabido transmitir como una herencia valiosa encarnada en sonido, en
ritmo y en la luz y los colores de los códices miniados.
Para expresar quién es la Virgen María las Cantigas nos
comunican lo que el pueblo ha experimentado de la presencia maternal de
la Señora. Es experiencia pura encarnada en arte puro.
Para acercarse más a la persona de María y presentarnos
un retrato teológico de la Madre de Dios, Alfonso el Sabio nos
narra en sus Cantigas los momentos cruciales de la vida de
María, reflejados en sus cinco principales festividades del
año litúrgico. Es un icono dinámico, a
través del tiempo.
Llama curiosamente la atención la festividad de diciembre en que
se celebraba en aquella época la Virginidad de María,
entendida como la pureza integral de su vida y persona. Es la
consagración personal incondicional de la "esclava del
Señor" que significa mucho más que la virginidad ritual
de las religiones paganas. Es la "gratia plena", la enriquecida con la
plenitud de gracia, como don gratuito de Dios y fruto anticipado de la
redención de su Hijo.
El Rey Sabio en la Cantiga 411 es testigo de la teología popular
que más tarde elevarían a rango académico
universal Escoto y los franciscanos sobre la Inmaculada
Concepción de María en el seno de su Madre Santa Ana.
Momento de polémica teológica entre franciscanos y
dominicos, Buenaventura y Tomás de Aquino. Dice la cantiga:
E logo que foi viva / no corpo de sa madre
foi quita do pecado / que Adan, nosso padre,
fezera per consello /daquel que, pero ladre
por nos levar consigo, / a porra ll' é serrada
Do inferno.
[Y luego que estuvo viva en el cuerpo de su madre,
fue exenta del pecado que Adan, nuestro Padre,
cometiera por consejo de aquel que, aunque ladre
para llevarnos consigo, la puerta del infierno
le fue cerrada.]
El pensamiento teológico de las Cantigas se eleva hasta las
cumbres del misterio trinitario contemplando a María en su
relación a las divinas personas. Hija y creatura del Padre,
convertida de hija en madre de su creador, en el Hijo por la gracia
fecunda del Espíritu. Así María es la imagen
ejemplar de cada miembro de la humanidad, en la Cantiga 414:
Deus buscou carne sagrada
en que nos mostrasse humanidade
comprida de todo ben...
[Dios tomó carne Santa
y nos mostró una humanidad cumplida
de todo bien ...]
En el pensamiento teológico de las Cantigas vemos reflejados los
estudios tanto franciscanos como dominicanos de la relación de
los dones del Espíritu Santo y la existencia cristiana, Cantiga
417. En María han fructificado los dones del Espíritu en
la plenitud de la madurez cristiana que es la santidad.
Sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, temor y
piedad son la cumbre de la vida mística en que el ser del hombre
llega a ser divinizado aún en esta vida. María es el
modelo de esta meta a la que somos llamados y por su
intersección podemos llegar a conseguir.
La audición y lectura de estas Cantigas en actitud de
contemplación reposada, nos puede conducir a la elevación
espiritual de toda nuestra persona. Esta elevación no
será un mero "estado de conciencia" como alejamiento de la
realidad en una "mística evasiva", sino una potenciación
de nuestra humanidad y la solidaridad espiritual con los hombres y
mujeres en su arte, sufrimientos y gozos. La mística de las
Cantigas es ecuménica, humanística e integral. Nos eleva
al mundo del espíritu y nos encarna en el mundo de la tierra.
Nos humaniza y nos diviniza al mismo tiempo.
Las Cantigas han sido extraídas de la tierra de los hombres y han sido
regadas por el rocío del cielo.
Francisco Caballero